El prefijo verbal romance a-, como en acecinar, afeminar y atarzanar. Deriva del latín ad- (hacia), como en adenda, adjudicar y adverso. Indica la idea de aproximación y se relaciona con una raíz *ad- (a, cerca).
La palabra tornillo, compuesta con
La palabra tornus (giro, vuelta), como en trastorno, tourneé y tornado. Es un préstamo del griego τόρνος (tornos = torno, giro, vuelta, movimiento circular) Se asocia con la raíz *terə (frotar, moler girando).
El elemento final -ar (usado para crear verbos, como: ahuecar, agradar y burlar).
El sufijo -dor que indica agente (el que hace la acción como en: boxeador), lugar (como en comedor) o instrumento (como en ordenador). Este sufijo viene del latín clásico -tor, donde solo tenía un sentido agentivo, pero más tarde, en el siglo XVI, Galileo inventó dos instrumentos que llamó numeratore (numerador) y misuratore (medidor) en italiano. De ahí muchos instrumentos fueron nombrados con el sufijo -tor. Incluso motor, antes solo se refería a una persona o Dios (primer motor), pero más tarde fue usado para referirse al mecanismo que produce movimiento
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