LIGNINA
La palabra lignina viene del latín lignum, 'madera o leño, que se recoge', como aparece en los vocablos lignificación y lignoproteína y el sufijo -ina,' sustancia', como en penicilina y cafeína; derivado a la vez del verbo latino legere, 'escoger, cosechar, separar', como en elegir, vocablos que derivan de la raíz indoeuropea, *leg- con el significado de 'recoger, reunir, acumular'.
La lignina es la segunda sustancia orgánica más abundante en el planeta, después de la celulosa, y se acumula en las paredes de las células vegetales (proceso de lignificación), que constituyen los tejidos más resistentes de las plantas, formando el leño o la madera; además, es común en frutos y semillas, como el durazno, el coco, el piñón, la ciruela, etc.
Como la etimología alude a 'reunir, escoger, cosechar, recolectar, acumular' me atrevo a suponer que se debe a que la madera o leña, desde tiempos lejanos, era seleccionada, recogida y acumulada por los pueblos primitivos como material para encender fuego para fines culinarios, como fuente de calor y luz, y como materia prima para elaborar objetos diversos, así como para construir viviendas, construcciones pecuarias, etc., como aún sucede en nuestros días.
El término lignina fue introducido al vocabulario biológico moderno por el botánico suizo Agustin Pyrame de Candolle (1778-1841) hacia el año de 1813, probablemente en su obra Théorie élémentaire de la botanique (Teoría elemental de botánica), publicada en ese mismo año.
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rdgz.