Etimología de TERATOLOGÍA
Teratología (Teratologie, en francés), es un neologismo que se refiere a las anormalidades congénitas, acuñado en 1832, por el zoólogo galo Isidore Geoffroy Saint-Hilaire (1805-1861) en la obra Histoire gènèrale et particulière des anomalíes de l'homme et les animaux (Historia general y particular de las anomalías del hombre y los animales) Vol 4 (1832-1837).
El término proviene de dos palabras griegas: teratos (τέρατος), genitivo de teras (τέρας), que significa 'algo asombroso, monstruoso, o prodigio, en el sentido de algo extraño que excede los límites de lo natural'; así como logos, 'estudio, tratado, razón, discurso'; de manera que textualmente se traduce como: "el estudio o tratado (logos) de las malformaciones, deformidades o disfunciones congénitas (teras) de todos los seres vivos".
Según el Webster's New World Dictionary, parece que teras tiene relación con la hipotética raíz indoeuropea *kwer- (lanzar un hechizo sobre algo), que también sería el origen del término sánscrito karōrti, 'él hace'. Pero según el American Heritage Dictionary, teras, se vincula a la raíz indoeuropea *kwer-1, 'hacer', también relacionada con kr en sánscrito, y su forma sufijada *kwer-ōr, generó en griego πέλωρ = pelōr, 'monstruo, o algo que es peligroso', de donde proviene peloria, una malformación floral en plantas; karman, 'acto, hecho', en sánscrito, de donde deriva karma.
Logos (estudio, tratado), quizá está relacionada con la raíz indoeuropea *leg- (acumular, seleccionar, recoger), y participa en numerosos vocablos como: lógica, logotipo, logística; así como el nombre de numerosas ciencias o divisiones de las mismas, por ejemplo, entomología, aracnología, malacología, mastozoología, herpetología, ictiología, espeleología, limnología, cardiología, oncología, psicología, etología, etc.
Pero retornando un poco sobre la historia de la creación del término teratología, conviene hacer algunos comentarios adicionales: hacia los albores del siglo XVII, ya se hacían observaciones sobre todo lo que se veía anormal, extraordinario o anómalo; por ejemplo, desde 1651, el médico inglés William Harvey (1578-1657), atribuyó de manera acertada estas malformaciones a desviaciones del curso normal de la embriogénesis. Albrecht von Haller (1708-1777), biólogo suizo dedicado a la fisiología, anatomía, botánica, embriología, y hasta a la poesía, también se ocupó de este tema de las malformaciones congénitas. Después, E'tiene Geoffroy Saint-Hilaire (1772-1844), padre de Isidore (quien acuñó la palabra), también destinó tiempo a este tema. Ya muy recientemente, el embriólogo y anatomista James G. Wilson (1915-1987), hizo una descripción más precisa de los problemas teratológicos en su obra Environment and Birth Defects (1973), que puede traducirse: "Defectos de nacimiento y el medio ambiente".
Se pueden citar otros términos con el mismo componente etimológico, por ejemplo: teratosis o teratismo, la afección de alguna anormalidad congénita; teratólogo, el que estudia estas malformaciones; teratoma, cierto tipo de tumor de las células germinales, derivado de células pluripotentes, formado de diferentes tipos de tejido; teratógeno, cualquier agente capaz de provocar malformaciones, como el alcohol, drogas anticancerosas, talidomida, ciertos antibióticos y vacunas, anticoagulantes, cocaína, etc.
Existe otro término que puede considerarse como sinónimo, que es Dismorfología (del griego, dys, 'difícil, malo', como en distocia y dispareunia; morphē, 'forma', como en morfología y metamorfosis; y logos, 'estudio o tratado', como en geología y ecología; es decir, "el estudio de algo que se forma mal". Que finalmente, es lo mismo que teratología.
Se han encontrado evidencias de malformaciones en algunos fósiles de varios tipos de animales, como prueba de que este es un problema inherente a todos los organismos y a todos los tiempos.
La teratología es la rama de la embriología y la patología que trata sobre las causas, desarrollo, descripción y clasificación de las desviaciones al desarrollo normal (malformaciones) congénitas en el hombre, animales y plantas. Pero no se crea que la teratología solamente se encarga de la formación y nacimiento de seres monstruosos, como los que nacen con dos cabezas, o sin ella (anencefalia), o con un solo ojo (ciclopía), sino que (en el caso de los humanos) comprende desde anomalías que no comprometen la vida, como la sindactilia, politelia, el albinismo, así como diversos síndromes, por ejemplo, el Down, el de Klinefelter, el Fetal Alcohólico, el hermafroditismo, la hemofilia, el hipoaldosteronismo, en fin, la lista es muy larga. En cuanto a las causas, se considera que entre un 50 a 60% son de origen incierto; genes mutantes, 7 a 8%; de origen cromosómico, 6 a 7%; por agentes teratógenos (radiaciones, alcohol, cocaína, infecciones, medicamentos, ciertas vacunas, diabetes, etc.), 7 a 10%; y por causas multifactoriales, 20 a 25%).
Fuentes.
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rdgz.
La etimología del vocablo τέρας (en origen, signo extraordinario enviado por los dioses) en griego es totalmente discutida y sus paralelos indoeuropeos muy dudosos. También se ha puesto en relación a veces con el sánscrito taraḥ (estrellas), suponiendo que el vocablo podría referirse en origen a signos astrales. Y asimismo se ha intentado vincularlo con el griego πέλωρ o τέλωρ (ser prodigioso, ser descomunal, monstruo). Pero nada hay definitivo.
- Gracias: Helena
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