La palabra tubérculo viene del latín tuberculum (pequeña protuberancia o hinchazón, engrosamiento, tubérculo), de ahí que se aplique a determinadas raíces o tallos subterráneos engrosados por acumulación de sustancias de reserva en las plantas y que muchas veces son comestibles. La palabra tuberculum se forma con el sufijo diminutivo sobre el vocablo latino tuber (hinchazón, protuberancia), del que también proceden tuberoso, protuberancia, tuberculosis y trufa. Su raíz indoeuropea es *teuə- (hincharse), que también dio en latín:
Esta raíz indoeuropea dio en griego la palabra τύμβος (tymbos, tumba de túmulo, elevación de tierra que cubre una tumba), que pasó al latín con la forma tumba y generó nuestra palabra tumba.
- Gracias: Helena
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