Etimología de BERENICE

BERENICE

La palabra Berenice es un nombre de mujer que proviene del latín Bĕrĕnīcē, tomado del griego Bereníke (Βερενίκη), en su versión macedónica, de φερενικη = Pherenike, formado por φερω = phero (traer) y νικη = nike (victoria militar o victoria en los juegos). Berenice es entonces "la que trae la victoria".

Tiempo después surge el nombre derivado Veronika en lenguas como ucraniano, sueco, esloveno, lituano, noruego, germano, húngaro, letón; y Verónica en portugués, rumano, español...

El nombre Berenice fue en tiempos antiguos común en la dinastía ptolomeica, que gobernó el Antiguo Egipto, en los años 323-30 a.C., entre ellas, destaca Berenice II, hija del rey Megas de Cirene, la cual se casó con el gobernante Ptolomeo III Evergetes (el benefactor), hecho que simbolizó la unión entre Egipto y Cirene (Kyrene, una antigua ciudad de Libia fundada hacia el año 630 a.C.). Ptolomeo III (285-222 a.C.) fue hijo y sucesor de Ptolomeo II Filadelfo (308-246 a.C.).

Por Berenice II fue que recibió su nombre la constelación del hemisferio norte, Cabellera de Berenice (Coma Berenices), localizada entre El Boyero y Leo, así como entre Los Lebreles y Virgo.

Al respecto, cuenta la leyenda que al poco tiempo de casarse Berenice, su esposo se fue a combatir a la tercera guerra de Siria (iniciada hacia 246 a.C.), y ante la angustia de los riesgos de su marido, le prometió a la diosa griega Afrodita (Venus para los romanos) cortarse su hermosa cabellera y dejarla como ofrenda en el templo si su amado volvía sano y salvo de la contienda, cosa que por fortuna sucedió al año siguiente. Berenice cumplió su promesa, pero esa noche alguien robó su cabellera, según algunos, como venganza por no haberla ofrendada a una divinidad egipcia. Ante el enojo de Berenice y su esposo, el astrónomo Conon de Samos (circa 280-220 a.C.) les dijo que Afrodita había llevado al cielo la cabellera en forma de estrellas, colocándola muy cerca de la cola del Leo, creando entonces esta constelación, que, sin embargo, no todos los astrónomos griegos de aquella época la reconocieron (cuando mucho, la consideraban parte de Leo y no una constelación independiente), como lo prueba el hecho de que el astrónomo egipcio Claudio Ptolomeo (hacia 90-168 d.C.) no la reconoce en su Almagesto. Algunos piensan que en realidad, la desaparición y posterior aparición de dicha cabellera en el cielo, fue más bien una manera de honrar o glorificar a Ptolomeo III y a su esposa, la reina Berenice.

En el Almagesto, al describir a Leo, en referencia a este grupo de estrellas, Ptolomeo las describe como una masa nebulosa a la que, sin embargo, llamó 'la cabellera' y a tres estrellas que sobresalen, dispuestas a la manera triangular, les encontró la forma de 'hoja de hiedra'. Nueve siglos después, el astrónomo persa al-Bīrūnī (973-1048), también dijo que le parecieron como una 'hoja de hiedra', sobre la cola de Leo.

Fue hasta 1536 que este grupo de estrellas recibieron un lugar separado como constelación con el nombre de Berenices Crinis (crīnis en latín es 'el cabello', 'la cabellera', especialmente rizado, de donde proviene la palabra 'crin'; por lo tanto, 'Cabellera de Berenice'), por el cartógrafo germano Caspar Vopel (1511-1561). En 1551, el holandés Gerardus Mercator la llamó Cincinnus, que en latín significa "rizo de cabellos". Y en 1602 el danés Tycho Brahe (1546-1601) por fin incluye Coma Berenices en su catálogo de estrellas, tal y como ahora se conoce de manera oficial a esta constelación del norte.

El vocablo latino cŏma, del griego κόμη = kóme, significa 'el pelo o cabello de la cabeza', 'la cabellera', emparentado con el sustantivo latino cŏmētes (cometa, por su larga cauda que parece una cabellera), en griego κομήτης = kométes (cometa). Así evolucionó el nombre Berenice y la constelación llamada en su honor.