La palabra éxtasis nos viene del latín tardío exstasis, que primero apareció en Tertuliano (s. III d.C.) en la obra De anima, con la forma ecstasis (éxtasis, estado extático). Fue tomada del griego ἔκστασις (acción de desplazarse, desviación, también acción de estar fuera de sí). Con el valor de alucinación y pasmo del espíritu aparece en Hipócrates, Aristóteles y luego en los neoplatónicos de tendencias místicas para trasladarse finalmente a la literatura cristiana.
La palabra se forma con el prefijo griego ek- (de desde, de un interior a un exterior), que tiene el mismo origen indoeuropeo que el prefijo latino ex-. Y se forma sobre la raíz -sta- del verbo griego ἵστημι ("hístemi", poner en pie, colocar, emplazarse), con un sufijo de acción -sis. De la raíz de ἵστημι tenemos otras palabras como próstata, apóstata, sistema y metástasis.
Este verbo se vincula a una raíz indoeuropea *sta- (estar en pie), presente en infinidad de palabras latinas, como el verbo stare que nos da inumerables derivados (estar, estatua, estatuto, circunstancia, estancia, estación, estable, distancia, obstáculo, etc.), los verbos obstinare y destinare, el verbo sistere (de donde asistir, consistir, etc.), los verbos instaurare y restaurare, y otros vocablos diversos.
- Gracias: Helena
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