Lenguas y culturas que influyeron en el léxico del
español
Valentín
Anders - Primera publicación febrero del 2003 -
Última actualización septiembre del 2020.
Antes me enojaba al
ver como el influjo del inglés
va cambiando nuestra manera de hablar. Su influencia se ve en todos los
medios de comunicación, en todas las profesiones y en todos
los países hispanos. Eso fue hasta que me dí
cuenta
que el español1 es una lengua viva, que
se ha ido enriqueciendo con los aportes de las diferentes culturas a
través del tiempo. Esta página da un pequeño
resumen histórico.
Siglos: XX- XXI Inglaterra / Estados Unidos
Napoleón pierde en Waterloo contra los Ingleses, en
1815. Los
ingleses forman un gran imperio naval. En 1945, Estados Unidos es la
única economía que sobrevive la Segunda Guerra Mundial
(por entrar tarde, no tener grandes conflictos bélicos en su
territorio y resultar vencedor) y se convierte en la gran
potencia mundial. Estados Unidos extiende su cultura a
través de la música, la cinematografía y
la tecnología. Así vamos adoptando palabras
como: cocktail,
fan,
K.O.,
metrosexual,
nylon,
O.K. radar,
snob,
S.O.S.,
sheriff,
WC,
whisky
y yanky.
Estados Unidos e Inglaterra inventan muchas máquinas, lo cual
libera a sus ciudadanos de hacer trabajos manuales y les permite a
dedicarse a los deportes. Muchas palabras relacionadas con los deportes
nos llegan del inglés, por ejemplo: baseball,
basketball,
box,
corner,
futból,
gol,
hockey
y offside.
Es interesante notar que no solo tomamos palabras
directamente del inglés. El inglés tiene otras
maneras de influir sobre nuestra manera de hablar:
- Unas palabras castellanas se van de viaje por el
inglés y después regresan con acento (ver: barbecue, bukarú).
- A veces re-descubrimos palabras que ya teníamos,
ver: gay, sponsor, stereo
y versus.
- Otras veces nos regalan latinismos crudos, esos que terminan en -um, como: memorandum, solarium, tandem, ultimatum, etc.
- A veces tomamos palabras inglesas (por lo general a
través del francés), para expresar ideas que en
inglés se dicen de modo diferente, ver: crack, smoking y footing.
- Y otras veces cambiamos el significado de nuestras propias
palabras. Ver:
- cachar
(cornear, de cacho) -> atrapar al vuelo, de to catch
- ganga
(barato) -> pandilla, de gang
- gringo
(extranjero, de griego) -> inglés (despectivamente),
de green grow o de green go
- guagua
(bebé) -> bus, de wagon
- guaya
(lamento) -> cable, de wire
- pana
(avería) -> amigo, de partner
- presea
(premio) -> presionar, de to press
Siglos: XVIII y XIX: la Ilustración y Napoleón
El siglo XVIII, se conoce como el "Siglo de las Luces" o "la Ilustración".
Este es el tiempo del escritor francés, Voltaire (1694-1778),
la
Revolución francesa y la independencia estadounidense de
Inglaterra.
En este siglo, el francés tuvo gran influencia
cultural en
toda Europa. Además en el XIX, Napoleón Bonaparte se
apodera de gran parte de
Europa, incluyendo España donde instala a su hermano
Giuseppe Buonaparte (Pepe
Botella). Del francés nos llegan palabras
como: bebé,
bisutería,
bulevard,
boutique,
buró,
burocracia,
carnet,
chasis,
chofer,
dossier,
furgón,
jardín,
parqué,
sabotaje
y toilette.
Los franceses son reconocidos en el mundo por su gastronomía. Muchas expresiones palabras y relacionadas con la comida nos llegan del francés. Por ejemplo: a la meunière, a la Parmentier, a point, au gratin, au jus, au naturel, au poivre, bon appétit, foie gras, bistro, bufé, chef, croissant, entrecot, filete, fresa, fricandó, garzón, margarina, marmitaco, mayonesa, menú, merengue, mermelada, puré, poché, quiche, restaurante, soufflé y torta. También son reconocidos por sus diseños de ropa. De ahí nos vienen: biquini, blusa, boga, botón, chal, chapó, chaqueta, maniquí, moda, y pantalón.
Muchos términos del léxico automovilístico provienen del francés, por ejemplo: biela, bobina, bujía, cabriolé, chasis, chófer, cupé, capó, gicleur, garaje, limusina, llanta, pana, peaje y polea.
