La palabra queloide designa a una cicatriz crecida o abultada que se forma en el sitio de una herida o incisión en la piel y se expande más allá de los bordes originales de dicha lesión.
Queloide literalmente significa "semejante o parecido a una pata de cangrejo", y está formado por los siguientes elementos del griego antiguo:
Chēlē = χηλέ, que en la antigüedad significó 'pezuña de caballo', 'pezuña de buey', en general, 'cualquier pezuña hendida', 'una tenaza de pata de cangrejo' (en Aristóteles en su Historia Natural). También por eso a la constelación del Cáncer o del Cangrejo, los griegos la llamaban a veces χηλαί, Chelae (las tenazas). También χηλέ llegó a utilizarse con el sentido de 'talón de un pájaro' o 'una garra de lobo'. A chēlē lo vemos en tecnicismos como quelato, quelicerado, quelícero, queliforme y otros.
-Eidés = -ειδές (-oide), 'que se parece' 'que tiene el aspecto', como en las palabras geoide, romboide, trapezoide, androide, antropoide, asteroide, esferoide, coloide, toxoide, odontoide y muchas más.
Por lo tanto, queloide es "algo parecido (-oide, -eidés) a la pata de un cangrejo (chēlē)".
Queloide fue acuñado en francés (chéloïde) en 1818 por el dermatólogo Jean-Louis-Marc Alibert (por eso a veces se le dice queloide o queloma de Alibert) en su libro Précis théorique et practique sur les maladies de la peau. Paris (Compendio teórico y práctico sobre las enfermedades de la piel). Aunque en 1806 los llamó cancröide, pero descartó el nombre para evitar confusiones con el cáncer, ya que los queloides son benignos.
Existen algunas evidencias en el sentido que los antiguos egipcios escribieron sobre los queloides hacia el año 1700 a.C., según el papiro de Edwin Smith.
Ciertas fuentes señalan que queloide no proviene de chēlē, sino del antiguo griego κήλη (kele), que significa 'tumor', 'ruptura'; pero lo cierto es que Alibert tomó el primer vocablo con el sentido de "pata de cangrejo. Se trata de una mala interpretación.
El queloide está hecho de una masa de fibroblastos y fibras de colágeno y se muestra con una superficie o epidermis brillante y atrófica, vasos sanguíneos telangiectásicos y una consistencia correosa o elástica. Son en realidad tumores benignos que se originan en respuesta a un trauma de la piel.
Fuente:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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