Etimología de BANANA

BANANA

El banano es natural de Asia. Según la mayoría de los diccionarios, la palabra banana proviene de un lenguaje del Oeste Africano (Congo-Nigeria), por ejemplo del wolof banaana o del guineo bename (interesante, puesto a cierta clase de plátanos son llamados "guineos"), a través del portugués. El médico portugués Garcia de Orta (1501-1568) menciona la palabra "banana" en su libro Colóquios (1563). En ese libro, dice que los "Figos da India" son llamados musa por los árabes y que en Guinea se llaman bananas. Me imagino que esa es la fuente que usan estos diccionarios cuando dicen que banana proviene de una lengua del África Occidental. Según el historiador español Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (1478-1557), esta planta fue traída desde el Oeste de África a las Canarias a comienzos del siglo XVI y de allí fue llevado a Santo Domingo por el fraile Tomás de Berlanga (1487-1551) en 1516.

Otros dudan este origen. Existen pruebas de su cultivo en la Península Ibérica (Córdoba, Sevilla y Málaga) desde el siglo XI. Podría ser que las lenguas sudanesas de la costa oeste de África subsahariana tomaran la palabra banana del portugués o de las lenguas de los mercaderes de esclavos. Así existen estas otras teorías:

El nombre científico del género al que pertenece esta especie es Musa y fue usado por el naturalista y médico sueco, Carlos Linneo (1707-1778), quien es considerado el padre de la taxonomía botánica y zoológica, en su libro Species Plantarum, publicado en 1753. Musa, en el sentido de banana, no tiene nada que ver con las musas de las palabras museo y música. Unos dicen (incluyendo el DRAE hasta la edición de 1990, hoy ya lo ha retirado) que Linneo le dedicó este género (musácea) a Antonio Musa, un médico que curó al emperador romano Octavio Augusto (63 a.C. - 14 a.D.), pero el término musa existía muchos siglos antes de Linneo. Musa es un arabismo tomado de موزة (mawza, pronunciado mūza) que el latín transcribe musa (cuya -s- intervocálica habría de pronunciarse -z- sonora). En árabe se llamaba موز (mawz), que viene del persa medieval mōz y éste del sánscrito मौच mauča, "banana", y el nombre de unidad era موزة (mawzah), que, pronunciado en árabe dialectal norteafricano mūzah, pasó al latín de las traducciones de los siglos XII y XIII como musa. En el siglo XIV se registra el uso ya extendido del arabismo musa en varias lenguas del sur de Europa como el italiano musa (1330, "nome antico del banano e delle banane"), igualmente en siciliano musa ("banane", francés muse c. 1390), y en otras lenguas sin fecha como alemán Muse, portugués musa ("bananeira").

Unos dicen que según el Corán, el fruto prohibido (árbol de la ciencia del bien y del mal) era el banano, no la manzana. Supusieron que el fruto que comieron Adán y Eva tenía que haber sido el banano o platanera, porque era el único que, una vez perdida la inocencia original, les podía haber proporcionado hojas con que cubrir su desnudez, dado el tamaño de las hojas del banano, pues las hojas del manzano apenas habrían suministrado un bikini tipo tanga y poco más los pámpanos de la parra (ver: despampanante). Por eso ahora se conserva el nombre botánico de Musa x paradisiaca y por eso durante un tiempo, siglos XVI o XVII, hubo quien propuso llamarlo en español "árbol de Adán y Eva andaluz". En realidad ni el Corán ni el viejo testamento se refieren al banano. El Corán sólo habla de "este árbol" [هذه الشجرة hādihī š-šağarata] y la Biblia (Génesis 2:9) de "el árbol de la vida" [ועץ החיים waˁētz hahayyīm "el árbol de los vivos"] y "el árbol de la ciencia del bien y del mal" [ ועץ הדעת טוב ורע waˁētzî haddaˁat tōb wārāˁ]. Además Adán y Eva no se taparon con hojas de ese árbol, sino con "hojas del jardín" [من ورق الجنة min waraqi lğannati], según el Corán, o con "hojas de la higuera" [עלה תאנה ˁalēh tˀēnāh], según Génesis 3:7.

Musa sapientum es el tipo más común y toma el nombre de "de los sabios" (sapientum) en referencia a los sabios hindúes que reposaban bajo su sombra y comían su fruto. Unos dicen que estos sabios comiendo bananas fueron mencionados por Plinio el Viejo en Historia Naturalis, XII, 12 escrito en el año 67 a.D.:

Maior alia pomo et suavitate praecellentior, quo sapientes Indorum vivunt. Folium alas avium imitatur, longitudine trium cubitorum, latitudine duum. Fructum cortice emittit admirabilem suci dulcedine, ut uno quaternos satiet. Arbori nomen palae, pomo arierae.

