Monotrema viene del latín científico Monotremata, tecnicismo acuñado en 1833 por el zoólogo francés Isidore Geoffroy Saint-Hilaire (1805-1861), quien además se distinguió entre otras cosas, por su interés en las anormalidades congénitas del hombre y otros animales. Pero Monotremata en realidad es un término compuesto por voces griegas, a saber: mono (uno, solo, único); τρημα = trēma, su genitivo trematos (orificio, agujero), y el sufijo -ata, que denota la posesión de cierta característica o propiedad, más el sentido de pluralidad o agrupación, es decir, "el conjunto de animales que se caracteriza por", que aparece en varias palabras latinas, especialmente en nombres de grupos o taxones zoológicos, es el plural neutro de ātus. Así que podemos traducirlo textualmente como el "conjunto o grupo (-ata) de animales que se caracterizan por tener solo un (mono) orificio o cloaca (trēma). Trematoda, del griego trēmatodēs 'que tiene una abertura al canal intestinal, o tal vez por las cavidades de las ventosas', es un grupo de gusanos planos o platelmintos (las fasciolas o duelas) llamados colectivamente tremátodos, comparte la misma raíz.
Mono (uno), parece provenir de la antigua raíz indoeuropea *men-4, 'pequeño, aislado', también quizás generó la voz griega manos (escaso, raro), de donde manómetro, instrumento para medir presiones, en este caso, usado en el sentido de la condición gaseosa. Pero mono también forma parte de muchas palabras, siempre con el significado de 'uno o solo', por ejemplo: monogamia, tener una sola pareja; monospermo, fruto con una semilla como el durazno; monoica, planta que tiene flores femeninas y masculinas en un mismo individuo, como el pino y el maíz; monólogo, obra en el que habla una sola persona; monocito, mononucleado, monosílaba, monótono, monocotiledónea, monomorfo, etc.
Por su parte, trēma, parece provenir de la raíz indoeuropea *terǝ-, de la que también proceden otros términos griegos: trauma, 'herida', de donde se generó trauma, traumatismo, politraumatismo, traumatólogo, traumatología y traumático; troogle o troogli, 'caverna, hoyo, agujero', que nos dio troglodita; diatribe, 'frotar, trillar', de donde proviene diatriba, a través del latín diatrĭba. También en latín existen términos con ese mismo origen: tribulum, 'tablón para frotar', del cual proviene tribulación (de tribulatĭo) y atribular (de tribular); terere, 'frotar, triturar, moler', de donde triticum, trigo; tribŭlum, que generó trillo y trillar; el verbo tornare, de tornus, 'giro, vuelta', de donde proviene tornado, tornillo, trastorno y torniquete, etc.
Finalmente, como ya se señaló, el sufijo -ata, se utiliza en el nombre de taxones del reino animal con la idea de la pluralidad o grupo de especies animales con cierto rasgo, propiedad o peculiaridad, y considero necesario dar otros ejemplos que hagan más comprensible su uso: Chordata, los cordados (todos los animales con cuerda dorsal nerviosa), del griego chordē, 'cordón'; Vertebrata, los vertebrados (el grupo de animales cordados que poseemos vértebras óseas o a veces cartilaginosas), del latín, vertebratus, 'hueso del dorso o vértebra'; Edentata, conjunto de mamíferos edentados o sin dientes, como el perezoso y el armadillo, del latín ēdentāt (us), 'sin dientes'; Squamata (en reptiles), Coelenterata (ciertos invertebrados acuáticos), Caudofoveata (en moluscos), Carinata (en aves), Chelicerata (en artrópodos), Caudata (en anfibios), y por supuesto, Monotremata. Siempre con el significado de pluralidad o agrupación.
Monotrema es un término que designa a las cuatro especies vivientes de animales vertebrados mamíferos que se caracterizan por poseer un solo orificio o cloaca en la región posterior de su cuerpo, donde desembocan el tracto digestivo y el urogenital, como sucede en las aves, reptiles y muchos peces, razón por la cual recibieron este nombre. Se trata del orden de mamíferos más primitivos llamado Monotremata, que presenta cierta semejanza con los reptiles en la estructura de sus ojos, en algunos huesos y otros rasgos. Son además los únicos mamíferos ovíparos (que ponen huevos), pero que poseen glándulas mamarias sin pezones para alimentar a sus crías. Los ejemplos más típicos son el equidna y el ornitorrinco, que viven de manera natural en Australia, Tasmania y Nueva Guinea... y en cautiverio, en los zoológicos de todo el mundo.
Fuente:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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