Igual que hoy nos quejamos del inglés, el doctor
Pedro Felipe Monlau (1808-1871), se quejaba del francés en su
Diccionario Etimológico publicado en 1856:
Y no solo introduce el francés palabras
nuevas para el castellano1, o
romanceadas á la francesa, sino que altera á veces la
acepcion de las castizas, y tiende á hacernos adoptar nuevos
giros y á bastardear nuestra sintáxis, destruyendo
todo lo que constituye el que una lengua pueda llamarse verdadero
idioma, es decir lengua propia y específica. Esas tendencias
se hallan favorecidas por a circunstancia de haberse generalizado
bastante el estudio del francés, por la de estar las personas
doctas muy familiarizadas con la lectura de libros y
periódicos franceses, y sobre todo por el sinnúmero
de traducciones que se dan á luz hechas por sujetos que ni
comprenden bien el francés, ni saben escribir en castellano.
Siglos: XVI-XVII: el Renacimiento
A este período le conoce como "Renacimiento", pues "renace" la
admiración hacia las antiguas culturas griega y romana. El
Renacimiento empieza en Italia y se difunde por toda Europa con la
ayuda de la imprenta (ver Biblia).
Este es el periodo de grandes escritores (Dante, Petrarca y Boccacio),
científicos (Galileo) y artistas (Miguel Ángel,
Leonardo Da Vinci y Rafael). Del italiano tomamos palabras
como: a
cappella, boceto,
cuarteto, folleto, libreto, diseño, escopeta, modelo, novela y piano.
El renovado amor a lo grecorromano
introduce muchos cultismos en el castellano1.
Los
cultismos son palabras introducidas por escritores y
científicos para designar conceptos carentes en el lenguaje
actual. Los cultismos son tomados directamente del latín o el
griego clásico, por lo tanto no sufren las transformaciones
normales de las palabras patrimoniales. Las voces patrimoniales
también llegan del latín, pero van experimentando cambios
fonéticos y semánticos a medida que el idioma va
evolucionando.
Durante la Edad Media, el Renacimiento y
hasta el siglo XVIII, el
latín fue la lingua franca de Europa, es
decir, las universidades, la Iglesia y la diplomacia se comunicaban en
latín. Por otra parte, durante el renacimiento empieza el
re-descubrimiento del Helenismo
y las personas que aprenden de Homero, Sócrates,
Platón y Esopo
son consideradas cultas. Aunque no todas, muchas
palabras que terminan en ia (anatomía,
economía,
energía,
etimología,
histeria,
historia,
y mesopotamia)
e ica (matemática,
y política)
son cultismos.
Siglo: XVI Países Bajos
El neerlandés es un idioma germánico
occidental que se habla en los Países Bajos (al nivel del mar)
desgajado del bajo alemán, rama del tronco
lingüístico germánico, tronco germánico que
también dio lugar al alto alemán (alemán antiguo
que dio lugar al alemán actual). Lo hablan los holandeses y los
flamencos del norte de Bélgica. En el siglo XVI, los
Países Bajos se independizaron de España. Holanda
estableció su capital en Ámsterdam y desarrolló
una nueva clase de embarcaciones ligeras y gran capacidad de carga. Con
estos nuevos buques, se convirtió en una gran potencia comercial
naval, por eso nos llegan varios términos marinos del
neerlandés, como por ejemplo: babor, bauprés, corbeta, demarrar, dique, duna, estribor, filibustero, flete, pólder, y tinglado. Estos navegaban tanto, que a veces se enfermaban; de ahí la palabra escorbuto.
Del neerlandés también nos han llegado: berbiquí, brandy, cabaret, crujir, duna, flamenco, garlopa, macarra, maniquí, placaje y rebenque.
Siglo XV: Castellano1 y descubrimiento de América
El año 1492 es clave para nuestro idioma. Ese
año, los monarcas católicos Isabel de Castilla y
Fernando de Aragón, expulsan a los árabes musulmanes
(moros) de su última
fortaleza en la ciudad de Granada. Estos adoptan el castellano1
como la lengua oficial de España. En ese mismo año se
publican los primeros diccionarios y libros de gramática.
Cristóbal Colón descubre América
también en esa fecha. El descubrimiento de
América proporciona a Europa nuevos productos y nuevas palabras.
Estas palabras vienen del mapuche,
maya,
náhuatl,
quechua
y taíno, por ejemplo: cacique,
chocolate,
cigarro,
papa,
tiza,
y tomate.
