La palabra internista viene del latín internus, con el significado de 'interno', 'interior', 'intestino', más el sufijo -ista, que nos da el sentido de 'oficio', 'ocupación', como en ebanista, electricista, dentista, solista, anestesista, guitarrista, etc. Lo que nos lleva a interpretar el término como "el que se ocupa (-ista) de lo interno (internus), lo que se encuentra dentro". Así mismo, internus se compone del prefijo in- ('estar dentro', 'en el interior', como en incrustar, incorporar, insacular, inhumar, intestino, etc.); el sufijo contrastivo -ter (que señala oposición o contraste, como en los términos latinos: magister, 'el que enseña, preceptor' y 'minister', 'ministro', servidor', así como en este caso, interno y externo, etc.) y además el sufijo -anus, -inus, -nus de pertenencia, como en las voces anciano, artesano, urbano y paisano.
Pero el significado textual de "el se ocupa de lo interno, lo que se encuentra dentro", nos deja sin una idea clara sobre el sentido del vocablo internista. Pues bien, este término se aplica a un médico que se especializa (-ista) en 'medicina interna', que podemos definir como 'la rama de la medicina que trata de prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del adulto (mayor de 18 años), que comprometen a los órganos internos (internus), y que no implican intervención quirúrgica'. En esta especialidad suelen exceptuarse los trastornos neurológicos y dermatológicos. De eso se ocupan los neurólogos y dermatólogos.
Los antecedentes sobre el origen de esta especialidad médica se remontan hacia las últimas dos décadas del siglo XIX, cuando en Alemania surgió el concepto de Innere (interno, interna) Medizin (medicina), es decir, "medicina interna", en la que se prestaba especial atención al tratamiento de padecimientos de los órganos internos de las personas adultas, prescindiendo de intervenciones quirúrgicas. Naturalmente que la medicina interna está vinculada a otras especialidades o subespecialidades como cardiología, urología, endocrinología, neumología, gastroenterología, reumatología, etc. Y a menudo un paciente de medicina interna se envía, por ejemplo a cirugía, porque la evolución de su enfermedad lo requiere; sin embargo, antes de ser intervenido debe ser valorado por el internista para estimar los riesgos quirúrgicos y postquirúrgicos.
En cierta forma, el internista se asemeja al pediatra (médico que se especializa en curar a los niños). Por ejemplo, en los adultos predominan los problemas de enfisema pulmonar, mientas que en los niños, los padecimientos asmáticos, ambos, padecimientos respiratorios; en los niños, son comunes las unidades de asistencia intensiva neonatal, en los adultos, las unidades de cuidados coronarios, etc. Huelga decir que la medicina interna está estrechamente vinculada con la geriatría, especialidad médica que trata sobre las enfermedades propias de la vejez (del griego γέρωντος = gérontos, (viejo, anciano), geras (vejez) y ἰατρεία = iatreía (acción de curar), iatros, (el que cura, médico).
Fuentes:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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