Etimología de BIGOTE

BIGOTE

La mayoría de los idiomas usan algún derivado de "mostacho". Mostacho viene del griego y significa labio superior. Pero "bigote" viene de España como sinónimo de "el que jura y blasfema". En la Edad Media, los Normandos (ver: normando y francés) hicieron incursiones en varios países de Europa. Ellos introdujeron la moda del mostacho. Estos gritaban algo que sonaba como "bi got", en lugar del actual "by God" (por Dios). Es interesante que esta misma exclamación "bi got" dio origen en inglés otra palabra de significado totalmente diferente. En ingles la palabra bigot fue inicialmente aplicada a los fanáticos religiosos y después también a fanáticos racistas. Es raro, pues ahora los Skinheads son pelados y sin bigotes. :-)


He aquí una de las más absurdas etimologías populares más largamente mantenidas. A pesar de la insistencia en ella, probablemente la Real Academia es consciente de su carácter popular, acientífico y endeble. Y da eso de "quizá del alemán bei Gott" seguramente porque Corominas hace suya la tontería, pero con conciencia de su inconsistencia dice "quizá".

Lo que está claro es que nuestro bigote nos viene del francés bigot. Esta palabra se testimonia por primera vez el año 1165 en la obra del poeta normando Robert Wace que escribe en un dialecto de la langue d'oïl antigua, el romance normando, lengua derivada del latín. Utiliza el vocablo como término despectivo para referirse a los normandos y no hay un solo indicio de que se refiera a imprecación ni juramento alguno. Como bien testimonia el CNRTL, posteriormente, a partir de 1300, en inglés medio se testimonia la imprecación o juramento bi godd! (que debía sonar "bai" y no "bi"), y otras variantes germánicas o anglogermánicas como be gode, etc. Alguien dedujo que se parecía a bigot e imaginó que este juramento o imprecación "probablemente" (como dice el CNRTL) sería frecuente entre los normandos e inventó sin más la etimología de un vocablo de cuya etimología real y origen nadie tenía ni repajolera idea. Miren, esto no es serio, y se ve a la legua.

Hay una cosa bien cierta. Los normandos se caracterizaban por unos enormes bigotes largos y caídos a ambos lados de la boca y la barba. Es normal que si a un normando se le daba el mote de bigot es porque esta palabra ya designaba al bigote y no a la inversa. Es absurdo que una imprecación (además inventada para los normandos) diera nombre a su bigote. La cuestión es buscar adecuadamente un término que haya podido dar lugar a ese vocablo. Y para eso hay que saber el suficiente latín. Como dice Nebrija en el s. XV: "bigot de barva: mustax". Y no hace falta mucha lucidez que barba remite al pelo de la cara del varón y que la expresión indica que el bigot es algo constituido de pelo (barva) y que se parte en dos.

Existe en latín tardío un vocablo parecido que es bicomis, bien atestiguado en Vegecio Renato (s. IV d.C.). Se forma de bi- (dos) y coma (cabellera, pelo) y se aplica a todo cabello, mechón de cabello o crin de animal que cuelga partido en dos o por dos lados. Pero este vocablo nos hubiera dado en francés *bigome/bigom, propiamente, y no bigot.

Sin embargo existe otro adjetivo que es bicostis, aplicado a todo lo que tiene dos lados o flancos. Este adjetivo, bien recogido en Thesaurus Linguae Latinae, aparece testimoniado en la Vetus Latina (Iud., 3, 16), referido a una espada de doble filo, allá donde la Vulgata dice ancipitem gladium, la Vetus, que emplea mucho más el latín vulgar, dice bicostem, de bi- y costa (lado, corte), para traducir el griego δίστομον (cortado en dos o de doble corte). ¿Cuál hubiera sido la evolución del acusativo bicoste(m) en francés?. Muy sencillo: la c intervocálica sonoriza en g, la s cae ante oclusiva dental o labial (como en castellu(m) > château, magistru(m) > maître, hospitale(m) > hôpital), etc., y bicoste(m) hubiera dado bigôt/ bigôte, cuya acentuación no aparece muy normalizada al haberse perdido hace mucho la noción de la relación con el alargamiento y el tono dejado por la caída de la ese, y mantenerse la grafía antigua que no lo señalaba con el acento circunflejo.

