Cuando a uno le ponen un rico plato de comida ante sus ojos, le da un deseo intenso de comerla. La palabra antojo viene del latín ante ocŭlum, o sea "antes de los ojos".
Las raíces latinas nos dan la pista de por qué la Mercadotecnia se enfoca en las compras compulsivas, es decir aquéllas que surgen de sólo ver un producto en los centros comerciales: el objeto aparece ante los ojos y "de la vista nace el amor". El hecho de que las mujeres preñadas manifiesten antojos es porque se forman imágenes mentales de algún objeto, ser o alimento que pudieron conocer en el pasado; sin embargo el antojo puede venir a mente por asociación de los sentidos: un sonido, un aroma una cierta temperatura... cualquier cosa puede traer a recuerdo psicovisual algo que se convierte en antojo y de ahí que se desee lo que se tiene ante los ojos (un helado -mantecado- de fresa, por ejemplo, aunque no lo tenga una mujer durante su embarazo frente a los ojos, se vuelve una necesidad imperiosa o existe la amenaza que el bebé saldrá con la cara del antojo que no se cumplió).
- Gracias: Maximiliano Mena Pérez
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