El adjetivo tremendo viene del latín tremendus-a-um que ya en latín se empleó como mero adjetivo con el valor de espantable o aterrador, aunque en realidad significa "lo que debe ser temido, lo que es digno de suscitar temblores", pues es el gerundivo con su característico sufijo -endus del verbo tremĕre, que en sentido figurado pasó a significar sentir terror, pero cuyo significado propio es temblar, trepidar, agitarse. Del verbo se derivan adjetivos como tremebundus, que conservamos como tremebundo, y tremŭlus que nos da trémulo, y de tremŭlus deriva tremulare que nos da temblar.
El verbo tremo se asocia con una raíz indoeuropea asociada con la idea de temblor, que se presenta bajo formas como *trem-, *terr-/tre- y *trep-, y que también tenemos en el verbo latino terrēre (sentir terror, temblar de miedo), de donde terror, aterrarse, terrible, pertérrito e impertérrito, y en el verbo trepidare, de donde trepidar, trépido e intrépido.
- Gracias: Helena
Watkins y Pokorny relacionan a terrere con otra raíz, *tres-, pero dicen que están vinculadas.
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