Lenguas y culturas que influyeron en el léxico del español

Lenguas y culturas que influyeron en el léxico del español

Valentín Anders - Primera publicación febrero del 2003 - Última actualización septiembre del 2020.

Antes me enojaba al ver como el influjo del inglés va cambiando nuestra manera de hablar. Su influencia se ve en todos los medios de comunicación, en todas las profesiones y en todos los países hispanos. Eso fue hasta que me dí cuenta que el español1 es una lengua viva, que se ha ido enriqueciendo con los aportes de las diferentes culturas a través del tiempo. Esta página da un pequeño resumen histórico.

Siglos: XX- XXI Inglaterra / Estados Unidos

Napoleón pierde en Waterloo contra los Ingleses, en 1815. Los ingleses forman un gran imperio naval. En 1945, Estados Unidos es la única economía que sobrevive la Segunda Guerra Mundial (por entrar tarde, no tener grandes conflictos bélicos en su territorio y resultar vencedor) y se convierte en la gran potencia mundial. Estados Unidos extiende su cultura a través de la música, la cinematografía y la tecnología. Así vamos adoptando palabras como: cocktail, fan, K.O., metrosexual, nylon, O.K. radar, snob, S.O.S., sheriff, WC, whisky y yanky. Estados Unidos e Inglaterra inventan muchas máquinas, lo cual libera a sus ciudadanos de hacer trabajos manuales y les permite a dedicarse a los deportes. Muchas palabras relacionadas con los deportes nos llegan del inglés, por ejemplo: baseball, basketball, box, corner, futból, gol, hockey y offside.

Es interesante notar que no solo tomamos palabras directamente del inglés. El inglés tiene otras maneras de influir sobre nuestra manera de hablar:

  • Unas palabras castellanas se van de viaje por el inglés y después regresan con acento (ver: barbecue, bukarú).
  • A veces re-descubrimos palabras que ya teníamos, ver: gay, sponsor, stereo y versus.
  • Otras veces nos regalan latinismos crudos, esos que terminan en -um, como: memorandum, solarium, tandem, ultimatum, etc.
  • A veces tomamos palabras inglesas (por lo general a través del francés), para expresar ideas que en inglés se dicen de modo diferente, ver: crack, smoking y footing.
  • Y otras veces cambiamos el significado de nuestras propias palabras. Ver:
    • cachar (cornear, de cacho) -> atrapar al vuelo, de to catch
    • ganga (barato) -> pandilla, de gang
    • gringo (extranjero, de griego) -> inglés (despectivamente), de green grow o de green go
    • guagua (bebé) -> bus, de wagon
    • guaya (lamento) -> cable, de wire
    • pana (avería) -> amigo, de partner
    • presea (premio) -> presionar, de to press

Siglos: XVIII y XIX: la Ilustración y Napoleón

El siglo XVIII, se conoce como el "Siglo de las Luces" o "la Ilustración". Este es el tiempo del escritor francés, Voltaire (1694-1778), la Revolución francesa y la independencia estadounidense de Inglaterra.

En este siglo, el francés tuvo gran influencia cultural en toda Europa. Además en el XIX, Napoleón Bonaparte se apodera de gran parte de Europa, incluyendo España donde instala a su hermano Giuseppe Buonaparte (Pepe Botella). Del francés nos llegan palabras como: bebé, bisutería, bulevard, boutique, buró, burocracia, carnet, chasis, chofer, dossier, furgón, jardín, parqué, sabotaje y toilette.

Los franceses son reconocidos en el mundo por su gastronomía. Muchas expresiones palabras y relacionadas con la comida nos llegan del francés. Por ejemplo: a la meunière, a la Parmentier, a point, au gratin, au jus, au naturel, au poivre, bon appétit, foie gras, bistro, bufé, chef, croissant, entrecot, filete, fresa, fricandó, garzón, margarina, marmitaco, mayonesa, menú, merengue, mermelada, puré, poché, quiche, restaurante, soufflé y torta. También son reconocidos por sus diseños de ropa. De ahí nos vienen: biquini, blusa, boga, botón, chal, chapó, chaqueta, maniquí, moda, y pantalón.

