Expresiones: Ser un alma de Dios

Ser un alma de Dios

Significa ser sencillo y bondadoso hasta grados excesivos y poco usuales.

La expresión tiene un origen literario. Parece que parte del título de un relato de Gustave Flaubert publicado en 1877 (Un alma de Dios), en que en la doble moral falsa del s. XIX destaca su modesta protagonista femenina, sencilla, bondadosa y dadivosa hasta su muerte, a pesar de que la injusticia se ceba en ella especialmente. Pero quien quizá popularizó verdaderamente la expresión en España fue Carlos Arniches, que escribió una comedia o sainete, más bien comedia lírica que fue estrenado en España como zarzuela en 1907, con música de José Serrano y con el título de "Alma de Dios", y que fue muy popular. Arniches parece inspirarse en la protagonista de Flaubert, aunque su personaje es algo diferente. En la obra de Arniches, la protagonista femenina es una huérfana de una bondad infinita, que primero vive acogida por una mala mujer, y luego pasa a servir como criada en una casa "decente". Pero en esta no sólo la explotan y se aprovechan de ella, sino que la hija de la familia, ha tenido una aventura amorosa, queda embarazada y da a luz un hijo. Y entonces registran al hijo como hijo natural de la criada, a lo que la infeliz y bondadosa chica se presta para proteger el honor de su señorita. La pobre criada tenía un novio, un buen chico que quiere casarse con ella, pero al enterarse de que supuestamente acaba de tener un hijo la rechaza sintiéndose engañado. Y la muchacha en ningún momento explica que ese hijo no es suyo por guardar el secreto, y asume sola todas las malas consecuencias. La diferencia con la obra de Flaubert es que aquí al final, descubiertos todos los engaños y hasta el origen de la pobre criada huérfana, esta es rehabilitada y tiene un desenlace feliz, mientras en la obra de Flaubert la bondadosa protagonista muere ignorada por todos.

-Gracias: Helena

  Expresión 167 de 189    

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