Hay otro árbol frutal de mayor tamaño allá donde viven los sabios de la India. Sus hojas se parecen a las alas de los pájaros, con tres codos de largo y dos de ancho. El fruto sale de su corteza y tiene un jugo de admirable dulzura, capaz de saciar a cuatro personas. El nombre del árbol es pala y su fruto es la airiera.

La descripción de pala que nos dio Plinio no encaja muy bien con la del banano. Las hojas de plátano tienen una proporción de 1 por 3 en vez de 2 x 3. Además, el plátano no sale de la corteza (el banano es un herbáceo y ni siquiera tiene corteza), no tiene jugo y seria difícil que un plátano satisficiera a cuatro. Los romanos no conocían el banano. Lo que Plinio llama pala, del tamul pala, no es un banano, sino un "Jaco" (Artocarpus integrifolia L.f [= Artocarpus heterophyllus Lam.]) que produce un fruto de hasta 36 Kg, pero tiene las hojas más pequeñas, o un "Árbol de Pan" (Artocarpus altilis), que produce un fruto más pequeño (hasta 3 kilos), pero que tiene unas hojas grandes que parecen alas.

(Gracias Joaqu1n por tu orientación, los datos y los textos que he usado para construir este artículo).

Plantancion de platano en Belice


Hay mucha probabilidad de que la palabra banana tenga por fin un étimo árabe a pesar de que no haya evidencias escritas antiguas. Por información oral de hablantes tanto de árabe oriental como de árabe occidental norteafricano resulta que el léxico de los plátanos incluye عنقود (ˁunqūd) para la "piña", el "racimo" o el "gajo" de plátanos, así pues عنقود الموز (ˁunqūd al-mawz) sería "piña de plátanos". Pero cada uno de los frutos se denomina أصبع (uṣbuˁ) plural أصابع (aṣābiˁ) y su sinónimo بنانة (banānah) plural ­­-colectivo, más bien- بنان (banān), uno y otro con el significado de "dedo", de manera que بنانة الموز (banānat al-mawz) sería "un (dedo de) plátano", con un uso metafórico similar al del español cuando denominamos "diente" a cada bulbito adyacente de una "cabeza" de ajos y hablamos de "un (diente de) ajo". El término بنانة (banānah), pues, aunque es verdad que no se ha encontrado en las fuentes escritas en el árabe "literal", عربيّة فصحى (ˁarabiyyah fuṣḥà), es, sin embargo, de un arraigo inveterado en el árabe hablado o "coloquial", عربيّة دارجة (ˁarabiyyah dāriǧah), de muchos países y de ahí que las versiones de la costa atlántica subsahariana parece evidente que se deben a préstamos del árabe hablado, pues se trata de lenguas en contacto con multitud de interferencias léxicas de unas en otras.

La principal objeción que se hace a la etimología árabe de banana es su ausencia, con dicho significado, en textos escritos en lengua árabe.

Pero el testimonio de su uso puede estar en otra lengua, máxime cuando la lengua árabe tiene una diglosia extremada que hace que rara vez trasciendan los códigos de la lengua hablada a la lengua escrita. Dicho de otro modo, se puede haber estado usando la palabra بنانة banāna en el árabe hablado de una zona determinada, mientras que en el árabe escrito solo parecía permisible usar el término clásico موزة mawza.

Es un hecho que إصبع ˀiṣbaˁ y بنانة banāna significan ambos 'un dedo'. Y que a cada fruto de la piña de plátanos se le ha llamado إِصْبَعُ مَوْزٍ ˀiṣbaˁu mawzin 'un dedo de plátano' (Corriente, F. y Ferrando, I. (2005) Diccionario avanzado árabe, pág. 640). Luego es perfectamente plausible que, para denominar el plátano, el término بنانة banāna 'dedo' se haya usado en árabe coloquial con el mismo significado que إصبع ˀiṣbaˁ.

En el árabe coloquial del Sahara Occidental y Mauritania, una variedad de árabe llamado ḥassāniyya, la palabra registrada para 'plátano' (Musa x paradisiaca L.) es بناناية ḅänānāyä, pl. بنانايات ḅänānāyāt 'banana' (Ahmed Salem Ould Mohamed Baba (2019) Diccionario Ḥassāniyya-Español, pág. 68), donde la presencia del morfema -āya para formar el singulativo, característica del árabe ḥassāniyya, implica un colectivo بنان ḅänān que habría que desvincularlo de un préstamo colonial homófono del francés banane.

La primera aparición de la palabra banana en portugués y en español se halla, como hemos dicho, en las obras de García de Orta en portugués y Cristóbal de Acosta en español, ambas de la segunda mitad del s. XVI.

