REGAÑAR
El verbo regañar no aparece en el DRAE con una etimología explicada, si bien se remitía allí a la comparación con una supuesta forma del portugués regañir, que parece ser un error que la Academia ha reconocido como tal a uno de nuestros miembros y se supone que ha de ser corregida, porque la forma habitual portuguesa es arreganhar. Es Corominas quien da la etimología más ajustada, a partir del latín gannire (gruñir, especialmente los perros, refunfuñar). Corominas sugiere la formación de un vocablo intensivo con sufijo de efecto -ium, que sería *regannium, del que vendría regaño, y a partir de él se formaría un *reganniare que nos dio regañar, con influencia en épocas antiguas de la raíz de la palabra canis (perro), que explicaría viejas formas romances como recagner en ámbito francés o el hecho de que muchos vinculen el arreganhar portugués a la palabra canis. De hecho nuestro verbo regañar en castellano antiguo significó tanto gañir y gruñir como enseñar los dientes a la manera de un perro enojado, y todavía tenemos la expresión "a regañadientes".
Pero también es posible que el romance regañar, aparte de la procedencia de un latín *regannium> regaño, esté influenciado, para pasar a un verbo en -ar, por las formas latinas de baja época que atestiguan un verbo vulgar en -are, gannare a partir de gannire, y formas como gannator y gannatura, que se especializan en referirse a emitir sonidos burdos o gruñidos, a veces carcajadas, pero que en el caso de gannare se hacen como mofa o burla.
El verbo gannire latino, que nos da gañir, es un verbo expresivo, quizá onomatopéyico, formado con una sílaba gutural como garrire (murmurar y charlatanear), que nos da la palabra garrulo, o como grundire o grunnire (que se refiere al gruñido del cerdo), que nos da gruñir. Todos ellos se refieren a sonidos guturales y oscuros, en origen emitidos por animales.
- Gracias: Helena