ASOMBRAR
La palabra asombrar no nos viene de un antiguo verbo latino, sino que es una creación moderna, ya en el español (ver: Historia del Español), a partir de la palabra sombra. Es una palabra parasintética que consiste en prefijación y sufijación. La radicación es la siguiente:- El prefijo verbal romance a-, como en abastecer, acreditar y agradar. Deriva del prefijo latino ad- (hacia) e indica la idea de aproximación y se relaciona con una raíz indoeuropea *ad- (a, cerca).
- La palabra sombra, del latín vulgar subumbra = "bajo la sombra". compuesta con:
- El prefijo sub- (debajo, de abajo hacia arriba), como en subasta, sublime, suburbio). Es vinculado a la raíz *upo- (debajo de), presente en el griego ὑπο- (hipo- = debajo de, como en hipocondríaco e hipocausto).
- La palabra umbra (sombra) de donde tenemos umbra, penumbra y umbela. Pokorny tiene a umbra bajo una raíz indoeuropea *wesperos- (anochecer), pero otros indoeuropeistas no comparten esta asociación. Según Watkins viene de *andho-, como tenemos aquí. Según de Vaan algunos expertos reconstruyen una raíz *unksra, a partir del lituano ùnksna (sombra), pero esto no es muy probable.
- El sufijo -ar (usado para crear verbos, como en: afilar, enredar y desvainar. ).
La combinación de a- + sustantivo + -ar es muy común, como podemos ver en:
-
acabar (a- + cabo + -ar);
-
aforar (a- + foro + -ar);
-
agarrar (a- + garra + -ar);
- alinear (a- + línea + -ar);
-
apreciar (a- + precio + -ar);
-
arreglar (a- + regla + -ar)
- arrostrar (a- + rostro + -ar);
-
asaltar (a- + salto + -ar);
- atornillar (a- + tornillo + -ar);
-
avergonzar (a- + vergüenza + -ar).
Una etimología popular dice que la formación del verbo asombrar sería:
- El prefijo ab-, a- (sacado de).
- El prefijo sub- (debajo de).
- La palabra umbra (sombra, ver: umbra y sombrero).
La idea sería la de "sacar (a alguien) de lo oscuro", "exponerle a la luz", "sorprender a alguien con una cualidad que se ignoraba o que se suponía menor o distinta".
Pero eso se llama "aclarar" o "alumbrar". La idea de asombrar es todo lo contrario. Según Corominas, nació en las caballerías, cuando se espantaban al ver una sombra. Luego, pasó a significar espantarse y sorprenderse. Estas son las semánticas según el DRAE:
- Asustar, espantar.
(Aquí vemos el sentido de miedo a "las sombras tenebrosas"). - Causar gran admiración.
(Dejar alguien bajo su sombra).
- Oscurecer un color mezclándolo con otro.
(Obviamente hacer que el color parezca que está bajo una sombra).
- Dicho de una cosa: Hacer sombra a otra.
Otra cosa que podemos añadir a esta correcta explicación es que las acepciones del DRAE muchas veces no están ordenadas con arreglo a primarias y secundarias, sino con arreglo a un criterio de frecuencia. El verbo asombrar, en efecto aproximar (ad-) algo o alguien a una situación de estar bajo la oscuridad (umbra), tanto en español como en portugués en que también existe o en catalán (donde conserva la doble ss, assombrar, debido a la asimilación de la d de ad- en portugués y en catalán por la mera necesidad de marcar la s sorda frente a la sonora, ya que es transcripción del castellano), tiene como sentido primario el de oscurecer (un color, una imagen...) o introducir cualquier cosa en la sombra u oscuridad. Pero inmediatamente se produce en sentido metafórico un desplazamiento que es un viejo recurso habitual en la lengua latina, y que tenemos presente en ofuscar (de fuscus, oscuro o negro, provocar un oscurecimiento que se aplica metafóricamente a la suspensión temporal de la claridad mental) y obnubilar (de nubila, niebla, bruma, oscuridad, o poner niebla a la mente y mermar el discernimiento. En el caso de asombrar es involucrar en una oscuridad que provoca pasmo y una cierta paralización (como al que se le va la luz de pronto), y por eso igual puede provocar terror y espanto que admiración ante una maravilla, o mera sorpresa. Una vez gestado además por derivación regresiva el sustantivo asombro, que ya se desvincula de toda referencia al hecho de oscurecer colores o sombrear, para referirse sólo al pasmo de lo sorprendente, el verbo adquiere un nuevo carácter de verbo causativo (los que indican una acción consistente en que otro haga otra o la experimente) de "producir asombro", o hacer que otro se asombre, lo que permite más variadas construcciones sintácticas.
- Gracias: Helena