CANDIL
La palabra candil procede del árabe andalusí qandîl (lámpara), que en árabe clásico es qindīl. En realidad esta palabra es de origen latino, lo que sucede es que muy probablemente el árabe la tomó en oriente del griego κανδήλη ("kandele") o κανδῆλα ("kandela"), formas que son el resultado de un préstamo del latín en el griego. En efecto el griego de época imperial romana lo tomó del latín candela (candela, vela). De candil derivamos encandilar y zascandil.
De la palabra latina candela nos llega también candela y candelabro. Este vocablo se forma con un viejo sufijo instrumental -la sobre la raíz de los verbos candēre (estar inflamado, brillar, ser blanco y brillante) y candĕre (inflamar, hacer que algo brille)
De la raíz de los verbos candēre y candĕre se derivan muchas palabras latinas que dan lugar a nuestros vocablos candente, cándido, candidato, candor, excandecer, incandescencia, incendio, incienso, encender, etc. Se vinculan estos verbos latinos a la raíz indoeuropea *kand- (brillar)
- Gracias: Helena