Oráculo se refiere a un mensaje o respuesta divina a una consulta, por lo general prediciendo el futuro. Por extensión, también se refiere al lugar, estatua, santuario o símbolo donde se le hacen preguntas a los dioses. Oráculo viene del latín oraculum y este del verbo orare (hablar). La palabra se forma con el sufijo -culum / culus, que expresa, la mayoría de las veces diminutivos, y en otros casos medios o instrumentos. Así el vocablo conserva su doble acepción de "medio o instrumento para hablar" con un dios, y "respuesta oral breve".
El concepto del oráculo se originó en Delfos, un templo en Grecia dedicado a Apolo. Se dice que la gente pagaba a una sacerdotisa vitalicia para que le hiciera preguntas a los dioses. La sacerdotisa de Delfos se llamaba Pitia, de Pytho, nombre antiguo de Delfos (ver: pitonisa). De ahí también Pyton, una serpiente sagrada de la diosa Gea que se supone Apolo había matado en ese lugar, apropiándose de sus saberes proféticos. Pitia hacía un complicado ritual. Unos dicen que incluía vapores alucinógenos, los cuales le ayudaba a comunicarse con los dioses. Otras sacerdotisas oraculares actuaban en el mundo antiguo, especialmente romano, bajo la protección de Apolo sobre todo, y se las conocía como sibilas (Sibylla). Ver el vocablo sibilino.
Según el historiador y geógrafo Pausanias (s. II d.C.), en el templo de Apolo en Delfos se inscribieron algunos aforismos que se decían eran ´´Ordenes de Delfos´´ para consultar por los hombres por toda su vida.
«Ἐν δὲ τῷ προνάῳ τὰ ἐν Δελφοῖς γεγραμμένα ἐστὶν ὠφελήματα ἀνθρώποις εἰς βίον». Παυσανίας, Φωκικά
´´ En de to pronao ta en Delfis gegrammena estín ofelímata anthropis is bion´´
- Pausanías, La Fócide
La mayoría de ellos ha sido atribuido a los siete antiguos sabios griegos: Cleóbulo de Lindos, Solón de Aténas, Quilón de Esparta, Bías de Priene, Tales de Mileto, Pítaco de Mitilene, Periandro de Corinto.
Griego | Transliteración | Español |
Γνῶθι σαυτόν | Gnóthi sautón | Conócete a ti mismo |
Μηδέν ἄγαν | Midén agan | Nada en exceso |
Βίας μὴ ἒχου | Bias mi éxu | No hagas nada con violencia |
Ἐπὶ νεκρῷ μὴ γέλα | Epí nekró mi géla | No hables mal de los muertos |
Πρεσβύτερον αἰδοῦ | Presbíteron edú | Respeta a los mayores |
Νόμῳ πείθου | Nomo píthou | Obedece las leyes |
Θυμοῦ κράτει | Thimú kráti | Contén la ira |
Θεούς σέβου | Theús sébu | Respeta a Dioses |
Γονεῖς σέβου | Gonís sébu | Respeta a tus padres |
Φίλοις βοήθει | Fílis boíthi | Ayuda tus amigos |
Ἒπου Θεῷ. | Épu theó | Sigue a Dios |
Ἠττῶ ὑπὲρ δικαίου | Itó ipér dikéu | Entrégate para lo justo |
Γνῶθι μαθὼν | Gnóthi mathón | Conoce después de aprender |
Ἀκούσας νόει | Akúsas nói) | Entiende después de oír |
Σαυτὸν ἲσχε | Saftón isxe | Conócete a ti mismo |
Ἑστίαν τίμα. | Estían tíma | Honra tu hogar |
Ἂρχε σεαυτοῦ | Arxe seaftú | Domínate a ti mismo |
Ὂρκῷ μὴ χρῶ | Orko mi xró | No jures |
Φιλίαν ἀγάπα | Filían agápa | Ama la amistad |
Παιδείας ἀντέχου | Pedías antéxu | Fíjate en tu educación |
Σοφίαν ζήτει | Sofían zíti | Busca la sabiduría |
Ψέγε μηδένα | Psége midéna | No acuses a nadie |
Ἐπαίνει Ἀρετὴν | Epéni aretín | Elogia la prudencia |
Πρᾶττε δίκαια | Práte díkea | Obra justamente |
Φίλοις εὐνόει | Fílis efnói | Favorece a tus amigos |
Εὐγένειαν ἂσκει | Evgénian aski | Sé amable, cortés |
Κακίας ἀπέχου | Kakías apéxu | Abstente de la maldad |
Εὒφημος ἲσθι | Efimos ísthi | Ten buena fama |
Ἂκουε πάντα | Akue pánta | Oye todas las cosas |
Χρόνου φείδου | Xrónu fídu | No malgastes el tempo |
Ὓβριν μίσει | Ivrin mísi | Odia el insulto |
Ἱκέτας αἰδοῦ | Ikétas edú | Respeta a los implorantes |
Υἱοὺς παίδευε | Iús pédeve | Educa a tus hijos |
Ἒχων χαρίζου | Exon xarízu | Cuando tengas, regala |
Δόλου φοβοῦ | Dólu fovú | Teme el fraude |
Εὐλόγει πάντας | Evlógi pántas | Dí buenas palabras para todos |
Φιλόσοφος γίνου | Filósofos gínu | Sé filósofo |
Ὃσια κρίνε. | Osia kríne | Juzga lo santo |