Los Reyes Católicos no solo imponen su
idioma sino también la religión. De la
Inquisición Española tomamos palabras como: encomienda,
hereje,
converso y
marrano.
Siglo VIII-XIV: Los Árabes
Así como hoy nos quejamos del inglés y
Monlau se quejaba del francés, Ramón
Menéndez Pidal, en su libro Historia de la Lengua
Española, nos explica lo siguiente sobre los
cristianos jóvenes quienes vivían bajo el dominio
musulmán:
“Enamorados de la erudición
musulmana, sólo se deleitaban en los versos y las
fábulas árabes, sólo leían los
libros de los infieles, así que desconocían los
textos latinos, olvidando su propio idioma”.
Durante casi 800 años (de 711 a 1492), los árabes ocuparon gran parte de los territorios que ahora llamamos España. Trajeron nuevas tecnologías, ciencias y organización política. Estos no implantaron el árabe ni la religión musulmana, pero su idioma se extendió por los territorios ocupados, especialmente al sur, conviviendo con hablas románicas derivadas del latín usadas por los cristianos. Cuando los musulmanes fueron expulsados por los Reyes Católicos y sus tierras repobladas por cristianos que hablaban lenguas romances, la lengua árabe se perdió, pero dejó más de cuatro mil arabismos en el castellano. Palabras de origen árabe, o que vienen del latín, griego y otras lenguas, pero a través del árabe, incluyen:
- Muchas palabras que empiezan por "al-": alacrán, albóndiga, alcázar, aldea, alfil, alfombra, algarabía, algodón, alhaja, almacén, almanaque, alquería y alubia.
-
Al- en árabe es equivalente a los artículos españoles el o la. Cuando está antes de z- - (y otras cuantas letras como d-, r-, s- etc.) se asimila. Así tenemos: azabache, azafata, azafrán, azar, azimutal, azófar, azotea, azúcar y azulejo.
- Algunas de las palabras con la letra 'h' interna: alfahar, azahar, almohada y zanahoria.
- El sistema gráfico de los signos numerales (0,1,2,3,4,5,...) y palabras como: álgebra, algoritmo, cifra y adarme.
- Términos relacionados con sustancias y la química: albayalde, alcalino, alquimia, ámbar, aceite, alcohol, café, elíxir, soda y tabaco.
- Nombres de varias plantas y flores: acelga, albaca, alcachofa, alcanfor, alheña, alfalfa, algarabía, algazul, alhelí, altramuz, alubia, azafrán, amapola, añil, azucena, azahar, espinaca, jazmín y lila.
- Palabras relacionadas con la producción de dulces: azúcar, cande, jarabe, sirope y zafra.
- Léxico de la astronomía: Aldebarán, Alcor, Altaír, Betelgeuse, Deneb, Rigel, Vega, etc.
- Palabras que identifican algunos oficios: albañil, albéitar, alfaquín, azafata y truchimán.
- Algunas palabras que se refieren a la organización político-militar: califato, emirato, adalid, alcalde, alcaide, alférez, alferza, alguacil, almirante, almojarife, emir, jeque, soldán, sultán, valí y visir.
- Palabras vinculadas a la religión y sus seguidores: islam, musulmán, mahometano, almuédano, muecín, mezquita, Corán, Sunna, sunnita, chiita, talibán,
- Palabras relacionadas con el comercio: aduana, alhóndiga, almacén, almoneda, arancel, maravedí, tara y tarifa
- Palabras asociadas con pesos y medidas: almud, arroba, azumbre, cahíz, fanega y quilate.
- Otras relacionadas con la construcción de alcantarillas, pozos de aguas y drenaje: acequia, albañal, alberca, alcantarilla, aljibe y atarjea.
- Algunas vestimentas: albornoz, mameluco.
- Piedras preciosas y joyas: ajorca, arracada, alhaja, zircón y zafiro .
- Unos instrumentos musicales: albogues, laúd, guitarra, matraca, rabel y tambor.
- Varios topónimos: Albacete, Alicante, Almudena, Andalucía, Calatayud, Ceuta, Gibraltar, Guadalajara y Guadalquivir.
- Y otras palabras: ajedrez, asesino, ensaimada, jaqueca y serendipitoso.
Siglos V: Invasión germánica
En el siglo V pueblos germánicos invaden y saquean Roma.
