Etimología de RACHA

RACHA

La academia presenta ráfaga como de origen incierto y racha como "quizá del árabe rágga, sacudida, agitación, tormenta", sin relacionarlos etimológicamente pero reconociendo deudas semánticas entre ambos, pues da ráfaga como primer sinónimo de racha y viceversa. Es más, la primera entrada de racha es: "ráfaga de aire", dejando en segunda posición la de: "En cualquier actividad, período breve de fortuna o desgracia". Esta segunda acepción, la de buena o mala racha, como lapso temporal sobrevenido que comporta una ininterrumpida -aunque breve- secuencia de marcado signo positivo o negativo es, sin embargo, a mi parecer, el uso mayoritario del término, ya sea en castellano ya en español de América.

Aunque ráfaga es, por lo general, un "viento fuerte, repentino y de corta duración", definir racha como "ráfaga de aire" no es redundante, puesto que ráfaga puede referirse a viento (entrada 1), nube… (entrada 2), golpe de luz… (entrada 3) o conjunto de proyéctiles… (entrada 4), aunque parece evidente que las entradas 2, 3 y 4 son evoluciones metafóricas de la primera.

En la voz bigote de este diccionario ya aludí a las muchas deudas que el léxico marítimo mantiene con la lengua italiana (cfr. bigote DECEL). No sería de extrañar que la palabra italiana raffica hubiese pasado al español como ráfaga, con sonorización de la oclusiva sorda intervocálica (c>g) y posterior asimilación de -i- en -a- (progresiva o regresiva, aunque de mayor peso la -a- tónica que precede).

Evolución similar a la de manica>maniga (en catalán) y posteriormente manga (en español) y manche (en francés): raffica>raffiga>ráfaga. Si en el pasaje intermedio (*raffiga) se pierde la postónica breve, queda *raffga, con labiodental y gutural en contacto que se resuelven en racha, quedando ráfaga como "viento fuerte y repentino de corta duración" y desmaterializándose y 'especializándose' con el pasar del tiempo racha en su sentido de "transitoria situación favorable o desfavorable propiciada por el viento".

Desde el punto de vista semántico, la vinculación del viento a la suerte o al resultado de la empresa es cuestión más que probada. Racha: "En cualquier actividad, período breve de fortuna o desgracia". Antiguamente pocas actividades había, como no fuesen la guerra o la navegación, sujetas ambas a las inclemencias del tiempo. Y el viento, que determinaba la fortuna de la contienda, podía ser de proa o de popa. Rastro queda de ello en el lenguaje actual:

Incluso el estado de confusión que nos paraliza y nos impide actuar en ocasiones ha creado el adjetivo abrumado, de bruma (niebla), como utilizado muy de propósito, por citar un ejemplo, por Miguel de Unamuno en su encuentro con Augusto Pérez: "tú, abrumado por tus desgracias, has concebido la diabólica idea de suicidarte" (la obra se titula Niebla).

Que el viento sea fortuna (buena o mala) y la fortuna viento, que empuja hacia un lado u otro, lo encontramos explícitamente en El Quijote: "Ven acá, pecador; si el viento de la fortuna, hasta ahora contrario, en nuestro favor se vuelve, llenándonos las velas del deseo para que seguramente y sin contraste alguno tomemos puerto en alguna de las ínsulas que te tengo prometida…" (DQ, cap. XV, primera parte).

Hay que hacer notar que el término racha, entendido como período breve de fortuna o desgracia, no está marcado, es decir, es, por defecto aséptico. No como la palabra suerte, donde basta decir tengo suerte para que se entienda en automático (por defecto) buena suerte.

Porque las rachas, las ráfagas, lo mismo llegan caprichosas de proa que de popa.

La fortuna es rueda que gira, de manera imprevisible, casi siempre. Si gobernada por la mano del hombre, la rueda bien puede llamarse timón, y con él se sigue el propio rumbo. Si sobreviene sin gobierno nuestro y por encima de nuestros cerebros, la rueda se llama entonces rosa de los vientos, y son ellos los que marcan los derroteros. Entre una y otra rueda, queda en vertical hacia abajo el ancla, para reposar el navío y tomar un poco de aire; en vertical hacia arriba, la vela y su mástil, ahora para que nos tome un poco de aire, de ráfaga, de racha.

Esperanza o remos, no hay otra, si avanzar queremos.

-Gracias: Rafael Martínez Rubio.


Si no puedes leer el texto, no uses el modo nocturno de tu navegador.

Avísanos si tienes más datos o si encuentras algún error.


Miembros Autorizados solamente:

 

 


↓↓↓ Grupos Siguientes

Los iconos de la parte superior e inferior de la página te llevarán a otras secciones útiles e interesantes. Puedes encontrar la etimología de una palabra usando el motor de búsqueda en la parte superior a mano derecha de la pantalla. Escribe el término que buscas en la casilla que dice “Busca aquí” y luego presiona la tecla "Entrar", "↲" o "⚲" dependiendo de tu teclado. El motor de búsqueda de Google abajo es para buscar contenido dentro de las páginas.