Muchos términos del léxico automovilístico provienen del francés, por ejemplo: biela, bobina, bujía, cabriolé, chasis, chófer, cupé, capó, gicleur, garaje, limusina, llanta, pana, peaje y polea.

Igual que hoy nos quejamos del inglés, el doctor Pedro Felipe Monlau (1808-1871), se quejaba del francés en su Diccionario Etimológico publicado en 1856:

Y no solo introduce el francés palabras nuevas para el castellano1, o romanceadas á la francesa, sino que altera á veces la acepcion de las castizas, y tiende á hacernos adoptar nuevos giros y á bastardear nuestra sintáxis, destruyendo todo lo que constituye el que una lengua pueda llamarse verdadero idioma, es decir lengua propia y específica. Esas tendencias se hallan favorecidas por a circunstancia de haberse generalizado bastante el estudio del francés, por la de estar las personas doctas muy familiarizadas con la lectura de libros y periódicos franceses, y sobre todo por el sinnúmero de traducciones que se dan á luz hechas por sujetos que ni comprenden bien el francés, ni saben escribir en castellano.

Siglos: XVI-XVII: el Renacimiento

A este período le conoce como "Renacimiento", pues "renace" la admiración hacia las antiguas culturas griega y romana. El Renacimiento empieza en Italia y se difunde por toda Europa con la ayuda de la imprenta (ver Biblia). Este es el periodo de grandes escritores (Dante, Petrarca y Boccacio), científicos (Galileo) y artistas (Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y Rafael). Del italiano tomamos palabras como: a cappella, boceto, cuarteto, folleto, libreto, diseño, escopeta, modelo, novela y piano.

El renovado amor a lo grecorromano introduce muchos cultismos en el castellano1. Los cultismos son palabras introducidas por escritores y científicos para designar conceptos carentes en el lenguaje actual. Los cultismos son tomados directamente del latín o el griego clásico, por lo tanto no sufren las transformaciones normales de las palabras patrimoniales. Las voces patrimoniales también llegan del latín, pero van experimentando cambios fonéticos y semánticos a medida que el idioma va evolucionando.

Durante la Edad Media, el Renacimiento y hasta el siglo XVIII, el latín fue la lingua franca de Europa, es decir, las universidades, la Iglesia y la diplomacia se comunicaban en latín. Por otra parte, durante el renacimiento empieza el re-descubrimiento del Helenismo y las personas que aprenden de Homero, Sócrates, Platón y Esopo son consideradas cultas. Aunque no todas, muchas palabras que terminan en ia (anatomía, economía, energía, etimología, histeria, historia, y mesopotamia) e ica (matemática, y política) son cultismos.

Siglo: XVI Países Bajos

El neerlandés es un idioma germánico occidental que se habla en los Países Bajos (al nivel del mar) desgajado del bajo alemán, rama del tronco lingüístico germánico, tronco germánico que también dio lugar al alto alemán (alemán antiguo que dio lugar al alemán actual). Lo hablan los holandeses y los flamencos del norte de Bélgica. En el siglo XVI, los Países Bajos se independizaron de España. Holanda estableció su capital en Ámsterdam y desarrolló una nueva clase de embarcaciones ligeras y gran capacidad de carga. Con estos nuevos buques, se convirtió en una gran potencia comercial naval, por eso nos llegan varios términos marinos del neerlandés, como por ejemplo: babor, bauprés, corbeta, demarrar, dique, duna, estribor, filibustero, flete, pólder, y tinglado. Estos navegaban tanto, que a veces se enfermaban; de ahí la palabra escorbuto.

Del neerlandés también nos han llegado: berbiquí, brandy, cabaret, crujir, duna, flamenco, garlopa, macarra, maniquí, placaje y rebenque.

Siglo XV: Castellano1 y descubrimiento de América

El año 1492 es clave para nuestro idioma. Ese año, los monarcas católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, expulsan a los árabes musulmanes (moros) de su última fortaleza en la ciudad de Granada. Estos adoptan el castellano1 como la lengua oficial de España. En ese mismo año se publican los primeros diccionarios y libros de gramática.

