La palabra vino viene del latín vinum, de origen no indoeuropeo, con paralelos en el griego οἶνος [óinos] "vino", en el hebreo יין [yayin] "vino" (con otras derivaciones en lenguas semíticas, como el árabe وينة [waynah] "uva negra" y el etiópico wäyn "vid"), y en el georgiano gvino "vino" (según M. Vasmer1, Ètimologičeskij slovar' russkogo jazyka 2, trad. O. N. Trubačev, San Petersburgo, Azbuka, 1996, I, pág. 316, s. v. vino). Se considera palabra de origen "asiánico", es decir, derivada de la familia de lenguas anteriores al establecimiento de las lenguas indoeuropeas o semíticas en el Oriente del Mediterráneo, grupo hoy extinguido al que habrían pertenecido las lenguas hurrita y urartiana, por lo que suele llamársele con más propiedad "grupo hurrita-urartiano". El hurrita se habló en el Norte de Irak entre el 2300 y el 1000 a.C., el urartiano en el Este de Turquía entre el 1200 y el 580 a.C.
- Gracias: Joaqu1n
Notas:
Invito a los interesados en vinos y licores a visitar las siguientes páginas: alcohol, ampeloterapia, orujo, alquitara, alambique, ajenjo, albariño, armañac, bacanal, Blanc de Blancs, Blanc de noirs, abrevar, curador, jumera, caña, borracho, epoto, embriaguez, sobrio, abstemio, benedictine, beodo, brandy, brindis, cerveza, chambre, chardonnay, champán, cava, chela, bar, cantina, chin-chin, chuchaqui, bota, botella, chuico, clarete, coñac, cóctel, damajuana, enología, enoteca, grapa, ginebra, jaén, jerez, kirsch, malvasía, merlot, mezcal, pihuelo, pinot-noir, pisco, quianti, ron, sangiovese, sake, teporocho, tequila, tinto, chacolí, mistela, sidra, chicha, vendimia, vermut, vodka, whisky, las etapas de una borrachera y los refranes de mi abuela sobre el vino.
Según el DRAE la palabra vino viene del latín vinum. Otras fuentes, (ver Fuentes 1 a 8, abajo en esta página), añaden que la palabra latina vinum viene del griego οἶνος (ínos), especialmente del tipo Fοινος (vinos) del verbo ὀνῶ, ὀνίνημι (οnó, onínimi) ´´beneficiar´´,´´aprovechar´´ o sea ´´el vino beneficia los hombres´´. En el libro ´´An Exposition of some of the Laws of the Latin Grammar´´´de Gessner Harrison - 1852 pueden leer como el griego F (Digamma) convierte a V en Latino.
Además el autor Latino Pomponius Porphyrius en su obra ´´Comm. In artem Poetia´´→ dice: ´´ab οἲνῳ , vinum´´ Otras palabras Latinas que vienen del griegas (con conversion F → V) podemos encontrar en la obra ´´Institutio Oratoria ´´(1.4.8) de autor Latino M. Fab. Quintilianus (Fόχλος→ vulgus), en la obra ´´Comentario sobre la Eneida de Virgilio ´´ de autor Latino M. Servius Honoratus (Graeci boves Fιταλούς, nos vitulos dicimus...), etc.
Hómero en su obra Ilíada (canto VI, verso 258) añade:
´´ ἀλλά μέν' ὂφρά κέ τοι μελιηδέα οἶνον ἐνείκω, ὡς σπείσης Διί πατρί καί ἂλλοις ἀθανάτοισι πρῶτον, ἒπειτα δε καὐτός ὀνήσεαι αἲ κε πίησθα''.
´´ Pero, aguarda, traeré vino dulce como la miel para que primeramente lo libes al padre Zeus y a los demás inmortales, y luego te aproveche también a ti, si bebes´´.
Además:
´´Οἶνος: …παρά το ὀνῶ, τό ὠφελώ παρά τήν ἐξ'αὐτοῦ ὄνησιν⁻ Ὃμηρος⁻ ' ὀνήσεαι αἲ κε πίησθα' ´´ 9 10 11 12 13. Καί τά βρώματα ὀνείατα ἀπό τοῦ ὀνίσκειν.
