El adjetivo cáustico califica en Química a todos aquellos productos corrosivos que actúan como si quemaran y en sentido figurado se aplica al lenguaje mordaz y a las expresiones con una fuerte ironía agresiva. El adjetivo nos llega del latín caustĭcus (que quema), ya usado en su sentido químico por Plinio en el s. I d.C. Pero el adjetivo latino es en realidad un préstamo del griego καυστικός ("kaustikós"), adjetivo derivado con sufijo de relación -ikós del participio καυστός del verbo καίω ("kaio", quemar).
De ese verbo griego se generan diversos derivados que también se prestaron al latín y nosotros los recibimos del latín, como encausto, encáustico, cauterio, cauterizar, holocausto e hipocausto. Este verbo griego se asocia a una raíz indoeuropea *kēu- (quemar).
- Gracias: Helena
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