Cristóbal Colón descubre América también en esa fecha. El descubrimiento de América proporciona a Europa nuevos productos y nuevas palabras. Estas palabras vienen del mapuche, maya, náhuatl, quechua y taíno, por ejemplo: cacique, chocolate, cigarro, papa, tiza, y tomate.

Los Reyes Católicos no solo imponen su idioma sino también la religión. De la Inquisición Española tomamos palabras como: encomienda, hereje, converso y marrano.

Siglo VIII-XIV: Los Árabes

Así como hoy nos quejamos del inglés y Monlau se quejaba del francés, Ramón Menéndez Pidal, en su libro Historia de la Lengua Española, nos explica lo siguiente sobre los cristianos jóvenes quienes vivían bajo el dominio musulmán:

Enamorados de la erudición musulmana, sólo se deleitaban en los versos y las fábulas árabes, sólo leían los libros de los infieles, así que desconocían los textos latinos, olvidando su propio idioma”.

Durante casi 800 años (de 711 a 1492), los árabes ocuparon gran parte de los territorios que ahora llamamos España.  Trajeron nuevas tecnologías, ciencias y organización política. Estos no implantaron el árabe ni la religión musulmana, pero su idioma se extendió por los territorios ocupados, especialmente al sur, conviviendo con hablas románicas derivadas del latín usadas por los cristianos. Cuando los musulmanes fueron expulsados por los Reyes Católicos y sus tierras repobladas por cristianos que hablaban lenguas romances, la lengua árabe se perdió, pero dejó más de cuatro mil arabismos en el castellano. Palabras de origen árabe, o que vienen del latín, griego y otras lenguas, pero a través del árabe, incluyen:

Siglos V: Invasión germánica

En el siglo V pueblos germánicos invaden y saquean Roma. Esto marca el fin de Imperio romano. Durante estás invasiones el latín vulgar adopta muchas palabras germánicas de carácter bélico. Así vemos que werra, de donde tenemos guerra,  sbstituyó a bellum, rauben (robar) a furor (hurtar) y helm (yelmo) a galea (gálea). De este tiempo tenemos también: banda, bigote y brindis.

Siglos V-VIII: Creación del Castellano

Antiguamente Europa estaba regida por los romanos y todo el Imperio occidental hablaba latín. Después de la invasión de los bárbaros en el siglo V y la caída del Imperio, no había un gobierno central y los territorios se dividieron en reinos, cada cual con su rey y su castillo. Los castillos eran necesarios para protegerse de saqueos de reinos vecinos. Tampoco había escuelas que estandarizaran el idioma. La mayoría de la gente era analfabeta y el idioma se trasmitía oralmente. Después de cientos de años, la gente de un castillo hablaba diferente al del otro. Así vemos que los términos castellano y catalán, ambos derivados del castellum latino, significan lenguaje del castillo en latín: Ver: castellano, catalán y castillo.

El castellano y el catalán son considerados lenguas romances, pues son una deformación del latín, idioma hablado por los romanos, de Roma. Es similar a el coa y el lunfardo que son una deformación del castellano o el ebonics (dialecto usado por los negros de Estados Unidos), una deformación del inglés. Pero el castellano no es una deformación del latín clásico de César, Cicerón o Plinio, sino del latín vulgar, hablado por comerciantes y soldados. Por lo tanto, podemos decir, que el latín vulgar es un latín clásico mal hablado y el castellano, un latín vulgar mal hablado.

El castellano se formó entre los años 500 y 800 después de Cristo. Para ese entonces, el Cristianismo era la religión oficial y se perseguía cualquier pensamiento científico. Se cerraron las escuelas y se quemaron las bibliotecas. Europa era un vacío intelectual, lleno de señores feudales ignorantes, que hasta se habían olvidado de hablar bien el latín. El resultado de esto fue que la mayoría de la gente (excepto los curas que leían la Biblia y seguían dando la misa en latín, aunque nadie los entendieran), no sabía leer y tenían un vocabulario muy reducido. Las palabras que formaban su repertorio vernáculo las llamamos palabras patrimoniales o vulgarismos.

