Etimología de DEMONIO

DEMONIO

La palabra demonio proviene del griego δαιμονιον [daimon], "genio". Esta palabra aparece en la Biblia. Cuando San Jerónimo tradujo la Vulgata [ver: Biblia] usó la palabra daemonium. De ahí paso al castellano como demonio.


La palabra griega daímon tiene, sin embargo, antiguo uso en la cultura griega anterior al cristianismo. Aparece ya en Homero (por ejemplo, Ilíada XV, 468), y significa ante todo cierta divinidad, buena o mala, que no está en el panteón de los grandes dioses, sino como cierta divinidad "menor". Así es presentada en Platón, donde el concepto tiene gran importancia, y aparece en muchos de sus diálogos ya como un intermediario entre dioses y hombres (Banquete, discurso de Sócrates), o como un "genio" del propio Sócrates, que, curiosamente, le dice lo que no tiene que hacer (Fedón; Banquete, discurso de Alcibíades). No fue sino con el cristianismo que 'demonio' tomo su noción de maléfica, maníaca, "diabólica".

- Gracias: cenotafios


Los daimones son en efecto unas divinidades menores muy importantes en el mundo religioso griego y romano (los romanos tienden a llamarlas numina, con su nombre tradicional, si bien también adoptan del griego tardíamente la palabra daimon). La palabra se forma sobre una raíz indoeuropea *da- que significa "distribuir". Propiamente son divinidades mediadoras consideradas fundamentales en el desarrollo de la vida y de las buenas funciones de la naturaleza y su buen reparto, y que reciben un culto común. Los principales grupos de daimones son las ninfas en todas sus variantes (náyades, las protectoras de las aguas y fuentes, nereidas, las de las aguas y la vida del mar, oréades, las protectoras de las montaña, dríades o hamadríades, las protectoras de los árboles, etc.), que facilitan el principio femenino de la fertilidad en la naturaleza. Otro grupo fundamental son los sátiros, que los romanos llaman faunos, que presiden los aspectos masculinos del desarrollo de la fertilidad natural y la vida, y que recibían un importante culto campesino como protectores del ganado y los animales. Se les representaba principalmente con patas y pezuñas de cabra, rabo y cuernos. Su culto estaba tan extendido que el cristianismo a partir del s. IV, aunque lo persiguió enconadamente no podía erradicarlo, y al no poder acabar con la arraigada creencia campesina en ellos lo que hizo fue cargarlos de connotaciones negativas y maléficas, asumiendo su representación plástica como la figuración de los espíritus del mal, convirtiéndose así estos démones sátiros en los demonios cristianos, de modo que quien les diera culto pudiera ser acusado de adorar a espíritus del mal.

Estos daimones actuaban siempre en el plano terrenal. Otros daimones más individualizados eran intermediarios entre diversos planos (celeste o de los dioses, terrestre o de los hombres y subterráneo o de los muertos): estos, que "volaban" de un plano a otro eran considerados daimones ángeloi (démones mensajeros) y eran representados con grandes alas de pluma: estos eran principalmente Eros (llamado Cupido por los romanos), daimon mensajero del amor, y los hermanos gemelos hijos de la noche Hipno y Thánato (el Sueño y la Muerte). Su iconografía dio lugar a la representación de los ángeles cristianos.

- Gracias: Helena

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