Etimología de DENDROCRONOLOGÍA
La palabra dendrocronología es un neologismo formado con las palabras griegas δένδρον (dendron), árbol y χρονολογία, cronología, datación (del griego χρόνος, tiempo. Ver: cronograma, cronómetro, anacronismo, anacrónico, etc.).
A lo largo de su vida, un árbol produce anillos de crecimiento a razón de uno por año, como se puede apreciar observando un tocón. Esa sucesión de anillos de diversos grosores (los anillos varían en su anchura según las zonas, un año más húmedo o más cálido, etc.) forma un patrón similar al de código de barras que puede servir para identificar a un árbol.
La dendrocronología sirve (entre otros usos) como un mecanismo para datar restos del pasado y ampliar el intervalo de los datos puestos a disposición de los arqueólogos.
Otras palabras que contienen la palabra δένδρον incluyen:
- Gracias: PAGOT
La dendrocronología como ciencia, fue formalizada por el astrónomo estadounidense Andrew Ellicott Douglass (1867-1962), quien además fundó en 1937 un laboratorio en Arizona sobre la investigación de los anillos de los árboles y su posible relación con las cíclicas manchas solares. El vocablo se documenta en inglés (dendrochronology) hacia 1928 y es probable que haya sido acuñado por Douglas.
Se tiene evidencia que el primero en escribir sobre los anillos del tallo de los árboles, fue el naturalista y botánico griego Teofrasto (371-286 a.C.) en el libro V de su obra De Historia Plantarum (La Historia de las Plantas), Περὶ φυτικῶν ἱστοριῶν α'-θ', en griego, donde menciona: "...la madera del abeto blanco (Abies alba Mill.) tiene muchas capas como las de una cebolla...". El polímata italiano Leonardo Da Vinci (1452-1519) explicó que el grosor de los anillos de crecimiento anual de los árboles tenían relación con las condiciones prevalentes bajo las que crecían las plantas en los respectivos periodos del pasado.
La dendrocronología es la ciencia que trata sobre el datado y la interpretación de eventos medioambientales del pasado (sequías, inviernos particularmente fríos o tibios, plagas insectiles o enfermedades que pueden afectar a los árboles), en especial, las tendencias climáticas y paleoclimáticas, basándose en el análisis o medición de los anillos de los árboles o de madera muy vieja.
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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