Esto marca el fin de Imperio romano. Durante estás invasiones el
latín vulgar adopta muchas palabras germánicas de
carácter bélico. Así vemos que werra, de donde tenemos guerra, sbstituyó a bellum, rauben (robar) a furor (hurtar) y helm (yelmo) a galea (gálea). De este tiempo tenemos también: banda, bigote y
brindis.
Siglos V-VIII: Creación del Castellano
Antiguamente Europa estaba regida por los romanos y todo el Imperio
occidental
hablaba
latín. Después de la invasión de los bárbaros en el siglo V y la caída
del Imperio, no había un
gobierno central y los territorios se dividieron en reinos, cada cual
con su rey y su castillo. Los castillos eran necesarios para protegerse
de saqueos de reinos vecinos. Tampoco había escuelas que
estandarizaran el idioma. La mayoría de la gente era analfabeta
y el idioma se trasmitía oralmente. Después de cientos de
años, la gente de un castillo hablaba diferente al del
otro. Así vemos
que los términos castellano y catalán, ambos derivados del castellum
latino, significan lenguaje del
castillo en latín: Ver: castellano, catalán y castillo.
El castellano y el catalán son considerados lenguas romances,
pues son una deformación del latín, idioma hablado por
los romanos, de Roma. Es
similar a el coa y el lunfardo que son una
deformación del castellano o el ebonics
(dialecto usado por los negros de Estados Unidos), una
deformación del inglés. Pero el castellano no es una
deformación del latín clásico de César,
Cicerón
o Plinio,
sino del latín vulgar, hablado por comerciantes y
soldados. Por lo tanto, podemos decir, que el latín vulgar es un latín
clásico mal hablado y el castellano,
un latín vulgar mal hablado.
El castellano se formó entre los años 500 y
800 después de Cristo. Para ese entonces, el Cristianismo era
la religión oficial y se perseguía cualquier
pensamiento científico. Se cerraron las escuelas y se quemaron
las bibliotecas. Europa era un vacío intelectual, lleno de
señores feudales ignorantes, que hasta se habían olvidado de hablar
bien el latín. El resultado de esto fue que la mayoría de
la
gente (excepto los curas que leían la Biblia y seguían
dando la misa en latín, aunque nadie los entendieran), no
sabía leer y tenían un vocabulario muy reducido. Las
palabras que formaban su repertorio vernáculo las llamamos palabras
patrimoniales
o vulgarismos.
Las palabras patrimoniales siguen ciertas reglas cuando llegan del
latín al castellano. A eso lo llaman "evolución
fonética".
Siglos III-VIII: d.C. Cristianismo y Hebreo Bíblico
El emperador romano Constantino adoraba a Mitra (dios del Sol), pero un
día tuvo un sueño en el cual vio una cruz dentro de un
sol con la inscripción "vence con esto". Fue así que se
declaró cristiano e impartió el cristianismo a todo el
mundo occidental (ver: Pagano, Dios,
IHS, panteón, Domingo, Káiser,
Panteón y Villano).
El cristianismo está basado en la Biblia que incluye el antiguo testamento, el cual fue escrito en hebreo. De ahí que muchas palabras hebreas pasaron al griego y latín bíblicos. Como por ejemplo: Jesús, Jehová, Adán, Eva, Mesías, Abraham, Abel, Juan, María, Salomón, Jonas, Jerusalén, Belén, Galilea, armagedón, fariseo, macabeo, querubín, serafín, edén, hanuca, higo, pascua, armagedón, sábado, amén, aleluya, hosanna, zafiro, etc.
Siglos I a.C. - V d.C.: Imperio Romano y el Latín
El Imperio romano empezó con Julio
César (102-44 a.C.) quien conquisto muchos territorios y otorgó
ciudadanía a mucha gente lejos de la capital. Luego se expandió con
César Augusto (63-14 d.C.), que con su Pax Romana, expandió el
dominio y la cultura romana.
El latín era el idioma de los habitantes de una provincia en el centro de Italia, al sur de Roma, llamada Lacio (Latium).
Este se convirtió en el idioma oficial de Roma occidental y con
los romanos se expandió por toda Europa. Como mencionamos antes,
el castellano o español es una lengua romance, pues
evolucionó del latín, lengua hablada por los romanos.
El latín no es una lengua fija y estática, sino que ha
sufrido muchísimos cambios durante los siglos de su existencia.
- Antes del Imperio (s III-s. I a.C.), tenemos el latín preclásico, con mucha influencia griega. Ahí es cuando se destacan autores como Plauto y Terencio.
