Etimología de PSILOCIBINA
La palabra psilocibina designa a una sustancia psicotrópica o psicodélica que fue aislada en 1958 por el científico suizo Albert Holman (1906-2008) de un hongo basidiomiceto que crece en forma silvestre en México, llamado Psilocybe mexicana, especie descrita y bautizada un año antes por el micólogo francés Roger Heim (1900-1979). Holman acuñó el término en alemán (Psilocybin), debido al nombre del género.
Pero el género (Psilocybe) ya había sido acuñado desde 1871 por el germano Paul Kummer (1834-1912), para ello fusionó dos palabras griegas: ψιλός = psilos (liso, lampiño, pelón, como en la palabra psilosis, que significa caída del cabello), más κύβη = kýbē (cabeza). Literalmente entonces significa "hongo con la cabeza lisa o pelona", debido a que a este basidiomiceto se le desprende la delgada piel que cubre al píleo o 'sombrilla', que es el basidiocarpo o cuerpo fructífero.
Como el nombre de muchas sustancias (no todas), el de la psilocibina y psilocina, llevan el sufijo -ina, muy usado en la nomenclatura química. Basta con mencionar algunos ejemplos: porfirina, acetilcolina, neomicina, colchicina, teobromina, cafeína, efedrina, metanfetamina, pirimidina, colina, valina, mescalina, tripsina, ptialina, penicilina, tiamina, sacarina, biotina y muchas otras.
Se estima que existen más de 200 especies de hongos que contienen esta sustancia alucinógena (psilocibina y también otra llamada psilocina), uno de cuyos géneros es Psilocybe, distribuido por todo el mundo, además de otros que también la contienen como Galerina, Copelandia, Mycena, Agrocybe, etc.
Existen indicios de que el uso de estos hongos con fines religiosos, místicos y recreativos se remonta a miles de años atrás en muchas culturas del Viejo y Nuevo Mundo.
En México, los aztecas llamaban en náhuatl a estos hongos teonancatl, palabra compuesta de teotl (energía, energía cósmica, poder, divinidad), más nanacatl (hongo comestible, hongo alucinógeno, hongo que emborracha).
En una crónica de 1598 del escritor mexicano Hernando de Alvarado Tezozomoc (¿1525-1610?), se pone de manifiesto de manera indubitable el uso de estos hongos por los pueblos prehispánicos:
"Con estas armas bailaban todos y a todos dio de comer hongos (nanacatl teyhuinti), que embriagan y comenzaron en un canto y luego comenzaron como borrachos en otro canto...y en medio de ellos estaba la música y los que estaban en el un lado cantaban un canto y los del otro lado cantaban otro y los que tocaban la música otro canto y los que andaban a la redonda otro género de canto diferente, de manera todo andaba borracho, que fue agüero para ellos". ¡Un evidente estado de éxtasis colectivo!, narrado hace casi 420 años.
Fuentes:
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