Etimología de MUELA

MUELA

La palabra muela viene del sustantivo latino mŏla (a su vez del verbo mŏlo, molere,'moler', 'triturar', 'pulverizar'), que significa 'muela o piedra de molino', 'molino', ´tahona' o molino que se acciona con caballos. Los romanos tenían una diosa de los molinos que la llamaban Mŏla.

Sin embargo, en su argot, los dentistas se refieren a las 20 muelas (8 premolares y 12 muelas mayores) que por lo regular tiene un humano adulto como 'molar', 'molares'; y así, por ejemplo dicen, 'segundo premolar', 'primer molar', 'tercer molar', etc. 'Molar' procede de mŏlāris, e, que significa 'piedra molar o que muele', 'lo relacionado a la piedra de moler' o 'el acto de moler'; palabra formada por mŏla, más el sufijo de relación o pertenencia -ar, de -aris, atestiguado en las obras de Plinio el Viejo (s. II d.C.), Virgilio, Juvenal y otros escritores latinos.

El sufijo -ar, -aris podemos verlo en infinidad de palabras: biliar, vascular, alveolar, articular, celular, circular, molecular y muchas otras. Entonces, mŏlāris (molar) es 'lo relacionado con las muelas'.

Es además relevante señalar que existe en español otra palabra 'molar', usada química, pero en este caso procede del latín moles, is, cuyo significado es 'mole' (cosa pesada o con gran masa), 'masa', 'peso', 'construcción o edificación de gran tamaño', 'una gran muralla', y en sentido figurado, 'carga', 'multitud'. No confundirlo con el mole como alimento que es un nahuatlismo.

En la antigüedad grecolatina la palabra más antigua que designa a las muelas es gomphíos, gomphioi = γομφίος, (ι), con el significado de 'un diente que tritura', documentado en Aristófanes e Hipócrates, equivalente a molaris en latín. También significó 'el diente de una llave que abre y cierra algo', de γομφος = gomphos, con el significado de 'estaca o pedazo de madera propio para clavarlo en un agujero para ensamblar piezas', 'clavo', 'clavija'; y si observamos una muela, podremos ver su corona o porción visible, cuya raíz se prolonga hacia abajo como una estaca clavada en el alvéolo dental de las mandíbulas. Pero también puede recordar la forma de un clavo, cuya cabeza es la corona (que es plana, aunque con irregularidades) o parte expuesta y su porción alargada que termina en punta es la raíz del diente. Entonces, para los griegos una muela era una especie de estaca o clavo fijamente ensartado en las mandíbulas. De gomphos deriva gonfosis, nombre que recibe la articulación fija entre la raíz dental y el alvéolo mandibular y también el término gozne. Al latín postclásico pasó el vocablo griego gomphos como gomphus (clavo o estaca, cuña de madera). Posteriormente el médico griego Rufo de Éfeso (s. I d.C. usó el término μύλαύ = mylaí que significa 'molino', 'moledor', para denominar a las muelas, y unos 100 años después Galeno dijo que así las llamaba él también porque trituran o muelen los alimentos.

El médico romano Escribonio Largo del siglo I d.C. llamó a los molares dentes molares, como un calco del griego mylaí. Más o menos en la misma época, el médico romano Celso los nombró dentes maxillares o de la quijada. En la Biblia Vulgata (ss. IV-V d.C.) aparece la frase latina molas leonum confringet, en Salmos 58:6, contenida ya en español como: "Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; Quiebra, o Jehová, las muelas de los leoncillos". Durante la Edad Media, sin embargo, ocurre con más frecuencia dentes molares (dientes que muelen) que dentes maxillares (dientes de las maxilas o quijadas, a veces con el sentido de premolares). En el siglo XVI también llamaron a estos dientes dentes paxillares (del latín paxillus, 'estaca, una caña o varejón para sostener las plantas', es decir, una estaca que debe clavarse al suelo, como las muelas se clavan a las mandíbulas, que algunos consideran calco del griego gomphioi. De cualquier manera, durante el Renacimiento se fue consolidando el término molares. En el siglo XIX ya estaba bien establecida la diferencia entre dentes molares minores (molares menores o premolares) y molares majores (molares mayores).

En español se documenta en el siglo XII el término 'muela', pero en referencia a las piedras de un molino. El diccionario de Antonio de Nebrija del año 1495 recoge el sustantivo 'muela' con el significado de 'muela de la boca' (dens molaris).

Merecen mención especial las cuatro muelas más posteriores, una en cada lado de ambos maxilares, en cada cuadrante de la boca, al fondo de la cavidad bucal, llamadas "muelas del juicio" o los terceros molares, que en general brotan entre los 17-25 años de edad, aunque a veces una o más de ellas no llegan a salir. Se les llama 'del juicio', porque se supone que a esas edades los jóvenes deben hacerse ya más juiciosos, sensatos, prudentes, cautos, precavidos, reflexivos ¿Será? Juicio viene del latín iudicium o judicium, 'discernimiento', 'acción de juzgar', 'hacer las cosas con reflexión'. También se las llama a estas muelas dens sapientae (expresión que no aparece en el latín de la antigüedad, sino más o menos desde el siglo XVI) o 'diente de la sabiduría', del latín dens, 'diente' y sapientae, de sapiens que significa 'sensato', 'inteligente', 'prudente', 'sabio', 'razonable'. Hay por supuesto otros nombres que han recibido las muelas o molares. Sugiero al lector que le de una revisada a la fuente que cito abajo.

Fuente:


- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

Avísanos si tienes más datos o si encuentras algún error.


Miembros Autorizados solamente:

 

 


↑↑↑ Grupos Anteriores

↓↓↓ Grupos Siguientes

Los iconos de la parte superior e inferior de la página te llevarán a otras secciones útiles e interesantes. Puedes encontrar la etimología de una palabra usando el motor de búsqueda en la parte superior a mano derecha de la pantalla. Escribe el término que buscas en la casilla que dice “Busca aquí” y luego presiona la tecla "Entrar", "↲" o "⚲" dependiendo de tu teclado. El motor de búsqueda de Google abajo es para buscar contenido dentro de las páginas.