GUANTE
La palabra guante viene del latín medieval wantus y este del germánico wante. Parece que está palabra hizo la siguiente travesía antes de llegar al castellano:
franco: want -> francés: gant -> catalán: guant -> castellano: guante.
Esta prenda, que cubre los dedos de la mano, era muy simbólica para los francos. Lo tiraban a la cara de un adversario para desafiarlo a un duelo. También cuando perdían una apuesta o batalla, entregaban sus guantes como símbolo de sus tierras.
Derivados de guante incluyen: aguantar, aguantadero, guanta y guandoca.