La palabra trabajo viene de trabajar y esta del latín tripaliare. Tripaliare viene de tripalium (tres palos). Tripalium era un yugo hecho con tres (tri) palos (palus) en los cuales amarraban a los esclavos para azotarlos. Con razón en Chile, al trabajo le decimos "pega".
Tri- se asocia con una raíz indoeuropea *trei- (tres), mientras palus con *pag- (fijar, atar, fortalecer).
En realidad, la relación de "trabajo" con "tripalium" no es de "pegar" sino de "sufrir". Se aplicaba a cualquier actividad que producía dolor en el cuerpo. Cuando se inventó esta palabra la mayoría de la población trabajaba en el campo haciendo esfuerzo físico, lo cual los hacía sentir como si hubieran sido apaleados. La relación de trabajo y dolor también se refleja en la palabra "labor" (del latín), la cual, en inglés significa trabajar, y también cuando una mujer esta a punto de parto, que según entiendo es la experiencia más dolorosa del mundo.
Otros chilenismos, aparte de pega, donde se puede ver la relación entre golpear y trabajar son "sacar la mugre" y "sacar la cresta". "Te voy a sacar la mugre", quiere decir te voy a golpear mucho, y "Me saqué la mugre pintando la casa", quiere decir que trabajé mucho pintando la casa.
Es curioso este concepto de trabajo que se repite en otra lengua madre de Europa, la cual no es indoeuropea, el euskera, idioma vasco, pues la palabra para trabajador rural esta compuesta por la raíz - nek- neke dolor, cansancio, asociada con la raíz -zale-tzale- que significa afecto, afición, ser partidario, entonces la palabra sería nekezale1, aficionado al dolor y al cansancio. La palabra trabajo en uso general es -lan- faena u obra, no castigo y conlleva un fuerte contenido de producción y celebración de sus frutos.
- Gracias: ramirolarrain
Nota:
En Francia fue publicado hace poco más de un año un interesante ensayo sobre el origen de las lenguas romances: Le français ne vient pas du latin ! Essai sur une aberration linguistique. Paris: l'Harmattan, 2007, ISBN: 978-2-296-03081-7. El autor (Yves Cortez, su blog se puede encontrar a través de Google) propone una nueva manera (a mi modo de ver, mucho más fundamentada y científica, que abre nuevos caminos) de describir las etimologías de la palabras. TRABAJO es un ejemplo magnífico.
¿Quién propuso que la etimología de trabajo es tripalium? Nadie lo sabe. Los diccionarios se copian los unos a los otros, pero (según el autor) éste es un buen ejemplo de etimología falsa (se busca una palabra latina o en otra lengua vecina de la época que tenga una consonancia cercana y se declara que viene de ella). En este caso, considerar el trabajo como una tortura encaja bien en nuestra cultura judeocristiana (o debería decir: judeo católica) para la cual el trabajo es un castigo divino.
La etimología propuesta por este lingüista francés es novedosa, interesante, y hunde sus raíces en el indoeuropeo.
En primer lugar, es evidente que toda palabra larga es una palabra compuesta. La primera dificultad consiste en descomponerla en el lugar adecuado. Se puede cortar la palabra trabajo en tra-bajo o t-rabajo. Vamos a ver que es la segunda proposición la correcta. Estudiemos primero las silabas finales ra-bajo.
Cuando se analizan numerosas lenguas, nos damos cuenta que las vocales son muy sensibles a los cambios, pero que las consonantes se transforman muy poco y siempre de la misma manera. De tal manera que, para simplificar, yo diría que lo que nos interesa en rabajo son las consonantes, es decir las letras R y B. Ahora bien, la R con frecuencia se transforma fonéticamente en L (el razonamiento original del autor, que se basa sobre la palabra francesa travail, agrega que la letra V, de la porción ravail, con frecuencia se transforma fonéticamente en B), de la misma manera que B y V son intercambiables. Por tanto, este conjunto de letras RB, que yo llamo un radical, se puede encontrar bajo las formas LV, LB o RB. En alemán y en ruso, que son lenguas indoeuropeas, "trabajo" se dice arbeit en la primera, y rabot en la segunda. Primera constatación: las palabras que designan el trabajo en alemán y en ruso utilizan el mismo radical de base RB.
En italiano decimos lavoro y en latín labor; por tanto, en dos lenguas itálicas la palabra "trabajo" se construye sobre el radical LB/ LV el cual, como he dicho antes, es equivalente al radical RB.
En las palabras francesas larbin (criado, sirviente, persona dedicada a los trabajos hogareños), corvee (faena), turbin (tajo)… encontramos siempre el radical RB, que es la traza indeleble de una palabra antigua relativa al trabajo.
Regresemos a la palabra trabajo, que habíamos descompuesto en t-rabajo.
La T inicial es un prefijo indoeuropeo que significa exclusión. Por tanto, aquellos que trabajan están excluidos del rabajo, es decir, de la labor en el sentido noble del término. El trabajo vendría a ser entonces la actividad de los siervos, en oposición a las otras actividades consideradas como más nobles realizadas por los hombres libres.
- Gracias: jtorresm
El libro de Yves Cortez citado está basado en la pura imaginación del autor y no en testimonios escritos que demuestren tal evolución. Por otro lado, son muchas las fuentes que relacionan trabajo con tripalium y se basan en diferentes libros donde el significado fue cambiando a lo largo de los años: sufrimiento -> dolores de parto 1130, 1140 -> dolor y fatiga que nos damos a nosotros mismos -> dolores que nos damos nosotros mismos en búsqueda de un comercio (1209).
También podemos observar que la evolución fonética de tripalium al francés travail, portugués trabalho y el español trabajo, es igual a la de alium -> ail (francés), alho (portugués) y ajo (español).
Hay que tener mucho cuidado con la lectura de radicación. Sólo porque las palabras parecen tener la misma raíz, no quiere decir que tengan una relación. Por ejemplo, becerro, no tiene nada que ver, con "ver cerros", ni "anómalo" es "hemorroides". Si no se puede confiar en raíces completas, menos se puede hacerlo tomando solo unas consonantes (RB en este caso). Es peor, si más encima se agrupan varias otras (LB / LV). Así yo podría decir que trabajo viene del inglés love (amor), porque a los gringos aman a su trabajo, o que viene de robar, pues los jefes le pagan muy mal a sus trabajadores, o cualquier otra idea que me de la gana.
Por último, el prefijo de exclusión *T- es pura invención de Cortez. No está documentado en la lista de raíces indoeuropeas de Pokorny ni de Roberts-Pastor.
En castellano, sobre todo en sus épocas clásicas, la palabra trabajo conserva preferentemente el sentido de esfuerzo y penalidad, y no el de ocupación y oficio, y este sentido se observa por doquier. Miguel de Cervantes, por ejemplo, tiene una novela bizantina preciosa titulada "Los trabajos de Persiles y Segismunda", en que obviamente "trabajos" no se refiere a oficios ni ocupaciones cotidianas, sino a las penalidades, trances y sufrimientos, y las peripecias viajeras de los dos protagonistas. Este sentido de penalidad que es el sentido primero y primario de la palabra en castellano, hoy figura en la acepción nº 9 del DRAE, quizá por su menor frecuencia actual. Pero seguimos empleando expresiones como "trabajosamente" nunca para referirnos a nuestro trabajo remunerado, sino con el significado de "con esfuerzo y sufrimiento".
- Gracias: Helena
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