El verbo fenecer que significa acabarse, perecer o morir lo ha formado la lengua con un sufijo -ecer analógico al de verbos como perecer, encanecer, rejuvenecer, adolecer, etc. Se trata de un sufijo de proceso, derivado de un viejo sufijo verbal latino -esc- que indica procesos y que es un antiguo sufijo indoeuropeo -sk- presente también en griego y otras lenguas. Y se forma sobre el antiguo verbo castellano, hoy desusado, fenir, procedente del latín finire (limitar, delimitar, poner límites a algo, acabar, terminar), y este derivado del sustantivo finis (límite, frontera, fin). De ahí también nuestras palabras fin, final, afín, confín y definir.
Ernout y Meillet consideran que no hay paralelos exactos en el mundo indoeuropeo para el vocablo latino finis. Aunque ha habido intentos de reconstruir una posible raíz indoeuropea para este vocablo (*bhe(n)g, *bhei- etc.), ninguno es asumido.
- Gracias: Helena
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