Etimología de CANINO

CANINO

Según el DLE (2019), la palabra canino o canina significa 'lo relacionado o propio del perro o can'; 'colmillo', 'excremento de perro'. Los caninos son cuatro dientes, dos en la mandíbula superior y dos en la inferior, de aspecto columnar, cónicos, con una raíz única y que se localizan entre el incisivo externo y el primer premolar. Son propios de los mamíferos a excepción de los ungulados (vacas, caballos, burros) y roedores (ratas, ratones, ardillas, castores).

Lo mismo que colmillo, que procede del latín vulgar columellus, columella, que es su forma femenina o 'pequeña columna'; canino proviene también del latín cănĭnus, a, um, a su vez de cănis, que significa 'perro', 'can'. Todos estos términos se asocian a la raíz indoeuropea *kwon- (perro) que Pokorny anota como k̑u̯on y que ha generado otras palabras, por ejemplo prociónido, apocinácea, canalla, Islas Canarias, canino, Canidae (o la familia de los cánidos, como perros, lobos, coyotes, chacales), canícula, etc. Aunque debemos tomar en cuenta que existen muchas palabras que inician con can- y no tienen absolutamente nada que ver con cănĭnus, cănis. Basta con citar algunos ejemplos: cannabis, Canadá, candela, cancha, cansancio, canana, canasta, cancelar, cáncer, cántaro y un prolongado etcétera.

Con la palabra cănis existen expresiones históricas del latín hablado en la época romana: canes venatici (perro de caza), tergeminus canis (el perro del dios griego Hades que tenía tres cabezas y vigilaba el inframundo de donde no podían salir los muertos ni entrar los vivos), canini dentes (los dientes del perro, es decir, sus colmillos o caninos). Y con cănĭnus: canina eloquentia (elocuencia mordaz o que muerde, del latín mordax, 'mordedor'), caninus philosophus (filósofo cínico), canina littera (la letra R, como le llamó Aulo Persio Flaco (s. I d.C.), debido a que su sonido recordaba al gruñido de un perro; ahora le llaman letra canina a la doble r o 'rr', por el mismo motivo, caninum prandium (comida o almuerzo de perro). Por cierto, perro, esa palabra tan común entre los que hablamos español tiene una etimología muy controversial.

Hace apenas unos días estuve conversando con una dentista y me comentó que en la jerga científica de su profesión se prohíbe llamar colmillos a los caninos humanos, aunque en realidad se trata de dos denominaciones latinas pero, como ya se mencionó, colmillo hace alusión a una pequeña columna, mientras que canino es literalmente 'diente de perro'. Creo que el motivo de este hecho está en que el término colmillo existe solamente en español e italiano; en portugués se dice colmilho. Pero en francés y en inglés se usa la palabra canine y no existe el vocablo colmillo o algo parecido.

No obstante que tanto colmillo como canino se documentan en español casi de manera simultánea desde el siglo XIII,creo que en este caso se decidió adoptar en odontología (voz que proviene del francés del siglo XVIII odontologie) el término canino en vez de colmillo, por el hecho de que buena parte de la información científica que configuró esta ciencia y fue fluyendo al español, procedía de estas últimas dos lenguas. Naturalmente, sin negar aportes importantes del español mismo y otros idiomas. Recordemos que la ciencia es universal.

Los dientes caninos eran llamados κυνόδοντος (kynódontos), de κυων = kyōn, 'perro', como en las palabras cínico y prociónido y ὀδών, ὀδοντος = odon, odontos, 'diente', literalmente "dientes de perro". Aristóteles (384-322 a.C.) los definió como los dientes que están entre los molares y los incisivos en cada mandíbula, propios de los perros y los leones. Años antes Hipócrates (460-370 a.C.), en sus aforismos, usó el nombre para señalar los caninos del hombre. Pero también se aplicó a los caninos inferiores de los caballos machos, porque las yeguas no tienen y además a los colmillos de las serpientes. También en latín se los llamó dentes columellares (dientes columnares o colmillos, de columella, 'columna pequeña'), que según Isidoro de Sevilla era su nombre popular, debido a que son largos y redondeados como los pilares o columnas. Sin embargo, durante la Edad Media y la Edad Moderna se siguió usando dentes canini. En los siglos XVI-XVII también fueron llamados dentes ocularii o dentes oculares, debido a que se sabía que su extracción ponía en riesgo al ojo o al nervio oculomotor. En el medievo se llegó a llamar a los caninos dens angularis (dientes angulares), por su posición que parece estar en los cuatro ángulos frontales de la boca. En el siglo XVIII surge además el término laniarii, del verbo latino lanio, laniare, 'desgarrar' como un carnicero. Aunque el nombre dominante fue naturalmente dentes canini.

En el latín clásico está documentado dentes canini en la obra De Medicina del enciclopedista romano Celso (s. I. d.C.). Isidoro de Sevilla (ss.VI-VII d.C.) dice que su nombre (canini) se debe a la similitud en funciones de estos dientes humanos con los del perro

Los "colmillos" del elefante son en realidad cada uno de los segundos incisivos superiores.

Fuentes:

- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

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