Sencillamente un bicostis sustantivado, quizá con interferencia con bicomis, habría designado a un gran bigote, largo, descuidado y caído, colgante, partido a ambos lados de la boca. Justamente como el que caracterizaba a germanos en la antigüedad y a normandos en la Alta Edad Media. Mientras el mostacho, remotamente del griego μουστάκιον, sólo con el tiempo designaría a un bigote grande, ya que primitivamente μυστάκιον es simplemente un diminutivo, con el característico sufijo diminutivo griego -ion, de la palabra griega μύσταξ, μύστακος ("mýstax, mýstakos", labio superior, bigote), y por tanto se referiría al bigote pequeño y recortado que está únicamente sobre el labio superior.

- Gracias: Helena


Durante la Edad Media, los términos italianos que son adoptados en lengua española se refieren fundamentalmente a la navegación y al comercio (lo cual da idea del éxito, en estas actividades, de ciudades como Génova, Pisa, Florencia y Venecia). Entre los vocablos más utilizados en español, en este sentido, encontramos: 

Y pasemos ahora al capítulo CUERDAS: 

(¿Por qué dice la RAE que el término es de origen incierto?). 

La palabra italiana "bigotta" ha dado en español y en portugués vigota (en inglés deadeye, en francés cap de mouton). Esta, es a su vez, diminutivo del italiano "biga": 

s.f. (del latín biga, y más frecuentemente en plural bigae, de biiugae -equae-, compuesto de bi- "dos" e iugum "yugo"), la cual, además de tener como primer significado el mismo que en español (carro ligero de dos ruedas tirado por dos caballos, etc.), significa en italiano: 

"grúa de forma elemental, empleada antiguamente y en especial a bordo de las naves y de las construcciones navales, formada por dos antenas robustas que se separan en dirección opuesta pero que convergen en alto y están unidas en el extremo superior". (Enciclopedia Treccani). 

También existe en italiano el masculino bigo

s.m. (voz genovesa, emparentada con biga) - Término de uso corriente en marina para indicar el mástil de carga y relativo pico. (Enciclopedia Treccani). 

Estas vigotas (italiano "bigotte") no son de secundaria importancia en la navegación. Entre las maniobras básicas para aparejar o vestir los palos mayores, encontramos que hay que hacer lo siguiente:  

"Barbiquejos" 

Son los cabos gruesos con los que se sujeta el palo bauprés. Pasan por una groera en el tajamar y se envigotan a una vigota ciega o común y, para tesarlo, se engarza a una vigota colgada del bauprés, un cabo llamado acollador. 

"Mostachos" 

Son los cabos que, hechos firmes en el bauprés, en el mismo sitio que lo barbiquejos y tesos en las amuras del buque, sujetan dicho palo en los balances. Llevan dos vigotas ciegas a ambos extremos, la inferior se engancha a un cáncamo existente en las cintas a proa, y la superior se une a la vigota del bauprés y se tensa por medio de un acollador igual que en los barbiquejos. 

(https://it.scribd.com/document/426714148/Aparejar-o-Vestir-Los-Palos-Mayores)  

En un par de maniobras navales, al parecer rudimentarias, aparecen sin hacerse mucho de rogar los términos barba (barbiquejo, proveniente de barboquejo -en italiano sottogola- por debajo de la garganta, literalmente), mostachos (vigotas y envigotado) y cuello (acollador, proveniente de acollar y este, a su vez, de cuello). Añádanse, si se desea, los ojos, visto que "el acollador es el cabo que pasa por los ojos de las vigotas...", como lo define la Academia. 

