La palabra pertinencia, que expresa la cualidad de ser conveniente, ajustado y apropiado a algo, viene del bajo latín pertinentia (correspondencia, conveniencia, conjunto de cosas que a alguien pertenecen), nombre de cualidad formado a partir del participio de presente pertinens, pertinentis (que es adecuado y conveniente a una situación, que cuadra bien, que viene a propósito). La palabra latina pertinentia genera un doblete, pues de ahí también procede pertenencia. De ahí también pertinente e impertinente (que está fuera de lugar y ocasión). El participio pertinens se deriva del verbo pertinere, que además de extenderse y alargarse significa pertenecer, corresponder, tocar, ser adecuado a una situación.
El verbo se forma con el prefijo per- (por completo, a través de) y el verbo tenere (sujetar, sostener, dominar), del que nos llega un gran número de palabras como contener, continente, mantener, detener, retener, atener, pertenecer, tenazas, rienda, etc. Tiene este verbo la misma raíz que otro verbo latino tendere (tender, estirar, dirigirse a), que a su vez nos proporciona muchos vocablos como tender, tensión, tienda, atender, etc. Ambos verbos se vinculan a una raíz indoeuropea *ten- (estirar, tender).
- Gracias: Helena
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