La palabra mole aparece en el DLE bajo tres significados:
El mole es un guiso de carne (pollo, cerdo, guajolote, etc.), que se prepara con una salsa espesa compuesta de diversos ingredientes, como chiles o pimientos (ancho, chipotle, pasilla), semillas de calabaza, ajonjolí, canela, chocolate, anís, cacahuate, pasas, almendras, plátano macho y varias especias. ¡Un tremendo revoltijo! Pero muy sabroso.
La palabra proviene del náhuatl mulli, molli, que significa 'guisado, potaje, salsa, manjar, vianda de cualquier tipo'. Según Wimmer, 2004, citado por el Gran Diccionario Náhuatl de la UNAM, "El mole es uno de los platos más comunes en la cocina mexicana, tanto en las comunidades rurales como en los mejores restaurantes. Se sirve en fiestas y grandes eventos (aunque es muy común en la comida habitual de cualquier hogar), y su única presencia es indicio de que la comida será un banquete. En la época prehispánica se preparaba como una salsa combinando diferentes tipos de pimientos o chiles; era altamente apreciado y se consumía acompañado de tortillas y un poco de carne procedente de la caza".
En el sitio de internet *Sabor a México, se da cuenta de varias versiones o etimologías populares sobre este tan familiar término y plato para los mexicanos:
Una dice que en el Convento de Santa Clara de la ciudad de Puebla, fundado allá por los años 1610's, las monjas de pronto percibieron un deleitoso olor procedente de la cocina, ya que una de ellas se puso a moler varios chiles y otros ingredientes, ante lo cual, las monjas se fueron a la cocina, y la madre superiora le dijo extasiada ¡Hermana, que bien mole!, lo que suscitó la reacción de las otras monjas, que le espetaron, se dice ¡que bien muele! Y se cuenta que desde entonces se le dice 'mole' a ese guisado.
Otra explicación cuenta que el mole fue creado en Puebla de los Ángeles, a mediados del siglo XVII en el Convento de Santa Rosa, cuando cierto día, el virrey Juan de Palafox (1600-1659) visitó el convento y lo invitaron a comer, y el jefe de cocineros fue Fray Pascual, que por las prisas y nerviosismo, al tratar de guardar los ingredientes, por el apremio, tropezó y aquellos cayeron en la cazuela de los guajolotes a punto de servirse, ante lo cual comenzó a implorar a dios porque creía que todo se había echado a perder. Y su sorpresa fue ver que todos los comensales quedaron maravillados por el sabor de ese platillo creado accidentalmente. En fin, abundan las versiones acerca del origen de este plato mexicano, cuya preparación presenta muchas variantes regionales, pero parece que Puebla es la capital mexicana del mole... sin menospreciar a otras regiones del país.
Y a manera de chascarrillo, también muy mexicano, debo decir que con harta frecuencia, cuando una persona nace del parto de una mujer coqueta, que gusta de varias parejas, le suelen decir "el mole", porque es "hijo de varios chiles" (al pene le llaman chile -pimiento- en México y otros países centroamericanos).
Fuentes:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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