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Evolución Fonética del Latín al Castellano: Introducción

Antiguamente Europa estaba regida por los romanos y todo el Imperio occidental hablaba latín. Después de la invasíon de los bárbaros en el siglo V y la caída del Imperio, no había un gobierno central y los territorios se dividieron en reinos, cada cual con su rey y su castillo. Los castillos eran necesarios para protegerse de saqueos de reinos vecinos. Tampoco había escuelas que estandarizaran el idioma. La mayoría de la gente era analfabeta y el idioma se trasmitía oralmente. Después de cientos de años,  la gente de un castillo hablaba diferente al del otro. Así vemos que los términos castellano y catalán, ambos derivados del castellum latino, significan lenguaje del castillo en latín: Ver: castellano, catalán y castillo.

El castellano y el catalán son considerados lenguas romances, pues son una deformación del latín, idioma hablado por los romanos, de Roma. Es similar a el coa y el lunfardo que son una deformación del castellano o el ebonics (dialecto usado por los negros de Estados Unidos), una deformación del inglés. Pero el castellano no es una deformación del latín clásico de César, Cicerón o Plinio, sino del latín vulgar, hablado por comerciantes y soldados. Por lo tanto, podemos decir, que el latín vulgar es un latín clásico mal hablado y el castellano, un latín vulgar mal hablado.

El castellano se formó entre los años 500 y 800 después de Cristo. Para ese entonces, el Cristianismo era la religión oficial y se perseguía cualquier pensamiento científico. Se cerraron las escuelas y se quemaron las bibliotecas. Europa era un vacío intelectual, lleno de señores feudales ignorantes, que hasta se habían olvidado de hablar bien el latín. El resultado de esto fue que la mayoría de la gente (excepto los curas que leían la Biblia y seguían dando la misa en latín, aunque nadie los entendieran), no sabía leer y tenían un vocabulario muy reducido. Las palabras que formaban su repertorio vernáculo las llamamos palabras patrimoniales o vulgarismos.

Las palabras patrimoniales siguen ciertas reglas cuando llegan del latín al castellano. A eso lo llaman "evolución fonética". En esta sección voy a explicar algunas de estas reglas, empezando por las vocales y luego las consonantes. Finalmente daré unos ejemplos que hemos discutido en estas páginas.


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