Etimología de PROGRE

PROGRE

La palabra progre es un apócope o acortamiento de progresista, pero no quiere decir exactamente lo mismo, igual que fan viene de fanático pero no es lo mismo un fan que un fanático: cada término se ha especializado en un matiz semántico. El vocablo progresista lleva un sufijo -ista (partidario de, profesional de, creyente en) y se relaciona con progresismo, con sufijo -ismo (doctrina, creencia, movimiento), ambos derivados de la palabra progreso que viene del latín progressus (avance, marcha hacia adelante), nombre de efecto o resultado del verbo progredi (ir hacia adelante, avanzar), compuesto por el prefijo pro- (hacia adelante) y el verbo gradi (dar pasos, caminar, recorrer escalones), de donde grado, graduar, gradual, gradiente, etc. Este verbo se ha vinculado a una raíz indoeuropea *ghredh- (andar, marchar).

Progresismo y progresista son términos filosóficos, luego pasados a la política, que la gente suele malinterpretar y manejar bastante mal. Se refieren a una corriente ideológica presente en la cultura occidental al menos desde los sofistas griegos y Platón, y opuesta al edenismo (que postula que el hombre y la sociedad humana van degenerando y yendo a peor en el plano moral y material desde una situación inicial simple, igualitaria, perfecta y paradisiaca). El progresismo postula que la situación inicial de la humanidad fue la peor, tanto en el plano material como moral, y que el progreso y la civilización la han mejorado y la mejoran constantemente, que la comunidad humana se hace mejor por el progreso técnico que permite acrecentar los medios de vida y la seguridad de supervivencia, y a la vez conlleva intensas formas de cooperación, todo lo cual ha generado y va generando una civilización moralmente más avanzada, con normas de convivencia que han permitido superar la dureza de una estricta "ley de la selva" originaria. Igualmente el individuo humano era moralmente peor, como es moralmente peor si no se educa y se le deja en situación "salvaje". La educación en civilización mejora moralmente al individuo al tiempo que unas condiciones de progreso técnico y seguridad de vida hacen más cómoda, placentera y feliz su existencia y dan menos ocasiones o estímulos para delinquir. En estas cosas generalmente cree un progresista y el término progreso y progresismo para definirlo cuaja del todo con la Ilustración del s. XVIII definida por la idea del progreso y la creencia general en éste.

Es a partir de ese momento que el término pasa a la política, y como generalmente las alas o sectores más a la izquierda de los partidos liberales gustan de calificarse o denominarse con el término "progresista", popularmente va calando la idea de que "progresista" y persona de izquierdas es una misma cosa, cuando realmente no es así. Hay progresistas en la derecha y también hay antiprogresistas en la izquierda si nos atenemos al significado exacto y estricto del vocablo.

Pero sobre esa noción popular de que el "progresista" es alguien de izquierdas, parece que nació el apócope "progre", al menos en España, en la década de los 70 del pasado siglo, en tiempos del franquismo final y moribundo y la transición democrática, para referirse a lo que podríamos considerar algo parecido a lo que se llamaría una "tribu urbana" de la época, aunque muy extensa: la del joven "uniformado" de izquierdista, generalmente hijo de clase media o clase media-alta (aunque el tipo después corre por otros estratos), barbudo y melenudo en el caso de varones, con sus vaqueros y sus chaquetas de pana, con camisetas sueltas y sin sujetador en el caso de las chicas, agrupados en torno a iconos como el Che, Fidel Castro o Allende, contrarios al matrimonio y defensores del sexo libre, declarados permanentemente enemigos de la dictadura y del imperialismo yanqui, autodefinidos como de extrema izquierda, y muy específicamente comunistas, aunque a veces luego en casa una criada les lustrara las botas y les lavara las bragas o los calzoncillos. En definitiva, "progre" define a un estereotipo o una pose, a una apariencia más que algo real.

Y aunque aquella generación que la gente llamó "progres" es ya algo pasado y anacrónico, el término "progre" se sigue usando, no para designar a una persona progresista o de izquierdas, sino a aquel que parece más bien una caricatura del progresista, al que se define por toda una serie de artificiosas poses, por la asunción acrítica de meras consignas, por la obsesión por el lenguaje de lo políticamente correcto o la apariencia, el uso de una larga serie de tópicos verbales, la pretensión de una especie de superioridad moral con quienes no se manifiestan como él, etc., cuestiones todas que generalmente en él se perciben como una mera pose, porque su vida, sus usos y su actuación entran normalmente en contradicción con casi todo lo que aparenta profesar. Algunos además de "progre", llaman a este tipo de persona "progre de salón", "izquierdista chanel", "izquierda del caviar", etc.

Al respecto, como de casi todo, hay bromas y memes que circulan por el whatsapp, como este muy referido a los tópicos verbales que se usan en España:

Meme de progre - cortesía de Elena Pingarrón

- Gracias: Helena

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