Etimología de SINAGOGA

SINAGOGA

La palabra "sinagoga" proviene de dos raíces griegas: syn (junto) y agein (guiar, conducir) que originan el verbo synagein (reunir, congregar). De este verbo se deriva "h sunagwgh" (léase: i sinagoyí), que es de donde viene directamente sinagoga, que es el sitio donde tienen sus reuniones de séptimo día los hebreos (o judíos). De ninguna manera, como lo indica el DRAE en su página, puede considerarse un tipo de reunión para fines ilícitos, porque lo mismo ocurre con los "cónclaves". Cónclave es una junta para elección de un nuevo Papa o Sumo Pontífice católico, y se extiende su uso a reuniones de grupos específicos. No dudo que haya cónclaves para fines ilícitos, pero esa no es una de las definiciones que le da el DRAE. De origen la palabra tiene género femenino, mismo que tomaron los romanos y lo reflejaron con la terminación "a".

- Gracias: Maximiliano Mena Perez


Hay que decir que sinagoga en origen en griego es toda reunión no reglada ni oficial, de ahí también el valor de asamblea con fines imprecisos y poco claros, aunque luego se aplicara a las asambleas de los judíos y su lugar de reunión. En cualquier caso puede ser discutible decir que es inaceptable que el DRAE indique un valor de reunión con fines ilícitos. Si en tal acepción subyace una visión negativa hacia los judíos, esa visión y esa acepción se habría gestado en una época concreta y no es responsabilidad de la RAE. Siendo realmente una acepción rara, si ya es poco usual y encima puede ser insultante podría plantearse suprimirla. Pero la RAE no hace sino recoger un uso del vocablo, y si el vocablo se ha usado alguna vez con ese valor simplemente lo ha constatado. El lenguaje contiene expresiones que nos salpican a todos. Miren, lo verdaderamente usual para referirse a una reunión de fines ilícitos es conciliábulo o conventículo, y así lo recoge el DRAE, y entonces seguro que eso ofende a la iglesia católica que es la única que celebra concilios y a sus conventos de religiosos, porque conventículo es un diminutivo de convento. Así que en el lenguaje hay expresiones para todos (en todas las lenguas además) y no hay por qué pensar que la RAE actual es especialmente ofensiva con nadie en concreto, ni con grupos religiosos ni étnicos ni nada. Sólo constata los usos existentes y a lo mejor arrastra por inercia algunos poco usados y no muy aconsejables. A mí los gitanos me llaman paya, y no me gusta nada, pues soy una mujer normal y no me tienen que dar un vocablo especial como si fuera de otra naturaleza, pero es que además payo significa campesino ignorante y rudo, un cazurro al que cualquiera puede engañar, y es por tanto ofensivo, y el DRAE también lo recoge porque se usa, me guste o no, y lo ponga o no el DRAE, los gitanos me seguirán llamando paya. Me parecería absurdo achacar a la RAE las responsabilidades de esto, que no me gusta nada. En ese sentido también recoge que gallego significa "español" en Uruguay, Colombia y otros lugares de Latinoamérica, y a mí no me gusta nada y me parece, no insultante claro, pero del todo inexacta, pues soy española pero no gallega, con todos mis respetos para los gallegos, que únicamente son los nativos de una pequeña región del noroeste de España. Pero la RAE únicamente recoge un uso, y si gallego se usa como español en distintos países de Latinoamérica, pues está obligada a reseñarlo: en todo caso la inexactitud es de esos países, no de la RAE.

- Gracias: Helena


A pesar de lo que Helena ha explicado y razonado de la labor del DRAE, me parece que sigue siendo inaceptable que la RAE tenga todavía como 3ª acepción de sinagoga el peyorativo "reunión para fines que se consideran ilícitos". Este sentido lo ha recogido la Academia de los miles de escritos racistas del período del siglo XX previo y posterior a la II Guerra Mundial en el que sin ningún pudor los reaccionarios monárquicos, los ultracatólicos, los falangistas y otros secuaces de los nazis y los fascistas mussolinianos o afines escribían en España siguiendo todos los tópicos más trasnochados del antisemitismo europeo. Y no ha hecho labor de criba y no ha rechazado ese uso metafórico denigratorio porque en la Real Academia de la Lengua Española ha habido y queda todavía una especie de zurrapa negra ahí afincada por cooptación. El procedimiento de cooptación de los miembros permite la perpetuación de los ideológicamente afines. Con la República hubo ruptura total por las bravas al triunfar el franquismo. Los académicos nombrados a capricho del poder totalitario criban luego y seleccionan a quienes están destinados a sucederles. La cooptación es lo que permite que, por ejemplo, con el fascismo supuestamente desaparecido -dijeron que "muerto el perro se acabó la rabia"- se sigan dando casos como la nueva redacción que tuvo la palabra sinagoga en 1984, siendo director Pedro Laín Entralgo, el "ex-falangista" y "ex-admirador" de la Alemania nazi que había desarrollado toda su carrera académica desde puestos de privilegio en el organigrama del fascismo para descubrir, una vez derrotado Hitler y ya en la etapa de la protección a Franco de los EE. UU., las bondades del liberalismo y el humanismo cristiano.

Como prueba de que ha habido una inclusión de este sentido de la palabra sinagoga por motivos exclusivamente ideológicos entiendo que en el Diccionario Usual, el denominado DRAE, hasta la edición de 1914 inclusive, no hay ni rastro de dicha 3ª acepción, por lo que no puede serle atribuida a tradición ninguna de la época inquisitorial.