´´Vino :… del verbo onó 'aprovechar'´beneficiar´ de onísin ´ beneficio´; Hómero; ´te aproveche también a ti, si bebes. Y los comidas se dicen oníata del onískin, ´´beneficiar´´.
Fuentes:
Notas:
- Gracias: PAGOT
En modo alguno el latín uīnum viene del griego οἶνος, por mucho que los primeros balbuceos de algunos etimólogos de hace dos o tres siglos (XVIII y XIX, con todo lo que ha llovido desde entonces) así lo creyesen. La bibliografía que cita Pagot es muy anterior al descubrimiento de las lenguas prehelénicas de la zona, como el micénico o el hitita, y tiene un horizonte muy limitado. En el siglo XX etimólogos de solvencia contrastada como los franceses Alfred Ernout y Antoine Meillet,en su Dictionnaire étymologique de la langue latine. Histoire des mots ["Diccionario etimológico de la lengua latina. Historia de las palabras"], que habían publicado por primera vez en 1932, pero que se ha seguido publicando mejorado con las correcciones y adiciones de J. André (uso la 4ª edición, París: Klincksieck, 1985, pág. 738), afirman a este respecto:
…Joint à la différence de genre, le vocalisme montre que uīnum n'est pas un emprunt du latin au grec. Il s'agit d'un mot méditerranéen dont hitt. wiyana-, gr. (ϝ)οῖνος, arm. gini et les formes sémitiques reposant sur wain- sont des reflets plus ou moins indépendents les uns des autres.
[= "...Además de la diferencia de género, el vocalismo demuestra que uīnum no es un préstamo al latín del griego. Se trata de una palabra mediterránea de la cual el hitita wiyana, el griego (w)óinos, el armenio gini y las formas semíticas basadas en una raíz wain- son reflejos más o menos independientes unos de otros"].
El discípulo de A. Meillet y gran helenista Pierre Chantraine, en su Dictionnaire étymologique de la langue grecque [= "Diccionario etimológico de la lengua griega"], París: Klincksiek, 1968-1980, reedición 1999, pág. 785, amplía más a propósito del gr. οἶνος:
Terme largement répandu autour de la Méditerranée, lié à la culture de la vigne et à la fabrication du vin: lat. uīnum au genre n. n'est pas emprunté au grec, et peu reposer sur *woinom, mais l'ombrien a uinu p.-ê. emprunté au lat.; toutefois le lat. peut aussi être un ancien uīnum; arm. gini n. « vin » de *woinyom; alb. vênë de *woinā; le hittite présente des formes qui s'accordent mal avec la forme grecque: hitt. wiyana, hitt. hiérogl. wa(i)ana, cf. Laroche, BSL 51, 1955 XXXIII, Kammenhuber, Münchener Stud. Sprachw. 6, 1955, 53 sq. On se demande à quelle langue ces formes diverses sont empruntées. Le mot pourrait être pris à une langue indoeuropéenne très ancienne et se trouver finalement apparenté à lat. uītis, grec ἴτυς, etc. Il semble toutefois plus plausible que la culture de la vigne se soit développée dans des régions méditerranées, le Pont, ou le sud du Caucase: en ce cas le terme ne serait pas indo-européen. De son côté, le sémitique a emprunté arabe wain, hébreu jajin, assyr. īnu (sémitique commun wainu).
["Término ampliamente difundido en torno al Mediterráneo, ligado al cultivo de la vid y a la crianza del vino: latín uīnum en género neutro no está tomado del griego, y puede basarse en *woinom, pero el umbro tiene uinu, quizá tomado del latín; en cualquier caso el latín puede también ser un antiguo uīnum; armenio gini neutro "vino" de *woinyom; albanés vênë de *woinā; el hitita presenta formas que se compaginan mal con la forma griega: hitita wiyana, hitita jeroglífico wa(i)ana, cf. Laroche, Bulletin de la Societé Linguistique de Paris 51, 1955, XXXIII, Kammenhuber, Münchener Studien zur Sprachwissenschaft 6, 1955, pág. 53 y ss. Se pregunta uno de qué lengua se han tomado estas diversas formas. La palabra podría estar tomada de una lengua indoeuropea muy antigua y, al final, hallarse emparentada con el latín uītis, griego ἴτυς, etc. Pero parece, de todas formas, más plausible que el cultivo de la vid se haya desarrollado en las regiones mediterráneas, el Ponto, o el sur del Cáucaso: en cuyo caso el término no sería indoeuropeo. Por su parte, el semítico ha tomado árabe wain, hebreo jajin, asirio īnu (semítico común *wainu)"].
