La palabra aerobio es un neologismo biológico de la segunda mitad del siglo XIX, que proviene del francés (lengua en que fue acuñado), aérobie, término formado con dos componentes griegos: ἀήρ = aēr, cuyo genitivo es aeros, (aire, gases de la atmósfera) y βίος = bíos (vida); de manera que literalmente aerobio se traduce como "aire-vida". Ello, debido a que en 1875 el bacteriólogo francés Louis (Luis) Pasteur (1822-1895), inventó el término aplicándolo a sus experimentos microbiológicos, que se publicó en la edición de noviembre de aquel año en la revista Lancet, cuya cita, ya traducida dice: "Los cultivos del parásito prosperan necesariamente en contacto con el aire... es un aerobio (en francés, êter aérobie, lo que se traduce como 'ser aerobio'), cuyo desarrollo no es posible sin él". El término en inglés (aerobe), se documenta hasta 1886.
De una manera muy general, podemos definir a un organismo aerobio, como aquel que para vivir o desarrollarse necesita de la presencia de oxígeno libre, que naturalmente se encuentra en el aire. También se aplica el término aerobio o aeróbico para designar a un proceso que ocurre en la presencia del oxígeno, como la respiración de cualquier animal o planta; también un ambiente en el cual el aire (oxígeno) está presente.
Asimismo debe destacarse que desde 1967 se utiliza en inglés el vocablo aerobics o aeróbic (ejercicios aeróbicos, con el sufijo griego -ico, que significa 'lo relativo a'), para referirse a un sistema de acondicionamiento físico, diseñado para mejorar la función cardiorespiratoria, mediante ejercicios como caminata, carrera, ciclismo, natación, etc., y ha logrado gran popularidad en todo el mundo. En México (me imagino que también en otros países hispanoparlantes) es muy común ver anuncios de gimnasios donde se incluye la promoción del ejercicio aeróbico, pero utilizando el término "aerobics".
Es importante mencionar que el vocablo aerobio es sinónimo de 'oxibiótico', literalmente "lo relativo (-ico) a la vida (bios), en presencia de oxígeno (oxy-, oxys) libre.
Aēr, aeros se vinculan a la raíz indoeuropea *wer- 1 (suspender, elevar), mientras que a bíos se lo relaciona con la hipotética raíz prehistórica *gwei- (vivir).
Numerosos términos llevan el componente griego aēr, entre los que podemos citar: aerofagia (ingerir aire); aeróbico (cualquier cosa que sucede solo en presencia de oxígeno); aeroespacial, aeródromo, aerosol, aerodinámico, aerolito, etc.
También bíos es un elemento griego muy prolífico en la formación de palabras, por ejemplo, bioquímica, biofísica, biología, simbiosis, abiótico, biosfera, biocenosis, eubiosis, bioluminiscencia, biónica, biogeografía, biografía, microbiología, exobiología, y muchas otras.
Fuentes:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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