Es en la 15ª edición, la de 1925, curiosamente durante la primera dictadura fascista, la del general Primo de Rivera, cuando se incorpora al DRAE por primera vez esa espuria definición en estos términos: "3. fig. Conciliábulo, 2ª acep.", siendo esta segunda acepción de conciliábulo la de "Junta o reunión para tratar de algo que se quiere mantener oculto". El sentido de desaprobación podría entenderse implícito en la declaración de la finalidad: "tratar de algo que se quiere mantener oculto", pero todavía no es abiertamente peyorativo

En el Diccionario Manual e Ilustrado de la R.A.E., entendido como más al alcance de los estudiantes y a un nivel más asequible para el público en general, en la redacción de 1927, también durante esa primera dictadura fascista de Primo, se explicita ya lo peyorativo del concepto, al aparecer con todas sus letras el término "ilícito": "fig. Conciliábulo, reunión para fines ilícitos". Este diccionario va a mantener la misma redacción en su edición de 1950, pero en las de 1985 y 1989 ya la unifica con la del Diccionario Usual.

Durante el breve período de la II República que va desde abril de 1931 hasta la sublevación fascista del general Franco en julio de 1936 no se llegó a publicar una nueva edición del DRAE, y la que aparece como editada en Madrid en 1936 es evidente que no está hecha ni allí ni entonces, sino en la zona controlada por los sediciosos y más tarde, porque Madrid resistió heroica tres años más el embate de las hordas nazi-fascista-falangistas, y en la portada de esa pretendida edición madrileña pone "Madrid, Año de la Victoria" que es como denominaban los fascistas al 1939 en el que se apoderaron de la totalidad de España y comenzaron su orgía de sangre y destrucción. Era director de dicha Academia el conspicuo fascista y monárquico gaditano José María Pemán. El caso es que la misma redacción se mantiene en las dos ediciones decimosextas, la de 1936 y la de 1939, y se repite en la 17ª de 1947, las tres bajo presidencia de Pemán. Este es el detalle de los cambios en la redacción de esta acepción racista de sinagoga en las sucesivas ediciones:

16ª ed. 1936 (Dir. "provisional" en la zona sublevada José María Pemán y Pemartín): "3. fig. Conciliábulo, 2ª acep.".

16ª ed. 1939 (Dir. "efectivo" José María Pemán y Pemartín): "3. fig. Conciliábulo, 2ª acep."

17ª ed. 1947 (Dir. José María Pemán y Pemartín): "3. fig. Conciliábulo, 2ª acep.".

18ª ed. 1956 (Dir. Ramón Menéndez Pidal): "3. fig. Conciliábulo, 2ª acep.".

19ª ed. 1970 (Director Dámaso Alonso y Fernández de Las Redondas): "3. fig. Reunión para fines ilícitos".

20ª ed. 1984 (Dir. Pedro Laín Entralgo): "3. fig. En sentido peyorativo, reunión para fines que se consideran ilícitos".

21ª ed. 1992 (Dir. Fernando Lázaro Carreter): "3. fig. En sentido peyorativo, reunión para fines que se consideran ilícitos".

22ª ed. 2001 (Dir. Víctor García de la Concha): "3. f. peyor. Reunión para fines que se consideran ilícitos".

El DRAE no es una entidad superior, está sometido al uso que hacemos los hablantes de la lengua, que la Academia debe ir reflejando y adaptando. O sea, que se puede cambiar. Y si se ve que esa acepción se había colado en una época en la que el racismo lo exhibían algunos impúdicamente, ahora estamos en una época en la que el racismo resulta insoportable a la inmensa mayoría, por lo que esa acepción de sinagoga debe quitarse. Igual que los gitanos españoles, hartos de que la lengua reflejase el racismo contra ellos enviaron una carta de protesta a la RAE para quitar de la definición de gitano la 4ª acepción que define como "4. adj. coloq. Que estafa u obra con engaño. U. t. c. s.", y lo han conseguido, para la próxima edición ya no sale, pues de la misma manera los judíos españoles tienen que mandar una protesta formal a la RAE para que quite esa acepción falsa, racista y que además nadie usa. Si algún energúmeno se permite darle un sentido figurado ofensivo a una palabra que denomine las costumbres o las creencias de los otros, eso no debe pasar de una impertinencia puntual que bajo ningún concepto ha de estar recogida y consagrada en el DRAE.

- Gracias: Joaqu1n


Creo que algún miembro progresista o ecuánime de la RAE ha debido de leer vuestro artículo sobre la etimología de Sinagoga. En el avance de la próxima edición de la DRAE se propone suprimir la tercera acepción de la palabra. Ver aquí.

- Gracias: AMP visitante 130330 desde Toledo, España

Avísanos si tienes más datos o si encuentras algún error.


Miembros Autorizados solamente:

 

 


↑↑↑ Grupos Anteriores

↓↓↓ Grupos Siguientes

Los iconos de la parte superior e inferior de la página te llevarán a otras secciones útiles e interesantes. Puedes encontrar la etimología de una palabra usando el motor de búsqueda en la parte superior a mano derecha de la pantalla. Escribe el término que buscas en la casilla que dice “Busca aquí” y luego presiona la tecla "Entrar", "↲" o "⚲" dependiendo de tu teclado. El motor de búsqueda de Google abajo es para buscar contenido dentro de las páginas.