La palabra verbo, del latín verbum (palabra), de donde tenemos también verbal, verboso, verbalismo, verbigeración, proverbio, adverbio, postverba, etc. Se vincula con una raíz indoeuropea *wer-6 que dio vrata- (orden) en sánscrito, ρήτωρ (rhetor = "orador", ver retórica) en griego y weriga- (llamar, convocar) en hitita.
El elemento compositivo -oide, tomado del griego ειδής (eides), que significa apariencia o imagen, como en asteroide, hemorroide y solenoide. Se relacionada con *weid- (ver, conocer) que encontramos en las palabras ver y envidia.
La palabra verboide es usada en gramática para referirse a las formas verbales que no se conjugan en tiempo ni persona, pues no indican acción. Es decir:
El infinitivo como en amar, correr, vestir. El infinito como su nombre indica es una forma que no tiene fin, o sea que no está terminada. Esta forma es usada como sustantivo, para hablar de la acción, pero no expresa la acción de una sentencia.
El participio como en amado, corrido, vestido. Nótese que en estos se puede indicar el género (amada, corrida, vestida) y el número (amados, corridos, vestidos). El participio funciona como adjetivo expresando género y caso gramatical
El gerundio, como en amando, corriendo y vistiendo. El gerundio funciona como adverbio.
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