- El latín clásico (s. I a.C. a comienzos del s. I d.C.)
es el que era usado al principio del Imperio y encontramos en obras de César, Cícerón, Horacio y Virgilio, quienes son considerados de la época de oro.
- Después siguió la época de plata, el latín post-clásico (s.I - II d.C.). Este latín consta con autores como Ovidio, Plinio, Séneca y Tácito.
- En el siglo III el cristianismo toma el poder. Esta es la época del latín tardío usado en las primeras traducciones de la Biblia, o sea, la Vetus Latina.
- En los siglos s IV y V se desarrolla el bajo latín,
pues a los religiosos del momento, preferían un lenguaje
más simple y aceptable para la gente común, que el
lenguaje elegante usado por los clásicos.Este es el latín usado por escritores como San Agustín y San Jerónimo.
En paralelo al lenguaje escrito usado por
los intelectuales, coexistieron el lenguaje hablado por la gente común y el hablado por los
analfabetas. El latín hablado por los analfabetas y gente común es
llamado "latín vulgar".
Como el territorio del Imperio era muy vasto, cada región
exhibía ciertas diferencias, dependiendo del sustrato local.
Después de la caída del Imperio, estás diferencias
con el tiempo generaron idiomas nuevos, las lenguas romances.
Siglos VII - III a.C.: Griego
Los griegos se lanzaron a fundar colonias en el
Mediterráneo
a partir del s. VIII a. C. Así fundaron muchas en el sur de
Italia. También los griegos de Focea fundaron la colonia de
Marsella (Massalia en sus orígenes) en Francia en el año 600 a.C. y luego se acercaron al
extremo norte de las costas de Hispania y fundaron Ampurias (del término griego pronunciado /empórion/)
hacia el año 575 a.C., una colonia griega
en
España, justo al lado de la frontera con Francia y a la orilla
del Mediterráneo, y desde allí comerciaron con
algunos
pueblos indígenas. Incluso el nombre antiguo de España e Italia era
Hesperia, del griego ῾Εσπέριος (Hesperios = Tierra del
Occidente), ver hespérico y Hespérides.
Después Alejandro de Macedonia conquistó
Grecia y el Medio
Oriente. Construyó la ciudad de Alejandría en Egipto e impuso la koiné
(griego popular), lo cual permitió difundir las ideas griegas
y también absorber y unir las ideas de otras culturas. El
periodo que va desde la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.) hasta la muerte de
Cleopatra (30 a.C.) se conoce como "helenismo".
Durante este periodo es cuando se traduce el Antiguo Testamento a la
koiné y también cuando se popularizan las ideas de
Homero (c. VIII a.C.), Esopo
(c. VI a.C.), Sócrates (470AC - 399AC), Platón
(428AC - 347AC),
Diógenes (404-323 a.C.), Aristóteles (385
a.C. - 322AC) y Pirrón (360-270
a.C.). Desde entonces el Mediterráneo Oriental
habló griego, incluso cuando después fue incorporado
al
Imperio Romano.
Roma y el latín tuvieron una gran influencia griega.
Aunque Roma venció a Grecia, la cultura y el idioma
griego continuó a la par del latín y formaba parte de
la
educación en Roma (ver
magisterio). Así que entre las palabras latinas, la gran mayoría de
las cultas y académicas son de origen
griego, como por ejemplo: gramática, ortografía, matemáticas, artitmética, geometría,
trigonometría, astrología, teología, botánica, filosofía, ética, música, retórica,
política,
poesía,
programa,
teatro, comedia, drama, episodio, orquesta, escuela, academia, etc.
Así vemos que los romanos cultos hablaban griego. César se comunicaba
en griego con Cleopatra y, según dicen, sus últimas palabras al ser
asesinado fueron en griego: καὶ σύ, τέκνον (kai su, teknon = tu
también hijo). Muchas obras de Cicerón y Plinio incluyen traducciones
del griego. Además, antes de la caída del Imperio, Roma se
dividió en dos. En la parte occidental se hablaba
latín, pero en la oriental, luego llamada bizantina, se hablaba
griego. Ver: Estambul,
bizantinismo,
Discusiones
Bizantinas, tetrarquía.
Es interesante notar que en el siglo VI, cuando recién
empezó a formarse el castellano, después de la
caída del Imperio romano occidental, el Imperio oriental
encabezado por Justiniano reconquistó parte de territorios de
Hispania que habían tomado las tribus germánicas. Estos
territorios se les llamó "hispanobizantinos" y duró un siglo.
