La palabra negligente viene del latín "nec-legens", no lector, que no lee, como explica Isidoro de Sevilla en sus Etimologías, quien debería ser reconocido especialmente en esta página y por todos los que a ella acceden por su magnífica contribución al conocimiento del mundo antiguo.
- Gracias: arrayan
Para el sentido de la palabra negligente hay que tomar en cuenta dos cosas, como la misma constitución de la palabra lo hace notar: la negación nec-, y la raíz. De lo primero tomamos simplemente el sentido general negativo, privativo (falto de aplicación, descuidado), pero lo segundo, aquello que es negado, es lo más conflictivo (cf. ligar y religión). Podría ser de ligare o de legere, es decir, o bien ser una falta de amor por lo que se hace (como opuesto a diligente), o falta de capacidad para hacer lo que se hace (in-inteligente).
- Gracias: cenotafios
Se considera que negligente es la negación de la acción de legere, y no de ligare, pues de lo contrario no habría formado un participio en -ente, sino en -ante. Legere está sujeto aquí a una apofonía y por eso la forma -lig- de la raíz. Pero negligente no es "el que no lee", pues aparte de leer, el significado primario de legere es elegir y seleccionar, también recoger. Negligente es pues en origen el que no elige, ni selecciona, ni cosecha, el indiferente que no actúa.
- Gracias: Helena
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