Γνοὺς πρᾶττε | Gnús práte | Actúa con conocimiento |
Φόνου ἀπέχου | Fónu apéxu | No mates |
Σοφοῖς χρῶ | Sofís xró | Relaciónate con sabios |
Ἦθος δοκίμαζε | Ithos dokímaze | Aprueba la costumbre |
Ὑφορῶ μηδένα | Iforó midéna | No seas suspicaz |
Τέχνῃ χρῶ | Téxni xró | Practica el arte |
Εὐεργεσίας τίμα | Evergesías tíma | Aprecia la beneficencia |
Φθόνει μηδενὶ | Fthóni midení | No envidies a nadie |
Διαβολὴν μίσει | Diavolín mísi | Odia la maldad |
Δικαίως κτῶ | Dikéos któ | Adquiere justamente |
Ἀγαθοὺς τίμα | Agathús tíma | Aprecia a los buenos |
Αἰσχύνην σέβου | Esxínin sévu | Respeta la vergüenza |
Εὐτυχίαν εὒχου | Eftixían éfxu | Desea felicidad |
Ἒριν μίσει | Erin mísi | Odia la disputa |
Ὂνειδος ἒχθαιρε | Onidos exthere | Enemístate con la burla |
Γλῶσσαν ἲσχε | Glosan ísxe | Contén tu lengua |
Ὓβριν ἀμύνου | Ivrin amínu | Protégete del insulto |
Κρίνε δίκαια | kríne díkea | Juzga justamente |
Λέγε εἰδὼς | Lége idós | Habla sabiendo |
Ὁμίλει πράως | Omíli práos | Habla con apacibilidad |
Φιλοφρόνει πᾶσιν | Filofróni pásin | Sé amistoso con todos |
Γλώττης ἂρχε | Glótis arxe | Domina tu lengua |
Σεαυτὸν εὖ ποίει | Seaftón ef píi | Benefíciate a ti mismo |
Εὐπροσήγορος γίνου | Efprosígoros gínu | Sé afable |
Ἀποκρίνου ἐν καιρῷ | Apokrínu en keró | Responde en el momento adecuado |
Πόνει μετὰ δικαίου | Póni metá dikéu | Fatígate justamente |
Πρᾶττε ἀμετανοήτως | Práte ametanoitos | Actúa con seguridad |
Ἀμαρτάνων μετανόει | Amartánon metanói | Cuando falles, arrepiéntete |
Ὀφθαλμοῦ κράτει | Ofthalmú kráti | Domina tus ojos |
Βουλεύου χρήσιμα | Bulévu xrísima | Piensa en lo útil |
Φιλίαν φύλαττε | Filían fílate | Guarda la amistad |
Εὐγνώμων γίνου | Efgnómon gínu | Sé agradecido |
Ὁμόνοιαν δίωκε | Omónian díoke | Persigue la concordía |
Ἂρρητα μὴ λέγε | Arita mi lege | No digas lo indecible |
Ἒχθρας διάλυε | Exthras diálie | Disuelve las enemistadas |
Γήρας προσδέχου | Gíras prosdéxu | Acepta la vejez |
Ἐπὶ ρώμῃ μὴ καυχῶ | Epí rómi mi kafxó | No hagas ostentación de tu fuerza |
Εὐφημίαν ἂσκει | Efimía áski | Aspira buena fama |
Ἀπέχθειαν φεῦγε | Apexthian fevge | Aléjate del odio |
Πλούτει δικαίως | Plúti dikéos | Enriquécete justamente |
Κακίαν μίσει | Kakían mísi | Odia la maldad |
Οὓς τρέφεις ἀγάπα | Us tréfis agápa | Ama a los que alimentas |
Ἀπόντι μὴ μάχου | Apónti mi máxu | No luches con el que está ausente |
Νεώτερον δίδασκε | Neóteron dídaske | Enseña a los mas jóvenes |
Πλούτῳ ἀπόστει | Plúto apósti | Revélate contra la riqueza |
Σεαυτὸν αἰδοῦ | Seaftón edú | Respétate a ti mismo |
Μὴ ἂρχε ὑβρίζων | Mi arxe ivrízon | No domines con arrogancia |
Προγόνους στεφάνου | Progónus stefánu | Corona a tus antepasados |
Ἀτυχοῦντι συνάχθου | Atixúnti sináxthu | Simpatiza con el desgraciado |
Τύχη μὴ πίστευε | Tíxi mi písteve | No creas en la suerte |
Τελεύτα ἂλυπος | Teléfta alípos | Muere sin pena |
Θνῆσκε ὑπὲρ πατρίδος | Thníske ipér patrídos | Muere por tu patria |
- Gracias: PAGOT
No es cierto que el concepto de oráculo se originara en Delfos, si bien la gran fama de Delfos como centro oracular trascendió a la antigua Grecia e influyó en todo el mundo mediterráneo, haciendo que muchos vinculen necesariamente el oráculo y la práctica oracular a Delfos. Como puede verse oráculo es una palabra netamente latina y no un préstamo griego. Y es que en Roma, aunque el contacto con el oráculo de Delfos remonta a la época monárquica y también la tradición de las Sibilas, de cierta raigambre griega, hay una tradición oracular propia mucho más antigua que es a la que se refiere sobre todo la palabra oraculum. En la tradición más antigua romana los oráculos se vinculan a Carmenta, una vieja divinidad femenina itálica, cuyo nombre se vincula a carmen (canto profético) y al verbo canere (cantar, vinculado también a profetizar). Si bien la literatura culta después vincula a Carmenta con una ninfa de las aguas, madre del mítico Evandro, uno de los