El verbo ubicar se formó a partir del adverbio relativo latino ubi (donde, también cuando), seguramente con la concurrencia de ubique (en cada lugar), que conlleva la idea de la situación de cada cosa en su sitio.
El adverbio ubi, primitivamente *quobi, procede de la raíz indoeuropea *kwo- que es base de los pronombres relativos e interrogativos del latín, que son muchísimos en latín, y de algunos adverbios derivados, que han dado lugar a muchas formas en nuestra lengua, como que, quien, cuyo, cuota, cociente, cotizar, cotidiano, cuanto, cantidad, cual, cualidad, calaña, cuando, donde, etc.
El griego no admite la labiovelar indoeuropea kw y la labializa en p, y así d esta raíz tiene el pronombre πόσος ("pósos", cuanto), de donde viene la palabra posología, que es la cuantificación exacta de la dosis que debe administrarse de un medicamento.
- Gracias: Helena
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