La palabra metrosexual fue acuñada en 1994 por el periodista británico Mark Simpson, usando las palabras metro de metrópolis (área urbana) y sexual (de sexo). Hoy se entiende como metrosexual al hombre que cuida su imagen y cuerpo en relacion al sexo siendo un estereotipo sexual.
El futbolista inglés David Beckham es considerado el símbolo mas resaltante de los metrosexuales. Él no solo se pinta las uñas con esmalte de color rosado, sino que también pasa mucho tiempo en los salones de belleza arreglándose el pelo o haciéndose mascarillas para el cutis. Incluso ha confesado que en algunas ocasiones visito la lencería de su esposa. Y si no fuera porque está casado con la bella Victoria Adams, es padre de dos niños y protagonista -dicen- de muchas conquistas, el mundo lo hubiera calificado de Homosexual. Pero con semejantes credenciales de virilidad, no pueden tildarlo de gay, prefieren llamarlo "extravagante". Lo cierto es que el estilo de vida del capitán de la selección inglesa de fútbol define exactamente el vocablo "metrosexual" que el inglés Mark Simpson inventó en 1994, y con el cual propagó el término que define a la masculinidad del siglo XXI como la de un varón narcisista que esta saliendo del closet. El metrosexual tipo es un joven urbano con dinero que va a los gimnasios preocupado por su aspecto físico y viste ropa de alta costura. No tiene reparos en aprender a cocinar y cuidar el jardín, tampoco reprime sus emociones: reconoce sentir miedo, expresa sentimientos, acepta su vulnerabilidad y hasta puede llorar en público. Como su nombre lo indica, estos nuevos hombres son hijos de las grandes metrópolis como: New York, Buenos Aires, Tokio y otras ciudades importantes. El metrosexual no es homosexual. El concepto no tiene nada que ver con su orientación sexual, sino con su movimiento sociocultural. En un artículo del diario norteamericano The New York Times se explica que estos muchachos se apropian concientemente de la cultura gay como un recurso para diferenciarse del montón de hombres "grises". El hecho que haya otros hombres que cuestionen la sexualidad es, incluso, parte de un juego que les gusta disfrutar. Allí están los actores Johnny Deep o Brad Pitt para probarlo: tienen citas periódicas en renombrados centros de belleza en Hollywood, o Londres y mantienen su físico con toda clase de tratamientos. Ellos no se interesan por los comentarios machistas que los tildan de raros, porque tienen una sexualidad definida -a diferencia de otros- y siempre están rodeados de mujeres hermosas.
- Gracias: Ciro Cabrera Córdova
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