Etimología de DEFLAGRACIÓN
La palabra deflagración se refiere a una combustión súbita con llama pero sin explosión. La palabra viene del latín deflagratio, deflagrationis, que ya en el s. I a.C. Cicerón empleaba como sinónima de combustión o incendio. Este vocablo es el nombre de acción con sufijo -tion del verbo deflagrare (quemar o quemarse, consumirse enteramente por el fuego, en sentido figurado ser destruido y perecer), verbo compuesto de un prefijo de- (dirección de arriba abajo, marca de proceso descendente) y el verbo flagrare (quemar, estar ardiente, también estar inflamado o arder de pasión). De ahí flagrar y flagrante y la locución latina in fraganti.
Este verbo se asocia a una raíz indoeuropea es *bhel-1 (brillar) que en latín está presente también en flamma (llama) de donde vienen flamear, flamígero, llama, inflamar o soflama. Asimismo se asocia al verbo fulgēre (brillar) de donde proceden fúlgido y refulgente, y a fulmen (rayo) de donde vienen fulminar y fulminante. Esta raíz indoeuropea se presenta también en palabras que nos llegan del germánico como blenda (mineral muy brillante), blindar (derivado de blinda, armadura metálica) y blanco (que en origen significaba también brillante).
- Gracias: Helena
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