La palabra fenicio viene del latín Phoenicius (fenicio, de Fenicia), que es préstamo del griego Φοινίκιος (fenicio, propio de los fenicios). Este vocablo griego también dio lugar a otros dos en latín, con eliminación de la labial aspirada, que son Punicus y Poenus, denominación que los romanos empleaban para designar a los cartagineses (Cartago fue en origen una colonia norteafricana de los fenicios de Tiro).
El griego Φοινίκιος es un derivado de Φοῖνιξ ("Phoinix") que designa propiamente al fenicio o habitante de Fenicia. Pero resulta que la palabra φοῖνιξ también significa de color rojo escarlata o de color rojo púrpura y también designa al tinte que llamamos púrpura. Asimismo φοῖνιξ es el nombre de la palmera datilera (cuyo nombre científico sigue siendo hoy Phoenix), y por último designa al mitológico pájaro conocido como Ave Fénix.
Todo indica que el proceso fue el siguiente: φοῖνιξ es un derivado de φοινός (rojo sangre o rojo anaranjado) y su alusión al color rojo sería la primigenia, o al menos es lo que parece atestiguar el griego micénico. Por ello se aplicaría muy pronto al tinte que llamamos púrpura, carísimo tinte extraído de un molusco marino, cuyo monopolio comercial lo tenían los fenicios o cananeos. Por ser la púrpura el producto estrella con el que comerciaban estos, la palabra púrpura o rojo púrpura pasó a designar a los fenicios mismos. El nombre de la palmera datilera vendría del hecho de la abundancia de palmeras y comercio de dátiles de los fenicios, y de la posible consideración de que se trataba de un árbol originario de estas tierras.
En cuanto al Ave Fénix, mito de origen egipcio, desde la antigüedad se consideró que esta ave, habitante de Arabia, se llamaba así por su color (púrpura y dorado), aunque ciertos mitos vinculan también el pájaro a la palmera. El Fénix, según el mito, está también vinculado a los mitos del incienso, considerado el aroma de la inmortalidad que quemándose ofrece sus efectos a los dioses. Es un ave única en su especie, que vive más de 500 años (más de 1500 según otros autores) que se alimenta de resinas aromáticas de los árboles productores de perfume, y que cuando ve que ha envejecido, prepara una pira en la copa de un árbol o una palmera con ramitas del árbol del incienso, mirra y otras especies de resinas aromáticas, y gracias a los rayos del sol y el batir de sus alas provoca un incendio en el que se quema totalmente. De sus cenizas nace un gusanillo que se convertirá en el nuevo Fénix, y cuando crezca, lo primero que hará es volar a lo largo del valle del Nilo para ofrendar los restos de la pira de su antecesor en el templo del sol de Heliópolis, en un único y majestuoso vuelo de ida y vuelta, el único del ave en su vida y que servía a los egipcios para datar.
No faltan también quienes creen que es justo al revés, y que φοῖνιξ en origen es un etnónimo no griego, que se aplicó a la púrpura y otras cosas por su relación con los fenicios, y que la vinculación de φοῖνιξ con φοινός (rojo), es sólo producto de la etimología popular griega.
- Gracias: Helena
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