fundadores del pueblo latino, y hace de ellos unos fugitivos griegos, eso no es más que producto del sincretismo tardío que busca vincular las tradiciones propias al prestigiado mundo griego. Carmenta es una divinidad local bien antigua vinculada a las aguas y a los bosques, porque la "voz del agua" y el "susurro del bosque" son para los latinos la fuente principal del "habla de la tierra", origen primordial de todos los oráculos. Es así como practicar un sacrificio o una ofrenda en los lindes del bosque (prácticas que se remontan en la tradición al rey Latino, el que acogió en sus tierras a Eneas y sus míticos troyanos fugitivos) y oír después el susurro del bosque, o bien lanzar al agua de los arroyos ciertas ofrendas, posteriormente sustituidas por tablillas con una consulta escrita, y esperar a ver cómo suena el agua para interpretarlo, son prácticas ancestrales itálicas, latinas y romanas bien testimoniadas por la literatura y por la arqueología. Es entonces cuando se obtenía un oraculum.
Parece que prácticas oraculares que dan respuestas para el futuro y funciones proféticas están ancestralmente vinculadas en el mundo mediterráneo a las diosas madres que representan a la tierra y su fertilidad. En el mundo minoico, de la cultura cretense previa a la invasión micénica, protogriega, se vinculan a cultos practicados en las cuevas a la diosa madre cretense, representada en parte por la serpiente, animal vinculado con el agua y con la tierra, con la que siempre está en contacto, y animal oracular por excelencia. También el oráculo se vincula a los árboles, en especial a determinados árboles de los bosques mediterráneos antiguos, como son la encina, el roble y el laurel. Es así como los cultos oraculares griegos en realidad representan la reminiscencia de algo mucho más antiguo, y al incorporarlos a la religión olímpica griega, asistimos a diversas leyendas por las que un dios debe apropiarse de las funciones de esa diosa madre, como Apolo, que debió matar a la serpiente Pitón, animal sagrado de Gea, para apropiarse en Delfos de su función oracular, y en desagravio dar su nombre a la Pythia y fundar los juegos Pýthicos. Y muy antiguo es también, pregriego, el viejo oráculo griego de Dodona, vinculado a un roble sagrado. Nótese que en todos estos casos, no sólo hay deidades femeninas en la base, sino que las protagonistas del lenguaje oracular, sibilino, son sacerdotisas y mujeres, como corresponde a un viejo culto de deidades femeninas. Y así en el imaginario griego el lenguaje enigmático, sensorial, metafórico, irracional, poético, simbólico, es netamente femenino. El enigma es la lengua de la mujer (la esfinge es femenina), pero su interpretación es del varón (a la esfinge la vence Edipo interpretándola). El logos, el lenguaje racional, el del foro, el de la polis, es monopolio del varón. Es por eso que en Delfos los consultantes nunca oían a la Pytia encerrada en su cubil del templo. Un equipo de sacerdotes varones codificaba versificadas sus palabras en un primer peldaño de la interpretación, que se ofrecían al consultante, que normalmente requería de una segunda interpretación.
La gran fama de Delfos se debe a su papel desde antiguo, de conciliador en el mundo griego de las abundantísimas rencillas entre las poleis, así como de su política exterior, poleis que iban siempre a consultar antes de emprender acciones bélicas, pactos, tratados y acciones políticas de importancia. Su enorme influencia en lo político hizo que de hecho se registraran frecuentes sobornos a sus sacerdotes por parte de las poleis más ricas, para lograr oráculos favorables a sus intereses.
Nótese que en el mundo grecolatino, por su base mediterránea previa, el lenguaje profético se vincula inicialmente a la mujer, cosa muy distinta de la tradición judaica en que los profetas solo son varones.
- Gracias: Helena
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