Las palabras patrimoniales siguen ciertas reglas cuando llegan del latín al castellano. A eso lo llaman "evolución fonética".

Siglos III-VIII: d.C. Cristianismo y Hebreo Bíblico

El emperador romano Constantino adoraba a Mitra (dios del Sol), pero un día tuvo un sueño en el cual vio una cruz dentro de un sol con la inscripción "vence con esto". Fue así que se declaró cristiano e impartió el cristianismo a todo el mundo occidental (ver: Pagano, Dios, IHS, panteón, Domingo, Káiser, Panteón y Villano).

El cristianismo está basado en la Biblia que incluye el antiguo testamento, el cual fue escrito en hebreo. De ahí que muchas palabras hebreas pasaron al griego y latín bíblicos. Como por ejemplo: Jesús, Jehová, Adán, Eva, Mesías, Abraham, Abel, Juan, María, Salomón, Jonas, Jerusalén, Belén, Galilea, armagedón, fariseo, macabeo, querubín, serafín, edén, hanuca, higo, pascua, armagedón, sábado, amén, aleluya, hosanna, zafiro, etc.

Siglos I a.C. - V d.C.: Imperio Romano y el Latín

El Imperio romano empezó con Julio César (102-44 a.C.) quien conquisto muchos territorios y otorgó ciudadanía a mucha gente lejos de la capital. Luego se expandió con César Augusto (63-14 d.C.), que con su Pax Romana, expandió el dominio y la cultura romana.

El latín era el idioma de los habitantes de una provincia en el centro de Italia, al sur de Roma, llamada Lacio (Latium). Este se convirtió en el idioma oficial de Roma occidental y con los romanos se expandió por toda Europa. Como mencionamos antes, el castellano o español es una lengua romance, pues evolucionó del latín, lengua hablada por los romanos.

El latín no es una lengua fija y estática, sino que ha sufrido muchísimos cambios durante los siglos de su existencia.

  • Antes del Imperio (s III-s. I a.C.), tenemos el latín preclásico, con mucha influencia griega. Ahí es cuando se destacan autores como Plauto y Terencio.
  • El latín clásico (s. I a.C. a comienzos del s. I d.C.) es el que era usado al principio del Imperio y encontramos en obras de César, Cícerón, Horacio y Virgilio, quienes son considerados de la época de oro.
  • Después siguió la época de plata, el latín post-clásico (s.I - II d.C.). Este latín consta con autores como Ovidio, Plinio, Séneca  y Tácito
  • En el siglo III el cristianismo toma el poder.  Esta es la época del latín tardío usado en las primeras traducciones de la Biblia, o sea, la Vetus Latina
  • En los siglos s IV y V se desarrolla el bajo latín, pues a los religiosos del momento, preferían un lenguaje más simple y aceptable para la gente común, que el lenguaje elegante usado por los clásicos.Este es el latín usado por escritores como San Agustín y San Jerónimo.

En paralelo al lenguaje escrito usado por los intelectuales, coexistieron el lenguaje hablado por la gente común y el hablado por los analfabetas. El latín hablado por los analfabetas y gente común es llamado "latín vulgar". Como el territorio del Imperio era muy vasto, cada región exhibía ciertas diferencias, dependiendo del sustrato local. Después de la caída del Imperio, estás diferencias con el tiempo generaron idiomas nuevos, las lenguas romances.

Siglos VII - III a.C.: Griego

Los griegos se lanzaron a fundar colonias en el Mediterráneo a partir del  s. VIII a. C. Así fundaron muchas en el sur de Italia. También los griegos de Focea fundaron la colonia de Marsella (Massalia en sus orígenes) en Francia en el año 600 a.C. y luego se acercaron al extremo norte de las costas de Hispania y fundaron Ampurias (del término griego pronunciado /empórion/) hacia el año 575 a.C., una colonia griega en España, justo al lado de la frontera con Francia y a la orilla del Mediterráneo, y desde allí comerciaron con algunos pueblos indígenas. Incluso el nombre antiguo de España e Italia era Hesperia, del griego ῾Εσπέριος (Hesperios = Tierra del Occidente), ver hespérico y Hespérides.

