Etimología de FARMACIA

FARMACIA

La palabra farmacia viene del griego pharmakia, y esta de pharmakon (veneno, hechizo). Significa hechicerías (Quien pudiera ser el hereje).

- Gracias: Jayro Enrique Chàvez Pèrez


En una farmacia se venden medicinas y también en una botica. La diferencia entre las dos es que en la primera se venden productos elaborados por empresas farmaceúticas y en la segunda además se preparan recetas, de las llamadas magistrales es decir a pedido de un médico.

- Gracias: Ivan Noboa Tapia


El "pharmakon" o veneno (o medicamento) es el propio de la serpiente, animal adoptado como símbolo representativo de la Farmacia y de la Organización Mundial de la Salud (organización de la salud humana a través del dinero con el fin de que el capital circule y la sociedad del capital tenga "salud"). Pero tal veneno de la serpiente precisamente contiene en si mismo el remedio o "panacea". De este modo ambos términos "pharmakon" y "panacea" serían complementarios. En la mitología bíblica también existen dos serpientes como en el Libro de Números 21,9 relacionado con el nuevo testamento a través de Juan 3,14. Ambas serpientes o ambos aspectos (veneno y remedio) de la serpiente son "la que muerde" y "la que sana".

- Gracias: Visitante Barcelona100410


Si la serpiente o más bien un par de serpientes enroscadas y enfrentadas en torno a una vara rematada en una copa ha llegado a ser el símbolo de la farmacología, se debe a que esta especie de caduceo es el símbolo de Asclepio (llamado Esculapio por los romanos), divinidad griega de la medicina, ya que la "Farmacéutica" fue en origen una rama o escuela médica. En el mundo griego estas serpientes se vinculan a Asclepio en virtud de que este dios es hijo o descendiente de Apolo, a quien originariamente se atribuían los poderes médicos y la potestad sobre la salud y la enfermedad. La serpiente está vinculada a Apolo porque este es el dios de los oráculos y la adivinación y la serpiente es el animal oracular por excelencia. El mito explica como Apolo mata a Pitón, la gran serpiente de la madre tierra, y la entierra en Delfos, apropiándose de los poderes oraculares antes dominados por Gea y otras diosas-madres de la fertilidad más antiguas. La serpiente es considerada en la Grecia arcaica y otras culturas un animal beneficioso que por estar en contacto directo con la tierra, es símbolo de todos los saberes ocultos de esta. Aunque el judeocristianismo acabe transformándola en animal maligno por causa de la tentación del Génesis, aun en el relato bíblico se ve su relación con el saber, pues es el conocimiento lo que ofrece.

En cuanto a los términos "farmacia" y "fármaco" cabe añadir que existe en griego una variante pharmakós (palabra masculina) y otra phármakon (palabra neutra). Muchos especialistas creen que el primitivo significado de la primera está en la base de todos los demás sentidos. Pharmakós designa en origen a la víctima de un sacrificio peculiar practicado en la Grecia arcaica para purificar a una comunidad o ciudad de sus faltas colectivas contra los dioses: se elegía a un hombre que cargaría con todas esas faltas o impurezas y se le sacrificaba, sirviendo de remedio curativo a toda la comunidad (el principio era similar al ritual del chivo expiatorio entre los hebreos). Del mismo modo creían primitivamente que actuaba un remedio medicamentoso o pócima: atraería el mal del cuerpo hacia sí y sería retirado, si era de uso tópico, o sería excretado si era ingerido, llevando consigo el mal que aquejaba a aquel cuerpo. No obstante phármakon significa en griego toda sustancia que altera la naturaleza de un cuerpo, sea beneficiosa o sea venenosa. De ahí la dualidad y de ahí también la desconfianza.

En efecto en la Grecia antigua, la medicina era primero de carácter mágico-religioso. Se practicaba por un lado una medicina milagrera en los templos llamados asklepeiones (ver sus prácticas en la entrada incubación), donde parece que aparte de remedios de carácter puramente religioso (ofrendas, plegarias) se prefería prescribir dietas, baños, ejercicios físicos (los templos tenían instalaciones anejas), con menor presencia de la pócima o fármaco. Por otro lado estaba la figura del orfeoteleuta (especie de curanderos y taumaturgos ambulantes que recorrían todos los lugares y se decían miembros de las ramas órficas, cuyas oraciones recitaban o cantaban y a las que atribuían un valor redentor) que muchas veces vendían, entre otras cosas, inseguros brebajes. Parece que la gente confiaba más en las prácticas de los templos que en estos curanderos ambulantes. Así, cuando a fines del s. V y en el s. IV a.C., surgen los primeros hombres que practican una medicina de nueva orientación filosófico-científica desvinculada de la religión o la magia, los llamados médicos hipocráticos, inmediatamente se dividen en tres ramas separadas: los Dietéticos (médicos cuya terapia se basa casi exclusivamente en la dieta alimentaria, ejercicios físicos y forma de vida), Farmacéuticos (médicos cuya terapia se basa en el remedio medicamentoso) y Quirúrgicos (cuyo tratamiento se basa en la manipulación del cuerpo y el uso de sus manos). Hay que decir que la mayoría de la población griega durante los s. IV e incluso buena parte del s. III a.C., sigue confiando más en la medicina de los templos que en estos nuevos profesionales. Pero aún así, los médicos relativamente mejor aceptados van a ser los Dietéticos, pues los Farmacéuticos suscitan un grado considerable de desconfianza, aunque el grado mayor de esta desconfianza corresponda al quirúrgico.

La fusión o recurso a diversos tipos de terapia, ya sea dietética o farmacéutica, según conveniencia se producirá sobre todo en el Imperio Romano, en que la farmacología se va a consolidar definitivamente como una rama auxiliar básica de la medicina.

- Gracias: Helena

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