La palabra objeción viene del latín obiectio, obiectionis, que significa acción de poner delante, acción de oponer, y finalmente, en latín tardío, reproche. Es el nombre de acción del verbo obiecere (lanzar delante o en contra de, exponer o proponer algo opuesto), del que también se deriva la palabra objeto. Este verbo no es más que un prefijado con ob-(frente a, en contra) del verbo iacĕre (lanzar).
Este verbo iacĕre se vincula a una raíz indoeuropea *yē- (tirar, lanzar) que también da lugar en latín al verbo iacēre (estar echado o tumbado, yacer). De iacĕre y sus prefijados se derivan palabras como echar, jactancia, abyecto, conjetura, deyección, eyacular, inyección, interjección, óbice, proyectil, proyecto, proyector, desechar y desecho, sujeción, sujeto y trayecto. De iacēre y sus prefijados proceden vocablos como yacer, yacija, yacimiento, adyacente y subyacente.
- Gracias: Helena
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