La palabra intemporal (relativo a lo que está fuera de tiempo) viene del latín intemporalis (eterno, o bien inoportuno), compuesto con:
El prefijo -in que indica no o sin, como en: inaudito, incapaz e incertidumbre. Se relaciona con una raíz indoeuropea *ne-, presente en el prefijo griego α-, αν- (a-, an- = negación). Este muestra su nasal originaria cuando se sitúa ante vocal, como en anarquía y anomia.
La raíz tempor- de la palabra tempus, temporis (tiempo, momento, ocasión propicia, estado temporal en un momento determinado). Se vincula con una raíz indoeuropea *temp- (extenderse, expandirse, estirar), que también estaría presente en el griego τάπης (tapes = tapiz), de donde tenemos: tapiz y tapete.
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