Etimología de LAVA
La palabra lava viene del italiano lava, derivado a la vez del dialecto napolitano, lave, procedente del verbo latino labi, 'deslizarse o resbalar', originado de la raíz indoeuropea *leb-1, 'que baja libremente'. Al pasar el término latino a los dialectos romances, la b pasó a v, como ocurrió en muchos otros casos.
Las raíces etimológicas arriba descritas, revelan con mucha fidelidad lo que significa lava: roca fundida y viscosa con unos 900 a 1200 °C que arrojan los volcanes y se desliza a través de las laderas hasta solidificarse, formando depósitos que constituyen las rocas efusivas, compuestas principalmente por silicatos.
Aparentemente, el término nació entre los habitantes de Italia en una fecha no determinada, debido a que en aquella región del Mediterráneo, los lugareños fueron testigos de dos impresionantes y devastadoras erupciones volcánicas, la primera, hacia el año 475 a.C. en el monte Etna y la segunda, unos 554 años después, en el Vesubio (año 79 d.C.), que sepultó a las ciudades de Pompeya y Herculano.
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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