Después Alejandro de Macedonia conquistó Grecia y el Medio Oriente. Construyó la ciudad de Alejandría en Egipto e impuso la koiné (griego popular), lo cual permitió difundir las ideas griegas y también absorber y unir las ideas de otras culturas. El periodo que va desde la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.) hasta la muerte de Cleopatra (30 a.C.) se conoce como "helenismo". Durante este periodo es cuando se traduce el Antiguo Testamento a la koiné y también cuando se popularizan las ideas de Homero (c. VIII a.C.), Esopo (c. VI a.C.), Sócrates (470AC - 399AC), Platón (428AC - 347AC), Diógenes (404-323 a.C.), Aristóteles (385 a.C. - 322AC) y Pirrón (360-270 a.C.). Desde entonces el Mediterráneo Oriental habló griego, incluso cuando después fue incorporado al Imperio Romano.

Roma y el latín tuvieron una gran influencia griega. Aunque Roma venció a Grecia, la cultura y el idioma griego continuó a la par del latín y formaba parte de la educación en Roma (ver magisterio). Así que entre las palabras latinas, la gran mayoría de las cultas y académicas son de origen griego, como por ejemplo: gramática, ortografía, matemáticas, artitmética, geometría, trigonometría, astrología, teología, botánica, filosofía, ética, música, retórica, política, poesía, programa, teatro, comedia, drama, episodio, orquesta, escuela, academia, etc.

Así vemos que los romanos cultos hablaban griego. César se comunicaba en griego con Cleopatra y, según dicen, sus últimas palabras al ser asesinado fueron en griego: καὶ σύ, τέκνον (kai su, teknon = tu también hijo). Muchas obras de Cicerón y Plinio incluyen traducciones del griego. Además, antes de la caída del Imperio, Roma se dividió en dos. En la parte occidental se hablaba latín, pero en la oriental, luego llamada bizantina, se hablaba griego. Ver: Estambul, bizantinismo, Discusiones Bizantinas, tetrarquía.

Es interesante notar que en el siglo VI, cuando recién empezó a formarse el castellano, después de la caída del Imperio romano occidental, el Imperio oriental encabezado por Justiniano reconquistó parte de territorios de Hispania que habían tomado las tribus germánicas. Estos territorios se les llamó "hispanobizantinos" y duró un siglo.

A partir del Renacimiento, los científicos acudieron al griego para formar nuevas palabras. Muchos términos médicos derivan del griego, por ejemplo: acrofobia, acromegalia, cirrosis, dislexia, laparoscopia, etc.

Lenguas indoeuropeas

El latín y el griego son lenguas indoeuropeas. Al estudiar los diferentes idiomas del mundo, unos eruditos franceses se dieron cuenta de que había ciertas palabras (mama, por ejemplo) que casi todas las lenguas tenían en común. Entonces compararon al griego y al latín clásicos con el sánscrito y encontraron que también la gramática era muy parecida. Así dedujeron que estos idiomas venían de una lengua materna común a la cual llamaron proto-indoeuropeo, palabra formada por proto- (antes) -indo- (del sánscrito) -europeo (del griego y latín clásicos). Se piensa que esta lengua se originó más de 6000 años atrás y es la lengua madre que generó las lenguas que hablan casi más de la mitad de los habitantes del mundo. De este modo, la inmensa mayoría de nuestras palabras, por ser latinas o incluso griegas, son indoeuropeas. Podemos citar casi cualquiera como Dios, madre, orgasmo, padre, y rey.

Otros aportes lingüísticos

Bueno, eso no es todo. Todavía me faltó hablar de:

Notas:

  1. Ha habido cierta controversia si se debería decir castellano o español para referirse a la lengua oficial de España y la mayoría de los países latinoamericanos. La lengua oficial en toda España, según la Constitución de 1978, es el castellano, por eso muchas personas se refieren al castellano como español (el idioma de España), aunque el catalán, gallego y euskera también son lenguas oficiales en sus respectivas Comunidades Autónomas (Cataluña, Galicia y País Vasco). La Real Academia Española explica que esta polémica ya está superada y que se prefiere el término español. Ver el: Diccionario Panhispánico de Dudas y castellano.

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