La palabra higo viene del latín ficus y este parece ser un vocablo muy antiguo, usado en el Mediterráneo antes de que se hablaran idiomas indoeuropeos. Parece estar relacionado con el fenicio pagh (higo semi-maduro) y el hebreo פג (fag = prematuro). La F inicial de ficus se perdió debido a una vieja tendencia del castellano que se inicia en el latín vulgar de ciertas zonas (ver entrada de Helena en: heñir).
El higo es una fruta muy antigua. Adán y Eva se taparon con "hojas de la higuera" [עלה תאנה - 'alēh t'ēnāh' ], según Génesis 3:7. Por ser una fruta tan antigua y conocida, muchas de las frutas descubiertas posteriormente, que son dulces, blandas y cubiertas de una cáscara resbaladiza, son asociadas con el higo, por ejemplo la tuna y el plátano (banana).
Referirse a la tuna, como ficus indica, es similar como en otros idiomas usan la manzana (pomo, el fruto prohibido) para nombrar a la papa (pomme de terre = pomo de tierra en francés) y el tomate (pomodoro = pomo di oro = pomo de oro en italiano).
Muchas de las palabras que nos llegan del hebreo pasan por el griego y el latín primero, siguiendo los pasos de la Biblia. Higo es una excepción, pues el griego tiene su propia palabra σῦκον (sikos). Así tenemos la palabra sicómoro, también por asociación al higo.
El latín ficus no viene del hebreo ni del fenicio. Lo que ha pasado es que una palabra que se le parece formalmente, que en hebreo es פג (fāgg), en arameo פָּגָּה / ܦܳܓܳܐ (pāggā) y en árabe فَجّ (faǧǧ) se usó para referirse a las brevas como higos prematuros, pero su significado no es 'higo' sino 'prematuro', 'fresco' o 'inmaduro'. Ni siquiera es éste el nombre de las brevas, que para eso ya estaba la palabra בִיכוּרָא (bīkūrāh), ár. باكورة (bākūra, étimo del español albacora). Tanto el latín ficus como el griego σῦκον vienen de una lengua previa mediterránea, pero no necesariamente semítica, pues está generalmente admitido que antes de que los hablantes de lenguas semíticas o indoeuropeas se asomaran a las orillas del Mediterráneo había en ellas hablantes de otras lenguas que hoy nos resultan desconocidas pero cuyas huellas aún se pueden rastrear en los léxicos de ambos grupos lingüísticos. En hebreo 'higo' se decía תְאֵנָה (tˀēnāh), de una raíz {tˀn} como en otras lenguas de la misma familia o asimiladas: acadio tittu, arameo תְּאֵינְתָּה / ܬܶܐܢܬܳܐ (tēntāh), árabe تين (tīn), suajili tini, maltés tina. Nada que ver con ficus.
¿Por qué se repite tanto el supuesto origen semítico de ficus/ σῦκον? La idea se les ocurrió en Alemania en el s. XIX, por el mero criterio de la pretendida similitud fagg-Feige, pero, a pesar de que hay publicadas evidencias en contra, se sigue repitiendo de manera acrítica lo del hebreo o el fenicio fagg, por ejemplo en la Wikipedia.
-Gracias: Joaqu1n
- Gracias: Helena
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