Dice Orta (García era su nombre propio) en la obra que se publicó en Goa en 1563 con el título de Colóquios dos simples e drogas da Índia, e cousas medicinais da Índia e assi d'algũas frutas achadas nella, onde se tratam algũas cousas tocantes a medicina, pratica, e outras cousas boas pera saber ("Coloquios de los simples y drogas de la India, y cosas medicinales de la India y también de algunas frutas halladas en ella, donde se tratan algunas cosas tocantes a la medicina y otras cosas buenas de saber"), en el coloquio nº 20, folio 91v, líneas 6-10:

o Arabio lhe chama muʃa ou amuʃa fazẽ delles capitulo Auiçena, e Sarapiã, e chamãlhe pollo meʃmo nome, e raʃeis tãbẽ lhechama pella meʃmo nome tãbẽ ha eʃtes figos ẽ guine, chamãlhe bananas.

("…el árabe le llama musa o amusa; hacen de ellos un capítulo Avicena y Serapión y le llaman por el mismo nombre, y Rasis también le llama por el mismo nombre; también hay estos higos en Guinea, le(s) llaman bananas").

Acosta puntualiza sobre los mismos datos en su tratado escrito 15 años después (1578) con el título de Tractado de las drogas y medicinas de las Indias Orientales, con sus plantas debuxadas al bivo por Christoual Acosta medico y cirujano que las vio ocularmente. En el qual se verifica mucho de lo que escrivió el Doctor García de Orta. Burgos: Martín de Victoria.), en la página 74:

Dela Higuera de las Indias. Capitulo.IX. Llamãle en […] Arabio, Muʃa, vel Amuʃa: Auicena, Serapio, y Razis, le llamã el miʃmo nõbre: […] en Guinea, Bananas: y los Cafres đ Cofala, Inninga. El proprio nõbre de qualquiera deʃtos Higos, entre los Arabes y Parsios (ʃegũ me certifico vn curioʃo medico natural de Ormuz) es Mous: y a la Higuera, Daracht Mous: y dixo, q̃ Muʃa vel Amuʃa, es corrupto.

Pues bien, vemos que ambos tratadistas localizan el término banana en Guinea. La cuestión está en saber a qué llamaban Guinea tanto Orta como Acosta, pues es un término geográfico poco concreto. Para aclararlo echamos mano del atlas mundial de todas las islas conocidas por los españoles hacia mediados del siglo XVI que escribió en la Casa de Contratación de Sevilla en torno a 1541 Alonso de Santa Cruz, con el título de Islario general de todas las islas del mundo, que no se imprimió y se encuentra manuscrito en la Biblioteca Nacional de Madrid, (MSS. MICRO / 12638)

El que lo escribió fue, sin duda, Alonso de Santa Cruz, pero el manuscrito fue alterado después por quien raspó el nombre sustituyendo Alonso de Santa Cruz, conservando la a- inicial de Alonso y escribiendo en lo raspado su nombre, Andrés García (de) Céspedes,

Islario general de todas las islas del mundo, Alonso de Santa Cruz 1541.

Véase como el pícaro Andrés García de Céspedes alteró el título en la cartela de portada:

«Islario general de todas las islas del mundo dirigido a la S(acra) C(athólica) R(eal) M(ajestad) del Rey don Philipe n(uest)ro s(eñ)or por A[ndrés García Céspedes] su cosmógrapho mayor»

Y, además, en el encabezamiento de la primera página, alteró también la dedicatoria al rey Felipe Segundo y puso en su lugar "Tercero", manteniendo la sílaba inicial Se-, escribiendo la T sobre la S, y raspando el resto para poner Te[rcero]:

Encabezamiento de la primera página del Islario general de todas las islas del mundo, Alonso de Santa Cruz 1541.

«Carta para la S. C. R. Mt. del Rey Don Phelippe Ⱦe[rcero] deste nombre Rey de España por [Ãdres García Cespedes] su Cosmografo mĩor».

Esta burda apropiación del trabajo ajeno quizá estuviera propiciada por el hecho de tener el verdadero autor apellido de cristiano nuevo (de Santa Cruz), lo que podría, si no justificar, al menos, cohonestar, a ojos de ciertos cristianos viejos de la época, la usurpación descarada.

El caso es que, volviendo a nuestra Guinea, Alonso de Santa Cruz daba unas explicaciones sobre la ubicación de las islas de Cabo Verde que nos resultan muy aclaratorias para el caso que nos ocupa (fº 243v):

Islas Cabo Verde en el Islario general de todas las islas del mundo, Alonso de Santa Cruz 1541.

