La palabra meristemo es un neologismo botánico que procede del griego antiguo μεριστός (meristós, 'un adjetivo verbal que significa 'dividido') de μεριζειν (merizein), 'que divide en partes o porciones'), a su vez μέροσ (méros, 'parte', 'porción', documentado en escritores griegos como Píndaro y Herodoto), también significa 'parte heredada', 'lote', etc. El término μεριστός posee los componentes: -ιζ- (-iz-), que indica 'acción', 'verbo' o 'proceso', como sucede en los términos esterilizar y cauterizar; -τος o -t (o), un sufijo griego que hace adjetivos verbales, por ejemplo en polipéptido, haptonema, antídoto, dipéptido cinetocoro; más el sufijo de acción -μα = -ma, -ema, que en este caso hace sustantivos, como en floema, xilema, teorema, eritema, etc. Así que literalmente, meristemo o meristema significa "lugar o sitio donde suceden procesos de división".
El vocablo griego meros, procede de la antigua raíz indoeuropea *(s)mer-2, que entre otras cosas, significa 'repartir, distribuir y dividir', de donde también proviene la voz griega moira, que se traduce como 'porción o parte' y el vocablo latino meritum, 'merecer o ganar' que nos dio mérito, merecer y meritorio. Otros tecnicismos que comparten la misma raíz meros y, por lo tanto están emparentados con meristemo, son: meromicrosomia, anormal pequeñez de cierta parte del cuerpo; meromorfosis, restauración parcial o incompleta de un parte del cuerpo perdida; merosporangio, merotomizar, Merozoa (céstodo), merospora, metámero, isómero, polímero, meroblástico, etc.
Los meristemos son sitios del cuerpo de una planta cuyas células, llamadas meristemáticas, están relativamente indiferenciadas, o sea, conservan rasgos embrionarios; son pequeñas, isodiamétricas, con paredes delgadas y vacuolas pequeñas; siempre tienen la capacidad de dividirse (lo que explica la etimología del vocablo) para formar otras semejantes y además originar por un proceso de diferenciación, los diversos tejidos u órganos vegetales. En general, se dividen en meristemos primarios o apicales, que se encuentran en los extremos del tallo, ramas y raíces, y son los que hacen posible el crecimiento longitudinal o elongación de la planta; los secundarios, como el cámbium y el felógeno, que generan el crecimiento en grosor de tallos y raíces y la formación de súber o corcho; y por último, los intercalares que producen el alargamiento internodal del tallo. Los meristemos son los que garantizan el crecimiento indefinido de las plantas perennes y los que aseguran el rebrote primaveral de los vegetales de hoja caduca, propias de los climas templados y fríos. También, los métodos asexuales de propagación vegetal tradicionales como el injerto y el acodo entre otros, así como el cultivo de meristemos en las modernas técnicas de micropropagación, se basan en la propiedad que tienen las células meristemáticas de dividirse y diferenciarse en tejidos y órganos y originar nuevas plantas.
La acuñación de la palabra meristemo, se le atribuye al botánico suizo Karl Wilhelm von Nageli (1817-1891), quien utilizó el término por primera vez hacia 1858 en la publicación Beitrage zur Wissenschaftlichen Botanik (Contribuciones a la Botánica).
Fuente:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
Avísanos si tienes más datos o si encuentras
algún error.
Miembros Autorizados solamente:
Los iconos de la parte superior e inferior de la página te llevarán a otras secciones útiles e interesantes. Puedes encontrar la etimología de una palabra usando el motor de búsqueda en la parte superior a mano derecha de la pantalla. Escribe el término que buscas en la casilla que dice “Busca aquí” y luego presiona la tecla "Entrar", "↲" o "⚲" dependiendo de tu teclado. El motor de búsqueda de Google abajo es para buscar contenido dentro de las páginas.
↑↑↑ Grupos Anteriores
↓↓↓ Grupos Siguientes