La palabra vino no tiene nada que ver con ὀνίνημι (onínēmi) "aprovechar, beneficiar". Es un mero parecido. El verbo ὀνίνημι está basado en un radical ὀνᾱ-, jónico ὀνη-, que no tiene la inicial digamma (ϝ = w) como le ocurría a οἶνος. Esto lo prueba el griego micénico, donde ono era "provecho, ración, pago", mientras que wono era "vino" [véase Francisco Aura Jorro: Diccionario Griego-Español. Anejo II. Diccionario Micénico (Dmic). Volumen II. Redactado por Francisco Aura Jorro bajo la dirección de Francisco Rodríguez Adrados. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1993, pág. 27 (ono) y pág. 443 (wono)].
- Gracias: Joaqu1n
No sólo asisten poderosas razones lingüísticas que apoyan plenamente lo que indica Joaquín respecto a la etimología remota de la palabra "vino", sino que además todo lo que demuestra la lingüística en este caso cuadra perfectamente con la arqueología de la expansión viticultora y con los testimonios literarios antiguos. En efecto, el vino, producto de la uva fermentada, es desconocido en el mundo indoeuropeo y se expande en éste a partir de Oriente. Incluso en época romana hay pueblos indoeuropeos que desconocen la viticultura y obtención de lo que llamamos vino, por lo que cabe deducir que no es un producto propio del fondo indoeuropeo y por tanto carece de nombre en principio en esta comunidad lingüística. Sirva de ejemplo la reiterada alusión de autores romanos a la adquisición de vinos romanos por parte de los germanos del limes, y el hecho de que llega a prohibirse su exportación a los germanos, porque no saben consumirlo rebajado y provoca en ellos agresivas ebriedades, poco convenientes para los romanos limítrofes.
Además está precisamente la rica literatura griega. Pocos pueblos han desarrollado literariamente un corpus mitológico tan rico como los griegos. Tanto la mitología como la literatura religiosa, no son historia, ni como historia deben tomarse, obvio es. Pero sí como un rico producto antropológico que es objeto de estudio y que trasmite la idiosincrasia y la psicología social ancestral de unas comunidades humanas transferidas al lenguaje mítico. Es patente en toda la literatura mitológica, que a veces se remonta en su gestación popular a las fases micénicas y protomicénicas, que tanto el vino como su divinidad asociada y sus rituales religiosos vinculados, son sentidos como una adquisición de algo ajeno incorporado a la cultura griega.
No son historias reales, por poner un ejemplo, mitos como el rapto de Europa, la joven princesa protofenicia raptada por Zeus en forma de toro y llevada a Creta, pero no es casual que Europa no sea una griega, ni que su hermano Cadmo, fundador de Tebas que según el mito llegó a Grecia en la búsqueda de su hermana, fenicio como ella, sea considerado el héroe que da en el mito el alfabeto a los griegos.
Para el caso del vino, vinculado a los rituales de Dioniso, hay muchísima literatura. Pero basta leer una tragedia como Las Bacantes de Esquilo, centrada en la historia de Penteo, descendiente de Cadmo y rey de Tebas que se opone a la expansión del vino y al avance de Dioniso que trae de oriente sus rituales asociados. No es casual en el mito que Dioniso venga desde Asia y de allá traiga la viticultura y todo su mundo religioso asociado. Un producto foráneo y desconocido no tiene nombre en la propia lengua, y lo normal es adoptar como préstamo el nombre que se le da en la cultura que lo origina.
- Gracias: Helena
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