Clara queda, pues, la fácil tentación marítima de nombrar partes o instrumentos del navío con similitudes anatómicas. 

Obviamente, los cabos llamados "mostachos" toman su nombre del bigote y no viceversa (viaje de ida, del rostro a la nave). Pero ¿qué decir de las vigotas? ¿No se trataría en este caso de un viaje de vuelta? 

No hay duda -así lo reconoce la Academia- que las vigotas navales proceden del italiano "bigotta" (plural: "bigotte"), como tampoco cabe duda de que el portugués haya tomado la palabra vigota del italiano. 

La lengua italiana no conoce la palabra "bigote" (es decir, mostacho) y nunca la ha conocido; "bigote" se dice "baffo" en italiano (plural "baffi") y es de origen incierto. Por lo tanto, no cabe pensar que la "bigotta" italiana pueda provenir del "bigote" facial. Probado está igualmente que la "vigota" naval en español y portugués provienen de la "bigotta" italiana, que nunca tuvo "bigote" para los mostachos. 

A partir de aquí dos hipótesis se me antojan, ninguna de ellas más descabellada que el bigot francés (que nos llega no se sabe bien cuándo, ni cómo) o de la pantomímica acción normanda de alisarse los bigotes (que tampoco se sabe ni cuándo ni cómo desembarca en patria). 

La imagen de la cabina de la grúa (la nariz) sobre dos antenas o cuerdas que se separan en dirección opuesta y convergen en la parte superior donde están unidas no puede ser más ilustrativa. En este sentido, recuerda la analogía que subyace en la etimología de "pabellón", del francés "le papillon" (la mariposa), porque las primeras tiendas de campaña o pabellones estaban cubiertos con una lona flexible cuya caída recordaba en la forma las alas de una mariposa. 

Una posible objeción a estas hipótesis podría parecer el hecho de que "bigote" tiene su primera aparición en un diccionario en 1570, Vocabulario de las dos lenguas toscana y castellana (Cristóbal de las Casas), mientras que "vigota" hace su primera aparición en 1607, Tesoro de las dos lenguas francesa y española (César Oudin) (Cfr. IEDRA). 

Bien, a esto se responde fácilmente que 37 años de diferencia son nada en lexicografía, sobre todo si confrontamos diccionarios y autores de diversa proveniencia. El hecho de tratarse "vigota" de un tecnicismo naval, respecto a la frecuencia de uso del "bigote" del rostro, justifica sobradamente su posterior ingreso en campo. (Sirva de ejemplo ilustrativo que el término "enantiosemia" aún no aparece recogido en el DRAE, aun tratándose de un concepto lingüístico presente en manuales al uso). Se trataría de uno de esos casos en los que la frecuencia de uso de la segunda acepción supera a la primera y, por este motivo, se invierten en importancia (ejemplo: si alguien usa hoy en día la palabra "red", se piensa primero en su acepción informática o telefónica que no al objeto utilizado para pescar -su original acepción -).  

Recapitulando: a favor de la tesis náutica y origen italiano tenemos, en resumen: 

Frente a esto, la alternativa no es otra que la pantomima normanda o sentenciar el desconocido origen (yo no he sabido de otras hasta ahora). 

Por lo que se refiere a su segunda acepción, la de persona bigota, coincido con Helena (obvio parece) que se pasa de los mostachos a la connotación comportamental o de la personalidad. Los normandos solían tener gruesos bigotes que les conferían un aspecto de seriedad, responsabilidad y rigurosa observación de las normas y convenciones sociales (entre ellas la de ir a misa). Del mismo modo que, en sentido contrario, a una persona que anda errante y carece de domicilio fijo y de medio regular de vida (definición de "vagabundo") se le llama aún hoy en italiano "barbone", porque suele tener una larga barba resultado de la dejadez y el propio abandono. Nadie osaría afirmar la deuda en sentido opuesto. 

- Gracias: Rafael Martínez Rubio.  

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