A partir del Renacimiento, los científicos acudieron al griego para formar nuevas palabras. Muchos términos
médicos derivan del griego, por ejemplo: acrofobia,
acromegalia, cirrosis,
dislexia, laparoscopia,
etc.
Lenguas indoeuropeas
El latín y el griego son lenguas
indoeuropeas. Al estudiar los diferentes idiomas del mundo, unos
eruditos franceses se dieron cuenta de que había ciertas
palabras (mama, por ejemplo) que casi todas las lenguas tenían
en común. Entonces compararon al griego y al latín
clásicos con el sánscrito y encontraron que
también la gramática era muy parecida. Así
dedujeron que estos idiomas venían de una lengua materna
común a la cual llamaron proto-indoeuropeo, palabra formada por proto- (antes) -indo-
(del sánscrito) -europeo (del griego y latín
clásicos). Se piensa que esta lengua se originó
más de 6000 años atrás y es la lengua madre
que generó las lenguas que hablan casi más de la
mitad de los habitantes del mundo. De este
modo,
la inmensa mayoría de nuestras palabras, por ser latinas o
incluso griegas, son indoeuropeas. Podemos citar casi cualquiera como
Dios,
madre,
orgasmo,
padre,
y rey.
Otros aportes lingüísticos
Bueno, eso no es todo. Todavía me faltó
hablar de:
- Euskera: Algunos filólogos explican que el idioma
vasco
influyó en el hecho de que tengamos sólo cinco
vocales
sin variantes de apertura y en la
pérdida de la consonante inicial f (ver: hervir,
fervor y vilo). El
Euskera es una lengua
pre-indoeuropea que se mantuvo aislada en el norte de
España sin convivir demasiado con el latín. Es de
origen
desconocido y es previo y diferente a las lenguas indoeuropeas. Del
Euskera tomamos las siguientes palabras: alud, aquelarre, charro, chaparro, chatarra, izquierda, mochila, órdago, pacharán
y zamarra.
- Ibérico: Otra lengua hispana no
indoeuropea previa a la
llegada de los romanos. Algunos piensan que algunos topónimos
acabados en "rri" y la palabra vega podrían venir
del
ibérico, así como la propia palabra Iberia,
ibérico y el nombre del río Ebro.
- Celta: Lengua indoeuropea hablada en lo
que hoy es
Francia, Irlanda y Gran Bretaña, y también en el
centro
de España antes de la llegada de los romanos (en la variante
celtibérica). Del celtalalín tomamos: bíbabro, braga, brío, camino, carpintero, camisa, druida, perol, taladro y virar.
- Catalán: Lengua romance
también derivada
del latín como el español y que ha convivido con
él durante siglos. En realidad también nos aporta
palabras derivadas del latín, pero de otro modo. De
ahí
tomamos: alioli, añorar,
armatoste, bagre, bajel, borracho, bosque, butifarra, cantimplora, capicúa,
chuleta, clavel, cohete, confite, congoja, escarola, fideuá, forastero, litera, moscatel, orate, orgullo, novel, paella, peseta, picaporte, pote, prensa, seo y muchas más.
- Caló: Es una variante de habla
de los gitanos
españoles cada vez más perdida. En realidad es una
variante del romaní, pero en la práctica pierde sus
reglas propias y se adapta a las reglas del castellano o del idioma
donde vivan, con lo cual más que una lengua es un conjunto de
vocabulario propio. De ahí tomamos las palabras achares,
chalado, chamuyo, chungo, junar, gachó
y gil.
- Lenguas africanas: Los esclavos
africanos traídos a
América también influenciaron al español,
con
palabras como: bachata, banana,
bembé, malanga, marimba, bongo, caimán, conga, cumbia, mambo, marimba, mucama,
ñame, quilombo, vudú
y zombi.
Notas:
- Ha habido cierta controversia si se debería decir
castellano o español para
referirse a la lengua oficial de España y la mayoría
de los países latinoamericanos. La lengua oficial en toda
España, según la Constitución de 1978, es el
castellano, por eso muchas personas se refieren al castellano como
español (el idioma de España), aunque el
catalán, gallego y euskera también son lenguas
oficiales en sus respectivas Comunidades Autónomas
(Cataluña, Galicia y País Vasco). La Real
Academia Española explica que esta polémica ya
está superada y que se prefiere el término español.
Ver el:
Diccionario Panhispánico de Dudas y castellano.
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