Etimología de PARAMECIO

PARAMECIO

La palabra paramecio es un neologismo biológico que procede del latín científico Paramecium, derivado a la vez del antiguo adjetivo griego παραμέκης (paramēkēs), con el significado de 'alargado, oval, ovoide u oblongo', documentado en Estrabón (64 a.C.-24 d.C.) y otros escritores griegos; con el prefijo griego παρα- (para-), en este caso para expresar 'a lo largo de, al lado de, a un lado; el vocablo μῆκος (meko), 'largo', 'longitud' y el sufijo latino, en este caso diminutivo, -ium; así que literalmente paramecium o paramecio se interpreta como 'un organismo pequeño (-ium) de forma oblonga o alargada' (paramēkēs).

El prefijo para- se relaciona con la antigua raíz indoeuropea *per-3, 'extenderse o ir hacia adelante' y se encuentra en muchas palabras, por ejemplo: parametrial, localizado cerca del útero; paramiotonia, espasmos tónicos por un desorden de la tonicidad muscular; paramolar, parásito, paramédico, parasicología, parasimpático, paramnesia, paralexia, paramilitar, etc.

Mekos significa 'largo' y se vincula con la vieja raíz indoeuropea *mak-, 'largo, delgado', de donde también makros, 'grande' como en macrobiótica, técnica que supuestamente alarga la vida a base de ciertas dietas; macroscópico, lo que se ve a simple vista; macrosismo, un temblor de tierra de gran magnitud; macronutriente, macroeconomía, macrófago, macroevolución, macrocefalia, macromolécula y muchas palabras más.

El sufijo latino -ium, que puede expresar nombre o resultado, y en los adjetivos indica pertenencia o procedencia como ammonium, o amonio, sodium o sodio, uranium o uranio, pandemonium, Oidium (un género de hongos fitopatógenos), premium, etc.; en el caso de paramecio es diminutivo, también en voces como pollinium, pequeña masa de granos de polen de las plantas de la familia Orchidaceae; onchium, diminuto gancho rasposo de la cavidad bucal de ciertos nemátodos, ommatidium, ojo pequeño o unidad que forma un ojo compuesto en artrópodos, etc. Esto es así no porque -ium en latín indique diminutivos, sino porque en ciertos vocablos de origen griego, se transcribe el sufijo griego -ion, que sí es diminutivo, por la terminación latina -ium, y quizá en nuevos vocablos ocasionalmente, los creadores del neologismo pudieron achacar a -ium un valor diminutivo por analogía con los otros.

Aunque los paramecios de seguro fueron observados desde el siglo XVII, fue el francés Louis Joblot (1645-1723), quien publicó en 1718 una descripción de estos organismos, a los que llamó 'peces microscópicos' y además los denomina en francés Slipper animalcule (animálculo-zapatilla, por su forma). Sin embargo, quien acuña el nombre paramecio en latín científico (Paramecium) en 1752, fue el británico John Hill (1714-1775), en su libro An History of Animals (Historia de los Animales), utilizando de manera directa la palabra del griego antiguo παραμήκης = paramēkēs que significa 'oblongo' o sea, alargado, para llamar a los "animálculos desprovistos de cola y patas, y que además muestran una figura irregularmente oblonga".

El nombre del género (Paramecium), fue incluido en 1773, en el sistema linneano, por el naturalista danés Otto Friedrich Mueller, quien los catalogó dentro de los 'animalitos' que formaban el grupo Infusoria, ya que abundan en aguas estancadas con restos de órganos vegetales, o se pueden obtener en pocos días colocando hojas, ramitas o paja en un recipiente con agua.

Existen registros de que la palabra aparece ya en inglés (paramecium) en el año 1752 y en francés (paramécie) en 1803. En español, existe un libro donde se incluye la palabra paramecio, escrito en 1844 en Barcelona, por el catedrático Agustín Yañez y Girona, que se llama Lecciones de Historia Natural, Tomo I, Zoología.

- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

Fuentes:

  1. CNRTL online. Paramécie. Septiembre de 2017.
  2. Merriam-Webster Dictionary on line. Paramecium. 2017.

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