Etimología de TRINIDAD

TRINIDAD

La palabra trinidad viene del latín trinitas formada del adjetivo latino trinus (de tres), con la raíz tri- (tres, como en tribu y triceps), el sufijo -inus (pertenencia, como en felino y mediastino) más el sufijo -tat (-dad, cualidad, como en deidad, diversidad y probabilidad).

En teología cristiana se refiere al dogma que postula la existencia de tres personas "el Padre, el Hijo y el Espirito Santo", pero que son un solo Dios. Es un poco complicado para los cristianos, pues mezclan tres dioses en uno. Para los musulmanes es más sencillo: "Hay un solo Dios, Aláh, y Mahoma es su profeta". Esta diferencia en idiología causó grandes debates y guerras, ver: "Armarse la de Dios es Cristo".

Otras palabras compuestas con la terminación -nidad (cualidad perteneciente a) incluyen:


La Biblia no habla ni enseña nada de trinidades. La trinidad es una teorización y creación teológica de los cristianos del s. IV después de Cristo con objeto de contentar a todos y crear una unidad. Para quien quiera profundizar en las teorizaciones filosóficas y teológicas del Bajo Imperio romano recomiendo encarecidamente la gruesa, documentadísima y densa obra filosófica de Ignacio Gómez de Liaño, El círculo de la sabiduría. Diagramas de conocimiento en el mitraísmo, el gnosticismo, el cristianismo y el maniqueísmo. Madrid, 1998.

Cuando el emperador romano Constantino convocó el Concilio de Nicea en el año 325 pretendía que los cristianos se unificaran antes de prestarles su apoyo político, porque los cristianos eran en ese momento un innumerable conjunto de sectas cada una de las cuales creía una cosa, y además algunas de ellas eran violentas y no paraban de crear rencillas entre sí. En cuanto a la figura de Cristo, la mayoría creían que era un ungido, un elegido, un profeta de Dios (es eso lo que quiere decir exactamente la palabra "cristo"), creer que Cristo era Dios para ellos era crear otro Dios hijo de un Dios y era una barbaridad. Sin embargo los posteriormente llamados Atanasianos (seguidores del obispo Atanasio), declaraban que Cristo era un Dios, hijo de Dios. Por otro lado los gnósticos y neoplatónicos cristianos explicaban la creación diciendo que un "eón" o ente femenino emanado de Dios había caído en la materia para darle forma, y le llamaban en principio "la Santa Sofía" (Santa Sabiduría), y ya Tertuliano un siglo y pico antes había hablado de una trinitas en la manifestación de las facultades divinas. Los demás decían que Dios sólo era uno y que era herejía creer en más dioses que en uno. Tras arduas discusiones y votaciones, elaboraron un texto que intentara juntar las ideas y creencias de todos y este texto, que se decretó que todo cristiano debía creer es el llamado "credo de Nicea" que es el que más claramente enuncia la misteriosa trinidad cristiana, que nos presenta a un Dios uno y triple, para contentar y aunar a todos y acabar con las rencillas. Presenta a un Dios Padre Creador, a un único hijo Jesucristo que también es Dios sin ser otro Dios, y a un Espíritu Santo que es como "rebautizaron" a la Santa Sofía de gnósticos y neoplatónicos (para que cuadrara con ciertas escrituras que decían cosas como por ejemplo "el espíritu de Dios descendió sobre él" y también con otras denominaciones de algún escritor cristiano) y desde entonces existe el misterioso misterio de la Trinidad, que se acabó de completar en el credo niceno-constantinopolitano del concilio de Constantinopla en el año 381.

Eso en resumen, porque el proceso fue muy complicado y luego siguieron disputando y matándose entre sí algunos siglos para reafirmar si Cristo tenía naturaleza simple o doble (divina, o divina y humana) o si el Espíritu Santo procedía del Padre, o bien del Padre y del Hijo a la vez, cuestión esta última (llamada la "cuestión o controversia filioque") en torno a la trinidad que, junto a otras cuestiones relacionadas con el poder sobre la Iglesia, tuvo que ver mucho en la ruptura definitiva de cristianos católicos y ortodoxos en el siglo XI.

La única mención supuestamente incluida en la Biblia al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y que aún circula por ahí, es una falsificación apócrifa de una parte de la muy controvertida primera epístola de San Juan, que en realidad en la Vulgata, en 5:7-8, dice "quia tres sunt qui testimonium dant, spiritus et aqua et sanguis et tres unum sunt" (porque son tres los que dan testimonio; el espíritu, el agua y la sangre, y los tres son uno). Una falsificación del texto sustituyó el agua y la sangre por el padre y el verbo (hijo), y esta falsificación se conoce con el nombre de "comma Iohannis o Iohanneum", y muestra el tremendo interés que tuvo la Iglesia en justificar como fuera el concepto tardío de la trinidad del s. IV en algún escrito neotestamentario. Bien al contrario este fragmento lo que muestra es reminiscencias mitraicas, pues en el culto mitraico tres eran los testimonios o bautismos que garantizaban la fe y el testimonio del cultor: el bautismo por el espíritu (materializado en el fuego y el hierro candente), por la sangre y por el agua. Y lo cierto es que se mire como se mire, parece que es un fragmento muy controvertido, manipulado y nada fiable (ver Comma Iohanneum).

-Gracias: Helena

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