«Dista la isla de Santiago, que es la mayor y mejor dellas, del Cabo Blanco, que es en África, en la costa de Guinea, por noventa leguas, y por otras tantas del Cabo Verde que es en la mesma costa, de donde las islas se llamaron de Cabo Verde»

Dice, pues, que el Cabo Blanco y el Cabo Verde están ambos en la costa de Guinea. El Cabo Blanco se sigue llamando así y forma la frontera entre el Sahara Occidental y Mauritania. El Cabo Verde es la península de Cabo Verde, donde está asentada la que hoy es capital del Senegal, Dakar. Por tanto, si ambos cabos se encuentran en la misma costa de Guinea, volviendo a la noticia de Orta y Acosta, a los plátanos se les llamaba banana en la costa de la actual Mauritania, que habla árabe desde el Medievo.

Más adelante Alonso de Santa Cruz dice que en la isla de Santo Tomé

ay en la isla un genero de planta que se dize vananera que coge mucho la humidad de la tierra, lleva un fruto que se dize vanana que es el propio pan de la tierra, que quitandole la caxcara y metiendolo debaxo del rrescoldo como batatas y ñames tiene el mesmo sabor. (Islario, fº 246v, líneas 23-27)

Que hay que interpretar, no como que ese vanana fuera un término nativo de Santo Tomé y Príncipe, a la altura de las costas de Gabón, sino que los portugueses, que llevaban siglo y medio navegando las costas del África Occidental lo habían llevado allí desde la Guinea Portuguesa (Guinea Bissau) y Cabo Verde, donde lo habían tomado del árabe mauritano.

La evidencia del cultivo del banano en la Península Ibérica, al menos desde el siglo X está documentada en el Calendario de Córdoba (Pellat, Le Calendrier de Cordoue, 173: وتغطى الخضرة والأترج والموز والياسمين لئلّا يضرّ بها الجليد. En la traducción latina de Toledo, Gerardo de Cremona en el s. XII emplea el arabismo musa, que se ha conservado en la taxonomía botánica: Et in ipso [mense novembri] cooperiuntur viridia, et citrus et musa et sambacus, ut non noceat eis pruina, «en este [mes de noviembre] se cubre la verdura, los toronjos, los plátanos y los jazmines para que no los perjudique la helada».), y en el XI en Abū l-Ḫayr al-Išbīlī (§ 3024 sobre elموز mawz, plátano: «Este árbol abunda en la región de Málaga y Córdoba, y tuvimos algunos en Sevilla, en el huerto del sultán»).

Desde al-Andalus, a través de Marruecos puede perfectamente haber llegado hasta Mauritania y en las bien irrigadas riberas de río Senegal afincarse su cultivo.

De los datos anteriores se infiere que:

Esto estaba ya sugerido desde el siglo XIX, Yule & Burnell citan la autoridad de William Robertson Smith (1846-1894), profesor de árabe en Cambridge, para la filiación árabe de banana; en portugués lo recoge el goano Sebastião Rodolfo Dalgado, quien, a su vez, está citado en José Pedro Machado (1977) Dicionário Etimológico da Língua Portuguesa, com a mais antiga documentação escrita e conhecida de muitos dos vocábulos estudados. 3ª edição. Primeiro volume A-B, pág. 382. También se da la misma etimología árabe en Adalberto Alves, Dicionário de arabismos, pág. 284, s.v. banana. Pero estos son trabajos en lengua portuguesa y algunos filólogos españoles están más al tanto de lo que se escribe en otros idiomas que no en portugués; incluso hay quien, en España, comete el error de no tomarlos muy en cuenta. Por eso prevalece el dictamen de Corominas de que banana es de «origen incierto; parece ser procedente de una lengua del Oeste de África», se cita esto y todo el mundo deja ahí el tema y se queda tan tranquilo. La autoridad de Corominas es muy merecida y la mejor manera de honrarla es seguir adelante y no conformarse con que algo sea «incierto»: Banana procede de una lengua del Oeste de África, efectivamente, y esta lengua no puede ser otra que el árabe ḥassāniyya.

- Gracias: Joaqu1n


Si consideramos el concepto de la nomenclatura binaria, que consiste en denominar a los organismos con dos nombres latinizados, el género y la especie, Musa (probablemente derivado del árabe mawza, 'banana'), en realidad no es el nombre científico del banano, sino el género, que comprende más de 50 especies, pero las más comunes y de mayor valor agrícola y comercial son Musa sapientum y M. paradisiaca; estos sí son los verdaderos 'nombres científicos' de esta planta propia de las regiones tropicales. De tal modo que en el siglo XVIII, Carlos Linneo (1707-1778), siguiendo su método binario, lo que hizo fue tomar el nombre antiguo y tradicional de Musa de los bananos para configurar el nombre del género botánico de esta planta, seguido por el nombre de las especies que, como ya comentamos son muchas, pero las más consumidas y cultivadas son dos.

- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

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